Después de la escuela pasé al hospital, no por quimioterapia o un chequeo semanal.
Lo iba a ver a él.
Me hubiera gustado que nuestra primera cita se realizara en un lugar lejos de inyecciones, enfermedades, pastillas y esas cosas. Pero no se podía.
Él no podía debido a la peligrosidad que eso implicaría como contraer un resfrío o algo peor.
Quizás no sea una primera cita en sentido amoroso porque seguimos siendo amigos aunque él me guste mucho. Pero es la primera vez la cuál ni él ni yo estaremos conectados a alguna aguja o algo por el estilo.
De nuevo llevaba mi gorra. Desde ese día que mi cabello comenzó a caer que se ha convertido en mi fiel compañera.
Él estaba en la entrada del hospital esperándome. Se le veía muy feliz y lleno de vida a pesar de su cara chupada gracias al cáncer.
De todas formas él se ve muy lindo.
Noté que traía una mochila colgando por su espalda. ¿Para que necesita una mochila si estaremos aquí en el hospital?
-¡Llegaste! -exclamó con una linda sonrisa.
-¿Me demoré mucho? -pregunté mientras jugaba con mis manos.
-para nada, vamos bien -me guiñó el ojo- Judith, te veo al rato.
Dijo él despidiéndose de una enfermera que estaba en la entrada.
Antes de salir del hospital se colocó su tapabocas para luego guardar sus manos en los bolsillos del pantalón.
La verdad es que no entiendo nada.
-creí que no podías salir del hospital -comenté.
-tener cáncer y ser paciente recurrente en el hospital tiene sus beneficios -sonrió- ¿Adónde iremos?
-tenía planificado estar en el hospital -reí- no sabía que podías salir.
-¿Y si vamos a tu casa?
Mi casa.
Mi madre estará ahí y lo conocerá.
Oh no.
-¿M-mi casa? -dije no muy seguro.
-¿Hay algún problema con que vayamos?
-estará mi mamá -sonreí- posiblemente te haga muchas preguntas, te va a espantar probablemente.
-lo dudo -sonrió- por lo que vi se ve una persona muy agradable así como tú.
Así como tú.
-está bien, vamos -suspiré.
También tenía que pensar en él.
No puede exponerse a tantas enfermedades e ir a un lugar público lo expondrá mucho.
Él pidió permiso para salir conmigo ¿Por qué yo no podría hacer un mínimo esfuerzo con llevarlo a mi casa?
El camino a mi casa no era tan largo a pie. Con la compañía de él se hizo más expedito.
Me habló de sus miedos, me habló de sus gustos, me habló de él.
Yo estaba cautivado escuchando cada palabra, analizando cada movimiento, estaba disfrutando de su compañía.
Mamá no estaba en casa, sin embargo había dejado una nota encima de la mesa.
"Jiminnie, si llegas antes que yo fui al banco a hacer unos trámites. Hay comida en la despensa por si tienes hambre.
Te quiero mucho, bebé.
-Mamá."
-creo que estaremos un rato solos... -le comenté a Jungkook- y bien... ¿Qué quieres hacer?
-¿Tienes la xbox? -dijo emocionado mientras sostenía un juego de lucha entre sus manos.
-está en mi habitación, ¿Quieres jugar?
-¿¡En serio podemos!? -se iluminaron sus ojitos al escuchar eso. Asentí con mi cabeza- ¡Ay gracias!
Se lanzó hacia mis brazos y comenzó a saltar como un niño pequeño.
Es muy lindo verlo tan feliz por algo tan mínimo como jugar en la "xbox".
Haré de este uno de sus mejores días, alejándolo de la enfermedad, haciéndolo recordar que aún es un adolescente sin preocupaciones.
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(?)