C a p í t u l o 9

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Capítulo 9

Cuando Chad dijo que estaba en el cine, yo había sacado a Cameron de ahí, en el centro comercial había un lugar con diversos juegos mecánicos, donde los padres llevaban a sus hijos a distraerse, contaba con un área de "Arcade", lo que son diferentes máquinas recreativas, el lugar algo antiguo, pero repleto de familias y jóvenes enamorados que deseaban algo diferente para su cita.

Lo único que yo buscaba era escondernos de Chad, no estaba preparada para romperle el corazón a Cameron, lo conocía hace unos días y en verdad estaba por arruinar su vida, no me malentiendan, quería ganar esa apuesta pero... también deseaba darle al castaño unos días más de paz y tranquilidad, veía como Cameron jugaba Pac-Man, cuando mi celular vibró en el bolsillo trasero de mi pantalón.

No sé a qué demonios estás jugando, Wilson, pero separaremos a estos dos hoy mismo, no importa cuánto trates de esconderte, siempre te encontraré, preciosa, no lo olvides.

-Chad.

Mordí mi labio inferior y busqué a mi alrededor, en otro juego se encontraban Chad y Lily, el bastardo que tengo por mejor amigo me guiñó un ojo, hizo un ademán con su cabeza señalando a mi cita, después lo vi sujetar a la castaña por la cintura y besarle el cuello, mientras ella reía "coqueta", rodé los ojos.

-¡No!- exclamó Cameron, había perdido.

-Cuánto lo lamento- dije, el me miró.

-No importa, tenemos suficientes puntos para canjearlos por un obsequio- me enseñó la tarjeta- ¿Vamos?- asentí, le extendí mi mano y la tomó vacilante, caminos juntos a la pequeña dulcería donde canjearíamos los puntos, para mi suerte era al lado contario de donde estaba el pelirrojo.

-...o pueden elegir uno de esos- volví a la realidad, el sujeto detrás del mostrador me sonreía, fruncí el ceño.

-Quiero ese- observé que el premio de Cameron, un conejito de felpa, blanco, de nariz rosada, llevaba un vestido rosa, un moñito atado a una de sus orejitas y zapatitos del mismo color al vestido, era uno de esos juguetes que los niños llevan a todos lados y sus nombres son extraños, ¿conclusión?.... Era adorable.- Es para ti.

-¿De verdad?- tomé el juguete que me ofrecía, sonreí, el asintió.

-Sé que no es nada comparado con el libro que...

-Es perfecto- dije acariciando la nariz del animalito- gracias.

-¿Quieres ser mi amiga, Mei Wilson?- mi corazón de acelera con sus palabras, una sonrisa de oreja a oreja se dibuja en mi rostro.

-Me encantaría- se pasó las manos por el cabello, sus mejillas se tiñeron de rosa, y me sonrió de vuelta. Un movimiento detrás de él me llamó la atención, Chad hablaba con Lily, le pedía ir a donde nosotros nos encontrábamos, mi cuerpo entró en alerta tomé la mano de Cameron y prácticamente lo arrastré a la salida.

-¿Qué sucede?- dijo a mitad de camino.

-Tengo hambre- respondí, no era una mentira, llevábamos un buen rato ahí dentro, y entre el cine y todo esto casi caía la noche- ¿podemos ir a cenar antes de volver a casa?- lo solté, cuando nos alejamos un poco del Arcade.

-Cómo desees.-Fuimos a comer pizza, continuamos charlando de cosas diversas, casi olvidaba por completo a Chad y el tiempo pasaba volando con mi cita, fue divertido pasar el día a su lado.

-¿Cómo le pediste a Lily ser tu novia?- pregunté cuando salimos del restaurant, el anteriormente había preguntado por que estaba soltera siendo una chica popular y atractiva, ¿mi respuesta?

¿Cambio de planes? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora