Pensé en negarme rotundamente. Pero no podía. Aunque él rompió mi corazón tenía el poder para hacerle una pequeña capa que tapara todas esas grietas en cuanto había una conexión visual conmigo.
Accedí hablar con él un par de palabras. Mi madre seguía esperándome así que al menos nuestra charla no duraría mucho, gracias al cielo.
-¿De qué quieres hablar? -dije en cuanto bajamos del elevador- mi madre me está esperando afuera.
-ya lo sabrás, espera un poco -me jaló del brazo.
¿Ahora se supone que volvimos a ser amigos como antes luego de que me ignorara por semanas?
Por poco íbamos corriendo, ¿Qué le pasa a este chico? ¿Por qué tan apurado?
En cuanto me di cuenta que nos escontrabamos frente a su cuarto lo detuve rápidamente.
-¿Qué hacemos aquí? -bufé.
-Quiero tener privacidad, no quiero que nadie escuche nuestra conversación.
-oh, ahora quieres hablar... -suspiré con cierto dolor en el pecho- me tengo que ir, Jungkook.
Le hizo palabras sordas a mis palabras. Abrió la puerta de la habitación y me tiró allí adentro junto a él. Cerró la puerta con llave, las percianas del pasillo para que nadie observabara y me acercó a su pecho en un abrazo.
Quería empujarlo. Quería irme. Sin embargo no lo hice porque aunque mi mente quería una cosa mi corazón quería otra.
-¡suéltame! -exclamé empujandolo después de haber estado el tiempo suficiente en su pecho.
-¿qué te pasa? -me preguntó alarmado- ¿Por qué te comportas así?
-¿Así cómo?
-frío... Pesimista... No pareces tú -suspiró y yo reí sarcásticamente- ¿Qué?
Aunque contara hasta 5 mil tarde o temprano terminaría llorando de todas formas. Pero ahora eso no me importaba.
-¿Ahora resulta que yo fui el que cambie? ¡Cínico! -levanté mi tono de voz- ¡Tú me empezaste a ignorar de la nada y luego vienes con esto! Oh no, señor.
-Jimin... Yo....-lo interrumpí.
-Déjame terminar -lamí mis labios antes que la primera gota cayera por mi mejilla- No tienes ni idea de todo lo que estuve preocupado por ti, pasándola mal por tu maldita indiferencia. Realmente creí que te gustaba, pero no, me equivoqué. Si querías hablar conmigo sobre tu indiferencia no tienes por qué hacerlo, ya saqué mis conclusiones solo.
Sequé las tantas lágrimas que habían caído y me di vuelta en dirección a la puerta. Antes de quitarle el seguro el llanto desconsolado de Jungkook se había hecho presente.
Lo miré por encima de mi hombro.
Él estaba más destruido que yo.
Me duele más el corazón.
-creí que sería lo mejor... -decía desconsolado- no quería que sufrieras por mi culpa... S-soy un idiota... Me alejé para protegerte, pero estaba haciendo todo mal... No tan solo tú estabas siendo afectado, Jimin...
Me acerqué unos pasos a él y me quedé observándolo.
-No había noche en dónde no pensara en ti -respondió con una sonrisa triste- perdón... Sé que estás enojado, pero yo no quería que pasara esto... Quería protegerte... No quiero que sufras cuándo tenga de irme -volvió a llorar.
-Nunca se sabe quién pueda morir primero -suspiré triste- puedo ser yo o tú, no se sabe.
-En unas semanas me iré a Tokio... -dijo seco- por más que traté no pude negarme... Es por eso que quería alejarte de mí. Para que doliera menos...
Realmente él estaba arrepentido y dolido. Tomé sus manos, les di un pequeño beso en ellas a lo que él miró triste.
-la verdad era que dolía más -suspiró- tenerte lejos dolía más que el cáncer.
