NARRA ALBA
-¡Natalia! ¡Natalia! – Nada esta niña esta sorda. Son las 9 de la noche y tengo un hambre que me muero. ¡Si, vale soy de buen comer! Oye, pero lo vivo bien – ¡¡Natalia!!
-¡Qué ya voy pesada! – Oigo un libro caer, si, sé que es un libro; he visto, y oído, caer muchos... - ¿Qué coño quieres? – Dice mi amiga apareciendo por la puerta de su cuarto.
Voy a fastidiarla un rato. ¿El motivo? No sé, estudiar tanto me aburre. Además estoy tirada en el suelo rodeada de libros y hojas y hojas y hojas… ¡Ah! Se me olvidaba, ¡más hojas!
-Pues… Natalia de mi vida y de mi corazón – Digo con voz de poeta – Ya que estas de pie, porque no te tiras el rollo y haces la cena... Por favor...
Puse, obviamente mi cara más adorable, a la que nadie se resiste y menos ella. Se ablanda cuando le pongo pucheros.
Frunce el ceño. Me mira mal y suelta un bufido. ¡Já! Alba 1 – Natalia 0.
-Anda vaga de mierda levanta del suelo y ve poniendo la mesa – Dice mientras camina en dirección a la cocina.
¡Hago un reclamo a los hombres del mundo! No os acerquéis a ella para usarla de chacha; para eso, ya estoy yo. Lo que hagáis con su belleza ya es cosa vuestra. Uy, belleza, aún me acuerdo de las ‘peleas’ que teníamos… En serio en ocasiones daban ganas de darla una hostia…
Pero… Hablando de chicos…
-¡Natalia! – Grité de nuevo. Si, debo de tener contentos a los vecinos.
-Tú lo de gritar lo llevas bien ¿no? ¿No estás afónica nunca? – Replicó ella removiendo lo que tenía en la olla.
-¿Qué tal con Marco? ¿Besa bien? – Digo riendo. Ella me mira asesinamente – El movimiento de la aspiradora, exteriormente parece que se la bien. Digo más que nada porque al Liam le dejaste con las ganas.
Me ha asesinado con la mirada. Lo tengo muy claro. Levanta la olla del fuego. Abre la nevera y saca MI trozo de tortilla de patatas que no me comí el otro día. Lo calienta y pone lo de la olla en un plato hondo. Silencio.
Deja los platos en la mesa. En uno hay puré y en el otro mi tortilla.
-¿Te encuentras bien? – Digo confundida.
-Si, ¿Por qué? – Me dice ella también confusa.
-Lo digo porque odias el puré y bueno, vas a tomar puré…
Se ríe como una loca. En fin, es mi amiga. Sabía lo que venia incluido. Lo bueno es que no la tuve que montar como los muebles del Ikea. Ya venía montada y sabía hablar.
-Lo de reírte… Pues como que no lo he pillado – Le digo tranquilamente. Para un poco de reír.
-El puré es para ti lista.
-Pe...Pe...Pero… Es mi tortilla... – Digo triste.
-Haberte hecho tú la cena.
‘Hija de su madre, que lista es la jodía’ Es la primera frase que se me viene a la mente, como en los viejos tiempos.
-Tú eres un poco hija de tu madre ¿no? – Le suelto enfadada pero cómica.
Ella sonríe y utiliza una frase que yo tanto decía.
-Alba, el karma es una perra.
Sé exactamente a lo que se refiere... Prefiero dejarlo pasar y cambiar de tema.
-Oye, ahora que me acuerdo, no llegamos a escuchar el mensaje de voz.
-Es verdad – Dice ella tomando un trozo más de la tortilla.
Miro mi plato. Había poco puré…
-Anda toma el último trozo estúpida – Dice con una sonrisa.
-¡No! No quiero tu limosna ¡Já! – Digo girándome con gesto de superioridad.
-¿Estás segura? – Dice ella – Pues me lo como yo.
-¡No gocha! Que la tortilla la hice yo – Y me comí esa mierda de trozo que me dejó… De verdad… Que vergüenza de gente…
Nos tiramos en el sofá, Natalia con su móvil en la mano derecha y el teléfono fijo en la izquierda. Pulsa el botón de los mensajes de voz y este se reproduce.
Son ellos. Louis, Liam, Harry, Zayn y Niall. Pegando gritos diciendo cosas como ‘Teneis que volver’ ‘Nos quieren matar’ ‘Las dos chicas estas van a abusar de nosotros’.
Pero, espera u momento. ¿Qué chicas? Me he perdido… Y en estas situaciones, y tratándose de quienes son, habrá algo por Twitter.
Como si de telepatía se tratase, Natalia y yo abrimos Twitter. Un algunas de las menciones de esta mañana, la gente nos dice cosas como ‘Os han sustituido’ ‘¿Dónde estáis?’ ‘¿Quién se va a ocupar ahora de todo?’
Mi duda es, ¿Cómo cojones sabían ellas esta mañana que nosotras no trabajábamos ya con ellos? A ver, todos sabemos que si no hubiese sido por aquella gran confusión a la entrada del estadio, nadie nos hubiese conocido. Y de ese modo nadie notaría el cambio de operarios…
Había tweets. Aquí son las once y media de la noche. Si, con la tontería del Twitter, y del ‘Candy Crush Saga’ se me han pasado 2 horas.
Varias menciones llegan a mi móvil, y como era de esperar, también al de Natalia.
‘Ha sido horrible la primera hora’ Así decía el primer tweet que leí. Mi TimeLine de Twitter, estaba llena de tweets de alegría mezclados con otros que se quejaban sobre la primera hora de concierto.
Las suplentes…
NARRA HARRY
-¡¿QUÉ QUE?! – Fue lo único que salio de mi boca al escuchar la ‘proposión’, aunque yo más bien la llamaría obligación, que Jeff nos impuso para que Alba y Natalia volvieran a dirigir esa parte tan importante de nuestras actuaciones.
-No, no, no y no. Me niego a salir con la tía esa. ¡Que a mi no me metes en esas movidas! Búscate otra opción – Dijo Niall enfadado. Normal, le toca la tonta.
Aunque claro. Supongo que Niall lo tiene mejor para liarla en ocasiones. Yo en cambio tengo a la avispadilla… Encima es una lapa interesada… Dios que mala leche se me esta poniendo.
-Pero vamos a ver chicos – Dijo Jeff en tono calmado y conciliador – ¿No os dais cuenta de mi plan?
-¡Pues no Jeff, no! – Dijimos ambos al unísono, exasperados. Pase una mano por mi pelo. Dios, que estrés.
-Pues os lo explico – Dijo en un tono infantil e ilusionado. Esta claro, él, lo ve todo bonito porque no tiene que salir con la bicha esa.
-Adelante, somos todo oídos – Dijo Niall, vacilando un poco al joven.
-Bien, según el contrato, el cual ellas debieron de leer bien, todas las hojas, las 22 hojas; ya sabéis – Río, aun recuerdo cuando salí en defensa de aquellas 2 españolas por el numero de hojas que tenía el contrato – Pues eso, que una de las cláusulas, estipula fielmente que esta terminantemente prohibido que los operarios, sea del área que sea, no pueden mantener relaciones sentimentales más allá de la amistad con los cantantes; es decir, vosotros.
Entiendo a donde quiere ir a parar.
-Pues no lo pillo – Y automáticamente mi mano va a la nuca de Niall. Un golpe limpio, un sonido sordo. Perfecto – ¡¡Ayy!! ¿Pero que haces melón?
-A ver Niall, que si estas dos salen con nosotros y las pillan, se les acaba la tontería y las echan – Digo en un tono de ánimo, en realidad no estoy contento porque, de todos modos, voy a acabar saliendo con ella.
-¿Entonces que decís? ¿Aceptáis?
Que hago es lo que me pregunto veintisiete veces al segundo. Si acepto, la aguantaré durante las vacaciones; en cambio, si digo que no, Alba y Natalia no vuelven.
Ayuda es lo ahora más necesito.