C a p í t u l o 3 6

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Capítulo 36

Ciertamente, el haber expuesto mis sentimientos al castaño, quizá no fue la mejor de mis ideas, teniendo en cuenta que mis amigos lo odian, mi padre lo detesta y que me mudaré. Pero algo muy dentro de mí dice que tomado la decisión correcta, que vale la pena todo esto, que nada podría salir mal, después de todo, aún tenía un mes en esta ciudad y no desaprovecharía un segundo, no podría hacerlo.

Estando protegida, rodeada por sus brazos, olvidaba que el tiempo corría en nuestra contra, olvidaba que mi padre me mataría al enterarse de esto, olvidaba que tras las puertas de mi casa vivía una bruja rubia esperando por acaparar todo lo que me pertenecía. Pero no todo puede ser color de rosa, y mis amigos se encargaban de molestar a Cameron tanto como podían en estos últimos días de colegio.

-Esos trogloditas pagaran por lo que han hecho- digo limpiando los restos de pintura rosa de las mejillas de Cameron.

-Puedo soportar lo que sea, si es el precio por estar a tu lado- responde, sus ojos azules estaban contemplando mis gestos, mi rostro se tiño de rojo, como siempre que lo tenía así de cerca.

-Esto se ha pasado del límite- Valeria rompe con la mágica atmosfera que se ha creado entre el chico y yo- y ustedes dos, dejen de derramar miel- rodó lo ojos y se sentó junto a Bianca quien tecleaba con rapidez en su laptop.

-No habrá manera de detenerlos- dejo de lado el pañuelo con el que sin éxito trate de limpiar a Cameron.

-El ciclo termina esta tarde, no creo que lo hagan víctima de otra broma pe...

Una masa blanca viscosa y de dudosa procedencia cayó sobre el cabello del castaño, Valeria chilló apartándose y Bianca tomó su computadora, me puse de pie en un salto y tome la orilla de la chaqueta del jugador de futbol que lo hizo antes de que pudiera huir.

-¿Quién te lo pidió?- exigí, sabía a la perfección de quien se trataba, así que antes de que respondiera hable- te daré el doble de lo que te han pagado y, la invitación a una de las mejores fiestas del año.

-¿Qué me pedirás?- sonreí.

-Tendrás que devolver la broma, a su propietario y amigos.

-Es arriesgado- asentí.

-Lo sé, pero no te harán nada, porque sucederá en el último minuto del ciclo, ¿entendido?

[...]

Su mano se entrelazaba con la mía, y con el pulgar acaricia el dorso de ella, estamos en su habitación recostados sobre su cama, concentrados en el techo blanco, las chicas están entretenidas una leyendo y la otra tecleando con rapidez en su computadora, hacemos esto desde hace unas semas atrás, no quería, como he dicho, perder un solo minuto con ellos, así que pasamos la tarde juntos, nos reunimos en casa de Cameron o Valeria.

-¿Qué haremos para las vacaciones?- mi pecho se agita tras la pregunta de Bianca.

-Nada- respondo llamando la atención de los tres, lo sé por el silencio de la habitación y porque las caricias en mi mano cesaron.

-¿Qué?- fue una pregunta unánime, siento a Cameron moverse y sé que se ha sentado para mirarme, largo un suspiro y me obligo a incorporarme, las chicas están de pie con los brazos cruzados y miradas amenazadoras.

-Prácticamente nos has obligado a pasar las últimas semanas juntos, y ahora... ¿no quieres hacer nada para vacaciones?- muerdo mi labio inferior.

-¿Qué pasa?

-Me iré de la ciudad- recordé.

-Sí, y dijiste que eso pasaría después del verano...

¿Cambio de planes? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora