La confusión teñida en mis ojos mientras intentaba captar toda la conversación que esos 2 hombres estaban teniendo entre ellos. Me encontraba cerca de un cruce de dos pasillos donde, en el pasillo que cortaba al mío, esos 2 hombres hablaban en susurros tratando de no ser escuchados.
Me acerqué con sigilo hacia la esquina manteniendo mi boca cerrada. Me apoye contra la pared y escuché atenta. Hablaban en un inglés muy cerrado, con demasiado acento, pero pese a todo era entendible.
-¿Qué coño pretendes hacer Jeff? – Dijo un hombre alto y escuálido que mostraba sobre su cuerpo un traje ajustado. Auricular de manos libres en so oreja derecha y móvil en su mano izquierda.
Pese a sus gritos y a su diferencia de altura, el hombre con el que compartía conversación no se inmutó. Era de una alta estatura, no tan alto como el trajeado. Vestía informal y le acompañaba en so cara una sonrisa malévola.
-Quiero cerrar el micrófono del rubio cuando sea su parte en Little things y en Moments, Rober – Se acercó más Rober, el hombre del traje y pese a su diferencia de altura logró acobardarlo – Y sabes lo que ganas tu y lo que gano yo… Porque, lo sabes ¿no?
Cuando Rober recuperó la compostura decidió hablar, y soltó lo más coherente que se le podría haber ocurrido.
-¿Sabes que pasará si le cierro el micrófono? – Jeff puso mala cara y se alejó del traje de Rober – porque, ¿recuerdas la que lió Harry, no? Insultó y dejo en ridículo a todo lo relacionado con audiovisuales, las fans le ovacionaron por su gesto grosero y a cambio de eso, lo que yo recibí fueron criticas, echaron a los anteriores audiovisuales y Modest no salió perjudicada – Un momento… si cierro el micro como me han ordenado, me echan… No tengo nada que perder, solo trabajo un día pero, no voy a perder mi ética.
-Rober, pero tú y yo sabemos que Modest es odiada por todos, y si les damos motivos a las fans t a los cantantes para odiarlos, tú recibirás lo que siempre has ansiado. El total control sobre One Direction.
¿One Direction? ¿Modest? ¿Control? ¿Despedida? Eso era lo único que mi cabeza pensaba, y cuando me quise dar cuenta mi cuerpo chocó contra el suelo produciendo un ruido sordo. El motivo de mi caída fue que me incliné demasiado en esa esquina para poder oír su conversación mejor y, acabé en el suelo.
Noté 2 pares de ojos mirándome con una mezcla de furia y miedo. Me puse en pie y dije la excusa más pobre de todos los tiempos.
-Perdón, soy la nueva chica de audiovisuales e iba distraída y mirando al móvil y bueno acabé en el suelo – Una risa tímida salió de mis labios y pude ver como ellos me correspondían, pese a todo, también noté cuando cruzaron las miradas ante la mención de mi nuevo empleo.
Amablemente se presentaron y se fueron de aquel lugar cada uno por un lado del estrecho pasillo, quedándome de nuevo sola y pensativa. Aunque solo fuese por orgullo, no iba a dejar que ese tal Niall se quedase sin sonido en su micrófono.
***
5 minutos, tan solo 5 minutos para que la plataforma subiese y los anuncios de la tienda Claire’s cesasen.
Natalia entregó los micrófonos a los jóvenes con los números correspondientes a cada uno para saber quien era cada voz.
Nos acercamos a nuestro panel de control y dimos una cuenta atrás en esas pantallas de televisión tan grandes que habían sido instaladas. Ambas dimos una rápida mirada al estadio, estaba repleto, allí había miles de chicas de distintas edades con enormes pancartas mientras durante la cuanta atrás y antes de ella la famosa canción titulada ‘Torn’, no entendía muy bien cual era el motivo, pero eso no era lo importante.
La plataforma ascendió, mostrando al estadio a esos 5 jóvenes cuyos nombres eran coreados con ambición. Era emocionante ver el ánimo que tenia la gente.
Mientras mis ojos incrédulos observaban el espectáculo, Natalia manejaba las cámaras y yo los sonidos. Fue en ese momento a mitad del espectáculo cuando le conté a mi amiga la conversación que había escuchado horas antes en los pasillos. Asombrada como yo, ambas decidimos que no íbamos a cerrarle al chico de rubia cabellera su micrófono.
Miramos el programa, quedaba menos para Little Things, y de seguido iba Moments.
Solo 1 canción más y llegó Little Things. Ambas admitimos que esos chicos tenían demasiado talento y así en nuestro asombro, mientras Natalia cambiaba el enfoque de las imágenes, poso la cámara número 3 en el chico con ese mismo micrófono. Le tocaba cantar en breve.
-Cierra el micrófono 3 ahora – La voz autoritaria de Rober habló detrás de mi.
-¡No! ¡No lo voy a permitir!
Sin tiempo para poder cambiar mi decisión la voz del rubio sonó e inundó el estadio.
-¡Corta el micrófono o lo cortaré yo! – No titubeó al decir esas palabras y su voz sonó más fuerte.
-Me echarás de todos modos pero no voy a permitir que se arruine el espectáculo.
La parte del chico rubio acabó y Rober hizo un gesto con su mano hacia los 2 guardias de seguridad. Sin oportunidad de evadirme empujé hacia Natalia el micrófono 6, el de repuesto. Ella entendió lo que yo quería decir con ese gesto.
Little Things acabó, tocaba Moments. La íbamos a liar parada, pero ese no era nuestro problema. Un sonido chirriante al activar el sexto micrófono se expandió por el estadio, afortunadamente sonó lo suficientemente débil, para que Rober no se percatase de ello.
La canción comenzó, era el turno de Natalia de sacar de sus casillas a Rober para que todo funcionase.
NARRA NATALIA
Yo mataba a Alba, pero era mi deber en cierto modo ¿no? Cambié el tono de las luces, buscando que la canción se sintiese más acogedora. El micrófono permanecía encendido a mi diestra. Era el momento.
-A mi voz de ‘ya’ cierras el micrófono número 3, ¿entendido?
-¿Por qué? – No se de donde saqué la fuerza para que mis palabras no sonasen débiles sino, más bien confundidas e infantiles.
-Porque te lo digo yo niña y ya está – Quedaban pocos segundos para la parte de aquel chico de ojos profundos, cuya cámara 3 seguía enfocando – Cierralo… ¡Ya!
Hice caso omiso y el insistió, quedaban pocos acordes para que iniciase su parte.
-¡Qué lo cierres de una puta vez he dicho! – Sus palabras retumbaron a través del micrófono numero 6 y la música cesó, el ni se había dado cuenta del parón de la música y continuó gritándome – Cierra ya mismo el micrófono o no solamente te despediré, también te joderé viva.
Sus palabras me asustaron pero me recompuse y le mire con fuerza a los ojos.
-Ten cuidado con lo que dices – Le advertí – Porque puede que no seamos los únicos escuchando todo esto.
Afortunadamente para mí ese hombre controlaba el inglés y se le entendía bastante bien pese a su habitual acento cerrado. Rober cayó en la cuenta de que miles de ojos expectantes estaban fijos e nuestro lugar bajo el escenario. Todos le habían escuchado, incluso los 5 chicos que estaban sobre el escenario. Todos.