Omnisciente POV's
Si bien Jungkook había hecho el intento de ir a casa de Jimin no era tan solo para verlo como le había dicho. En realidad él se estaba escapando.
Como cada mañana había ido una enferma a medicarlo. Algo había cambiado desde que ella entró a la habitación.
"Hoy tienes visitas, mejor que te pongas guapo"
Por su cabeza solo pasaba un nombre de quién podría ser la visita. Park Jimin, el chico que tanto le gustaba y quería en este mundo.
Jungkook se había puesto uno de sus mejores trajes.
Cuándo llegó al salón de visitas sus pasos retrocedieron por tal escalofriante presencia.
El novio de su madre había venido, ni siquiera ella estaba. Había mandado a la pareja por la cual dejó a su padre.
Si bien él lo trataba "bien" nunca hubo un lazo mayor de "el novio de mamá". Jungkook lo odiaba, él no lo odiaba, pero tampoco le tenía cariño o aprecio.
¿A qué ha venido entonces?
-¿Esperabas a alguien más? -le sonrió el sujeto saludando a Jungkook a distancia.
-¿Y mamá? -aclaró su voz.
-trabajando como siempre, han salido nuevos proyectos y ella debe atenderlos -le explicó- estás más...
-¿Demacrado? ¿Débil? ¿Muerto? -terminó por completar Jungkook- lo sé, no hace falta decirlo.
-iba a decir grande, pero bueno...
-¿A qué viniste? -gruñó el joven de 16 años sentándose junto a él.
Si bien ya era incómodo para Jungkook tener a su padrastro ahí, lo sería más en cuanto este le comunicara el por qué de su visita.
Al parecer su madre se había divorciado legalmente de su progenitor quedándose ella con la custodia del hijo del matrimonio. Ella había optado para un empleo en Japón y como no podía dejar a su hijo aquí en un hospital "solo" lo trasladarían ha Japón al alcance de ella.
-¿No puedo quedarme con papá? -preguntó el joven tratando de mantener la calma- sería estúpido irme ahora que estoy mejorando.
-tu padre pasa en viajes de negocios, Jungkook. Imagínate te ocurre algo y nosotros estamos lejos.
-he estado más de un mes aquí internado y es la primera vez que alguno de ustedes viene -gruñó- ¿Y ahora haces como si te importara?
-como sea, solo vine a darte la noticia... en unas semanas vendremos a buscarte para que vayas a ordenar tus cosas.
-¡No iré a ninguna parte! -exclamó el menor golpeando la mesa y poniéndose de pie.
El chico fue lo más rápido que pudo a su habitación. Antes de entrar fue interrumpido por su padrastro que lo sostuvo del brazo.
-suéltame -dijo Jungkook intentando zafarse del agarre.
-ya tienes que madurar -lo dio vuelta dejándolo frente a él- ya tienes 16 años, Jungkook. Quizás no te vinimos a ver y lo sentimos.
-¿Lo sienten? -levantó una ceja desafiante mientras lo empujó- pudranse ambos, de aquí no me iré.
Cuando su padrastro mantuvo el equilibrio luego de tal empujón se acercó a Jungkook y lo tiró contra la pared más fuerte de lo que él lo había hecho haciendo que se golpeara en la cabeza. Unas pequeñas lágrimas cayeron debido al dolor.
-niño, malcriado... si yo fuera tu padre te hubiera mostrado modales.
Una gran rabia se había apoderado del menor. Lo tomó por la camisa y golpeó repetidamente la cara de su padrastro. En un par de segundos se podía ver un pequeño hilo de sangre cayendo por su nariz.
-no hable así de mi padre -dijo Jungkook secando sus lagrimas.
La pareja de su madre para zafarse de los golpes de Jungkook como pudo tomó su cuello y lo empezó a ahorcar.
Los golpes iban y venían. El menor tomó la delantera cuando sus nudillos dieron contra el pómulo de su atacante.
Una enfermera rápidamente intervino en la escena. Junto a dos guardias se llevaron al padrastro y Jungkook entró a su habitación cerrando con llave.
El menor odiaba a la pareja de su madre, aunque bien gracias a él había aprendido a pelear. Si no fuera por eso quizás no hubiera ganado la pelea con su padrastro.
Lo único que quería era salir de aquel lugar.
Aunque estuviera en el piso 3 no le importó para bajar por la ventana agarrado de los balcones de otras habitación. Tampoco le importó el hecho de que estuviera lloviendo.
Quería ver a Jimin y llorar en su pecho.
Quería ver a su enamorado y así sentirse un menos poco miserable de como ya se sentía.
-¿Me dirás qué ocurrió? -le preguntó Jimin haciendo un pequeño puchero.
-sin querer mis manos pasaron por unas ramas filudas cuándo iba bajando por un árbol para venir aquí -le explicó.
-¿En serio es eso?
-no te quería decir porque de seguro pensarás que fui un idiota -suspiró el menor.
-no pienso que seas una idiota -le sonrió el otro chico mientras acercaba sus labios a la mejilla de Jungkook- pienso que eres un encanto.
Pero Jungkook mentía.
Él sabía que tendría que irse a Japón en un par de semanas y no podría hacer nada al respecto.
Él sabía que decirle a Jimin implicaría romperle el corazón y lo que menos quería era eso.
Él sabía que las mentiras eran malas, pero con tal de mantener feliz a Jimin lo haría.