Nos acercamos los 4 hacia el autocar. Llevaba a Lux en brazos, y pese a que estábamos a 23 de mayo, el Sol hacia daño. Natalia iba a mi izquierda, Scoot justo detrás de nosotras cubriendo nuestras espaldas y Lou iba más adelantada que el resto pese a que llevaba mi maleta y la suya.
A los pocos metros del autocar, Scoot se desvío de nuestro camino y se acercó hacia un grupo de hombres que hablaban animadamente, entre ellos Paul. Que raro que estuviese ahí, ese hombre nunca se separaba de los 5 chicos estos.
Nos paramos en frente de una puerta bien disimulada con cristales tintados que había en un lateral del autocar. Lou tocó varias veces la puerta y se giró para mandarnos una mirada a nosotras y a su hija. A los pocos segundos de llamar a la puerta, se oyeron distintas voces quejándose por ver quien se levantaba a abrir la puerta.
Lou insistió de nuevo y desde el interior se oyó decir a una voz ronca ‘ya voy’.
-Hey Lou! ¿Qué tal? ¿Y la pequeña? – El que salió a abrir la puerta era Harry, lo reconocí al instante por el pelo rizado.
Lou se giró sobre si misma, y cogió a Lux de entre mis brazos y se la pasó a Harry con total tranquilidad. El joven se nos quedó mirando a Natalia y a mi, con un gesto en su mirada entre pervertido y dudoso. Lou entró al autobús y se nos quedó mirando para que avanzásemos hacía el interior.
Justo en ese momento, dejando Natalia su maleta junto a la de Lou y la mia fuera del autocar, el joven del pelo rizado nos impidió el paso
-Hey! ¿Dónde creéis que vais vosotras? – Dejó a la pequeña sentada en las escaleras y para nuestra sorpresa extendió sus bracitos hacia mi. Acto seguido, la cogí y la sujeté con mis brazos.
-Pues si no te importa majo, vamos a subir al autocar – Dijo Natalia decidida dando un leve toque en el hombro de Harry para apartarlo de nuestro camino. A esta chica el viaje a Barcelona la había cambiado, para mejor por supuesto, ¡vaya carácter!
Se oyeron los típicos ‘uhhh’ por detrás de Harry y de Lou, y pude ver como ella se reía. El chico no contento, quiso evitar de nuevo que subiésemos pero en ese momento Lou habló.
-Harry, cariño, si no dejas a Alba y a Natalia subir al autocar, te aliso el pelo para el concierto de mañana – Más risas se oyeron y finalmente el chico se apartó permitiéndonos el paso.
Más risas se oyeron, ¿no se cansan? A mi me da que les pagan por reír seguro. Bueno, al menos dentro del autocar se está fresquito, porque vamos, la que esta cayendo ahí fuera…
Natalia y yo saludamos a los 4 jóvenes que estaban tirados por los sofás que había allí dentro, menos mal que aún había uno libre en el que cabíamos las 3. Puse a Lux en mi regazo y Natalia y yo nos sentamos cruzando las piernas sobre el asiento mirándonos la una a la otra. Ambas reímos al ver que habíamos hecho lo mismo a la vez. ¿Telepatía? Quien sabe. La verdad nunca sabremos como acabamos ambas cantándole una copla a la niña, pero bueno, menos mal que nadie nos entendía.
-¿Qué cantan? – Dijo Lou curiosa mientras miraba a los 5 chicos que estaban en frente de ella. Natalia, hizo la intención de responderle, pero antes de que ella lo hiciese otra persona respondió en su lugar.
-Le cantan una copla – Dijo el joven del pelo rubio – Supongo que será cantada en semana santa, porque hablan sobre la virgen – Nosotras nos habíamos quedado un poco asombradas.
-Oye chaval – Le dije con un poco de enfado - ¿Tú nos estás tomando el pelo o algo así? Lo digo más que nada porque siempre sabes de lo hablamos y a lo que nos referimos cada vez que hablamos en castellano entre nosotras…