C a p í t u l o 8

1.8K 130 7
                                    

Capítulo 8

CAMERON

Comenzaba a sentir calor, el lugar tan estrecho en el que nos encontrábamos aumentaba la temperatura, nuestros cuerpos tan juntos, que dudaba existiera algún espacio entre nosotros, sentí los labios de Mei juntarse con los míos, de principio trate de apartarme, pero la chica es persistente, rodeo con sus brazos mi cuello y junto nuestros labios una vez más, no podía moverme, ya lo dije el espacio no es grande, si me movía la persona de la que nos ocultaba Mei podría descubrirnos.

Ocupe de todo mi poder de concentración y fuerza de voluntad por no responder su beso, ella se dio cuenta de mi reacia actitud, deslizó sus manos hasta tomar mis mejillas, sus labios bajaron el ritmo y me beso con más dulzura, debo admitirlo, sentí mi voluntad flaquear, cerré los ojos apreté sus caderas y la besé.

Respondí a su beso olvidándome de todo lo demás, Mei poseía unos labios tiernos, y carnosos, tenía un sabor dulce, como a vainilla, pronto el beso dejo de ser algo lento, subí mis manos hasta su cintura sintiéndola desnuda, la rodee con mis brazos alzándola, rodeo con sus piernas mi cintura, con jadeo escapó de sus labios al hacerlo.

El golpe de una puerta cerrándose nos hizo recuperar la cordura, nos separamos jadeando, aun la tenía sujeta por la cintura y sus piernas aun estaban enganchadas a mi cintura.

-Lo siento, no sé qué me ha pasado- murmura cerca de mis labios, me estremezco con la sensación que me produce.

-No hay problema- susurró de vuelta, desenreda sus piernas de mi cuerpo y la bajo con cuidado. Se apresura en abrir la puerta y ambos salimos.

-¿Qué haces aquí, Cameron?- la observo detenidamente, tiene las mejillas sonrojadas, mechones rojizos salen de su desordenada coleta, va descalza y tira de la vieja camiseta que lleva.

-Yo-o – carraspeo para aclararme la garganta, de pronto mi saliva se esfumó- quería invitarte a salir- abre los ojos de par en par, balbucea algo y me apresuro para hablar antes de que ella diga algo- sé que no me comporté bien estos días, no tenías la culpa de mi mal humor.

-Bien te has dado cuenta- se cruzó de brazos, asentí- necesito cambiarme, no tardo, dio media vuelta y corrió hasta su habitación, hice un gran esfuerzo para apartar mi vista de sus piernas mientras subía por la escalera, si antes no lo había notado, ahora me daba cuenta de lo atractiva que era Mei.

MEI

Mientras buscaba opciones para vestirme no pude evitar pensar en el beso que había compartido con el castaño hace unos minutos, debo admitir que no esperaba reaccionara a mi desesperado beso, por lo que tuve que cambiar mi estrategia, lo bese con lentitud y para mi sorpresa respondió positivamente, lo que sucedió después estaba fuera de mi comprensión, lo que comenzó siendo un juego terminó por ser algo que deseaba.

Recordé sus labios moviéndose con rapidez y pasión sobre los míos, sus manos en rodeando mi cintura y haciéndome rodear con mis piernas su cuerpo, sentí su erección rozar mi intimidad logrando robarme un jadeo, pero todo terminó cuando la puerta de la casa se cerró, y ahora estaba aquí pensando en Cameron y nuestro primer beso.

-Fue solo un beso, Mei, tranquilízate, no tienes por qué perder la calma ahora, recién está comenzando el juego.- Después de meditarlo un segundo, decidí vestirme con unos jeans claros y rasgados, la tela se ajustaba a mis piernas, me calcé mis converse blancas, y una blusa gris, solté mi cabello y lo cepille, mi maquillaje se basó en mascara para pestañas y un lápiz de labios rosa.

A él le gustó esta versión sencilla de mi persona, y no dejaría pasar la oportunidad de gustarle completamente.

Tomé mi celular, algo de dinero y los metí en los bolsillos de los jeans, ya lista bajé de nuevo por las escaleras, escuché a Cameron hablar, creo que ya se está haciendo una costumbre.

¿Cambio de planes? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora