Tarde llegue a casa de Melanie, nadie sabía en donde vivía esa mugrosa, es como si quisiera que nadie lo supiera y la muy bruja no me había dado su dirección. Obviamente como a nadie en la escuela se le escapa nada, logre encontrar a alguien que si lo sabía.
Cuando el taxi me dejo en frente de su casa o mejor dicho en frente de su mansión, pague y me baje con la boca abierta.
Yo teniendo una casa así la presumiría como nunca.
Cuando timbre, un chico me abrió la puerta.
-¿Si?- me miro de arriba abajo, sin contar que estaba sin camisa.
-Ah...disculpa, ¿aquí vive Melanie?
-¡Perdedora te buscan!- grito apartando la cara de la puerta.
-¡¿Quién?!- escuche su terrible voz.
Volvió su rostro a mí.
-¿Cómo te llamas bonita?- me sonrió con coqueteo.
-Samantha.
-¡Es Sam!
Que confianzudo este tipo.
No oí nada por parte de Melanie pero aun así el chico me dejo pasar.
-¿Eres su amiga?
-No, nunca...-respondí mirando la casa.
-¿Entonces qué haces aquí?
-¿Acaso estoy en una entrevista?- lo mire frunciendo el ceño.
Él rio y toco ligeramente mi espalda.
-Estás en tu casa...ella ya baja.
Asentí y se fue corriendo. A lo lejos pude oír música y personas riéndose. Parece que llegue justo en la fiesta. Di un paso para ir a chismosear la fiesta pero justo, Melanie bajo las escaleras.
-Hola Samantha- me sonrió.
-Hola.
Tenía un traje un baño.
-Y... ¿Qué tengo que hacer?- dije con incomodidad.
-Fingir ser mi amiga.
-¿Qué?- sonreí- ¿Es una broma?
-Finge ser mi amiga en esta fiesta.
-No...no seré tu amiga.
-Solo finge.
-Ni siquiera fingiendo, no lo hare.
-Si no lo haces...ya sabes las consecuencias.
-Púdrete Melanie, no me importa lo que hagas- sentí fastidio- Creí que me pondrías a hacer cosas más... "importantes".
-¡Esto es importante para mí!
-¡Pues para mí no lo es! No fingiré ser tu amiga, no eres una buena persona, además te odio. Así que espero que se burlen de ti en tu fiestecita- regrese hasta la puerta y la abrí.
-¡Samantha!- grito.
-¡Muérete!- respondí mientras caminaba.
Creí tener la voluntad necesaria para "colaborar" con Melanie, pero no así, no soportare a esta estúpida, algo más se tendrá que hacer, pero no hare lo que ella me pida.
-¡Mandare a Tom a la cárcel!
Me detuve y lo imagine...lo imagine en la cárcel por mi culpa. Escuche una pequeña risita de su parte.
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Más allá de un pupitre.
RomantikÉl es su profesor, ella su estudiante. Ambos con planes diferentes, futuros diferentes. ¿Pero que pasara cuando el destino decida unirlos? ¿Podrán superar lo que el destino les tendrá preparado? ¿Sera amor o simplemente un capricho? Se verán rodeado...