Capítulo 5

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-Muy bien Adele tranquila, vamos a ver qué sucede con este pequeñito- dijo el pediatra cargándolo, caminé con él más adentro de su consultorio, había una pequeña cuna decorada con varios juguetes donde lo recostó. Mientras le hacía mimos le quitó la ropa, la dejó a un lado y se concentró en revisar su pequeño muslo, puso sus dedos pulgares sobre el moretón e hizo un poco de presión, cerré los ojos esperando el llanto de Angelo, pero en vez de esto lo que se escuchó fue un diminuto balbuceo. Volvió a hacer presión y sonrió al ver como Angelo lo miraba fijamente con sus grandes ojos verdes. -¿No te duele verdad?- acarició su nariz y mi bebé de inmediato estornudó. Con cuidado le dio la vuelta dejándolo boca abajo sobre la cuna, revisó su espalda y palidecí cuando vi otro moretón en su columna.

-Tie... tiene otro- susurré al borde del llanto ¿Cómo no me di cuenta que tenia esos moretones?

-Así es- afirmo el doctor. –Pero, no tienes nada de qué preocuparte, estos moretones no se deben a ningún golpe. Lo que Angelo presenta es una contusión debido a que su nacimiento fue complicado, tardaste demasiado tiempo en dar a luz lo cual dificultó su paso por el canal de parto, los moretones se generaron a partir del esfuerzo que tú hiciste y que él también hizo.

-Entonces... ¿Mi bebé está bien?- pregunté un poco aliviada.

-Está perfecto Adele, los moretones desaparecerán por si solos- me sonrió y lo imité, me acerqué a Peanut y le puse su ropa nuevamente. Lo cargué, le agradecí al doctor y salí del hospital. Peter me ayudo a subir a la camioneta y nos dirigimos a casa.

-Le diste un buen susto a mami - dije en voz baja. –Te amo mi vida- le di un beso en la punta de su nariz y al separarme tomo mis labios en su pequeña manita. Su mirada estaba en la mía, sus ojitos brillaban como dos esmeraldas, sonreí y él también sonrió conmigo. Tan pequeño y tan hermoso.

Llegué a casa y Simon estaba en la sala, en cuanto me vio se puso de pie, se acerco a mi extendiendo sus brazos para cargar a Angelo y con cuidado se lo entregué.

-Adele- dijo en un susurro sin despegar su vista de Peanut. –Me está sonriendo- me acerqué un poco y efectivamente Angelo le estaba sonriendo mientras agitaba sus manitos.

Segundos después me dirigí a la cocina y rápidamente preparé el biberón de Angelo, miré la hora y me sorprendí al ver lo tarde que era, mi pequeño debía de estar hambriento. Volvi a la sala y Simon seguía con él en brazos.

-Muy bien, hora de comer- dije sentándome a su lado.

-Yo se lo doy- dijo Simon tomando el biberón y lo puso en su boquita, Angelo de inmediato empezó a beber y a medida que lo hacia sus ojitos se iban cerrando hasta quedar dormido. –Adele, referente a lo que paso esta tarde, yo no...

-No te preocupes Simon- lo interrumpí no quería ahondar mucho en el tema en realidad estaba muy molesta con él. –Es normal que tanto tú como Victoria piensen que puedo hacer algo así, después de todo me he ganado esa fama ¿No crees?

Me levanté del sofá y le quité a Angelo de los brazos quién por el movimiento se despertó y empezó a llorar de inmediato, subí con él hasta su habitación y lo arrullé para intentar calmarlo pero en vez de eso su llanto se hacía cada vez más fuerte.

-Shhh- murmuré poniéndolo sobre mi pecho. –Ya mi amor no llores mami esta aquí- seguí meciéndolo hasta que su llanto ceso por completo.

Entré con él al baño y con la mano que tenia desocupada abrí el grifo para llenar la tina con agua tibia, puse a Angelo sobre una pequeña encimera que Simon había adaptado para él y procedí a quitarle la ropa, sus ojitos, nariz y mejillas estaban rojos por el llanto, sonreí al ver como llevaba su dedo pulgar hasta su boquita y empezaba a chuparlo, se veía realmente tierno. Por último quite su pañal, lo tomé entre mis brazos, me puse de rodillas y lo metí en el agua. Empezó a patalear y a mover sus manitos mientras soltaba pequeñas risitas que me hacían sonreír. Terminé de bañarlo y lo envolví en su toalla, lo puse sobre la cama y busqué una pijama en su armario, lo vestí rápidamente debido a que sus ojitos se estaban cerrando, después del baño siempre se queda dormido.

-I remember all of the things that I thought I wanted to be- empecé a cantar en un susurró mientras lo acomodaba en la cama entre mis brazos. -So desperate to find a way out of my world and finally breathe- observé a Angelo y sus ojos estaban completamente cerrados, lo acerqué más a mi pecho y de esa forma también me quedé dormida.

Victoria

Desperté gracias al sonido de la alarma, no pude abrir los ojos para tomar mi teléfono porque el dolor de cabeza me estaba matando, desde la discusión con mi madre ayer me siento fatal, anoche fui a buscarla a su habitación para pedirle una disculpa pero no estaba, mi padre me dijo que se había quedado dormida en la habitación de Angelo y que no había querido despertarla, así que no tuve otra opción que irme a dormir, pero en realidad fue lo que menos hice. Con mucha pereza me levanté para darme un baño, vestirme y arreglar mi bolso.

-El desayuno está en la cocina- dijo mi madre entrando a mi habitación, tomó una de las almohadas que tengo sobre la cama para Peanut y salió azotando la puerta sin siquiera mirarme. Me quedé estática tratando de asimilar lo que acaba de pasar, ella no me trataba así desde hace mucho tiempo y fue realmente doloroso que lo hiciera, reprimi mis lágrimas y salí de mi habitación.

Busqué a mi papá para que me llevará a la escuela de idiomas pero segundos después recordé que hoy debía volver al trabajo, bajé las escaleras y mi mamá estaba con Angelo en la sala mientras le daba de comer, entré a la cocina en busca del desayuno pero lo único que encontré fue un yogurt y una bolsa de cereal encima de la barra sin servir, negué con la cabeza y rápidamente los metí a mi mochila.

-Ya me voy mamá- dije y lo único que recibí como respuesta fue un "Aja"

Salí de casa decepcionada y triste. Peter me estaba esperando así que subí a la camioneta y él a toda prisa me llevo a la escuela de idiomas, llegué media hora antes de lo debido, para mi sorpresa Marian ya estaba ahí.

-Buenos días Mari- dije sentándome a su lado, puse mi bolso sobre el pupitre y mi cabeza sobre este.

-Buenos días Vic- me sonrió y volteo a verme. -Sobre lo que paso ayer, ¿Estas bien?- preguntó.

-Sí, todo está perfecto- respondí sarcástica al recordar la fuerte discusión con mi madre.

-¿Segura?- preguntó juntando su silla a la mía.

-Sí Mari, segura- dije sentándome correctamente. -Todo está bien- suspiré y saqué mi agenda del bolso.

-Esta bien, si quieres hablar yo puedo escucharte- me sonrió y puso su mano sobre la mía.

-Gracias- dije un poco molesta, no quería hablar al respecto y ella no dejaba de preguntar.

-Vic, solo quiero ayudar, eso es todo.

-Nadie te está pidiendo tu "ayuda"- dije aún más molesta.

-No me hables asi, yo solo intento ayudarte- habló molesta.

-¡Ya te dije que no la necesito! No tienen porque importante mis asuntos- grité.

--¡Suficiente Victoria!- gritó también. -¡Quédate con tus asuntos!- se levantó de donde estaba y se sentó en una de las sillas vacías del frente.

Golpeé mi frente con el pupitre ¡Es que no me canso de arruinarlo todo! Me levanté de mi silla y caminé hasta donde estaba, me senté a su lado y ella me miró enojada.

-Mari, lo lamento mucho, no era mi intención gritarte ni decir lo que dije, es sólo que no se manejar mis emociones y siempre termino diciendo cosas que no debo.

-Ven aqui pequeña- me tomó por sorpresa del brazo y me jaló para pegarme a su cuerpo mientras me abrazaba. -Eres muy enojona- dijo y me aferró más a ella, sonreí por lo que había dicho y la abracé de la misma forma.

Fue increíble lo bien que me sentí y cómo me olvidé de todo mientras estaba en sus brazos.

...

¡Quinto Capítulo!
Gracias Siempre

Best For Last -  Part II.Where stories live. Discover now