Minutos después de que las risas entre las distintas personas que estaban en esa sala parasen, decidimos que era hora de regresar a nuestro hotel para empezar a empaquetar las maletas. Debido a la emoción del momento y a que nuestra capacidad de concentración nos precede; salimos por la puerta lateral, la cual da a la verja principal. Lugar por el que desafortunadamente aun salían las fan. Miles.
Cuando Natalia dejó caer la puerta tras de ella, no pensó en ningún momento que el ruido que produciría, ocasionaría que unas cuantas fans se girasen y al grito de ‘Son las de esta mañana’ algunos flashes de cámara volaron hacia nosotras.
Lo único que se me ocurrió en ese momento fue agarrar a Natalia de la muñeca y tirar de ella hacia el interior del recinto de nuevo. Una vez que estábamos dentro de nuevo cruzamos nuestras miradas con el ceño fruncido.
-Esto nos va a traer algunos problemas, y si no al tiempo… - Dijo Natalia con voz intranquila mientras apoyaba una mano sobre su pecho y respiraba hondo.
-Pienso como tú. No va a tardar mucho en estar Twitter totalmente colapsado de nuestras fotos…
En ese momento nuestra conversación fue interrumpida por George que venía más alterado que de costumbre. Su expresión hacia nosotras no era dura, al contrario, venia con gesto de preocupación.
-¿Estáis bien chicas? A ver, ¿Qué coño ha pasado ahí fuera? – Dijo aun con gesto intranquilo y los ojos muy abiertos. Su mirada oscilaba entra nosotras esperando una respuesta que no llegaba.
-Salimos fuera – Comenzó Natalia al ver que yo no articulaba palabra – Y cuando salimos, una chica grito y en ese momento otras cuantas se giraron y empezaron a fotografiarnos. Entonces Alba tiró de mí para adentro.
El gesto de George ahora era pensativo. Ya no era preocupado. Pero su tranquilidad desapareció cuando nos volvió a mirar a los ojos y pronunció otra pregunta.
-¿Os ha pasado esto más veces a parte de ahora? – Su mirada oscilaba de nuevo entre nosotras y ahora fui yo la que habló.
-Bueno, esta mañana cuando entramos dentro del recinto… - Me hizo un gesto de asentimiento para que continuase – Pues entramos por la puerta principal, pero había unas chicas en la valla principal que empezaron a gritar ‘son las novias de nuestros niños’ – Imité una voz aguda – Y entonces entramos en el recinto.
George se llevó las manos a la cabeza y pensó con rapidez.
-Bien, decidme por favor que tenéis cuenta de Twitter por favor – Tenía un gesto de súplica
-Claro – Respondimos a la vez.
-Vale, porque lo vamos a necesitar para desmentir todo esto que la directioners se han montado – Nos hizo un gesto con la mano con la intención de que le siguiésemos hacia los camerinos donde estos 5 chicos estarían esperando para ir al hotel.
George entró con paso decidido y los 5 chicos que estaban tirados por toda la habitación alzaron sus cabezas. Sus miradas también oscilaban, ¿era costumbre británica?
George les pidió al Liam y a Niall que si podían twitear una foto y algunos tweets respondiendo a las curiosas. Ambos aceptaron.
La situación se presentaba extraña. Se suponía que Niall haría una foto de todos nosotros tirados por el suelo de la habitación, cada uno a lo suyo y pondría nuestro Twitters. Nos informaron, de que empezaríamos a tener seguidores a montones, y también que recibiríamos muchas, muchas menciones.
El flash del IPhone de Niall saltó, creo que ya me había tragado suficientes flashes por hoy. La mención llego minutos después a mi móvil y al de Natalia. No pasó ni un segundo y ya había respuestas a ese tweet. Muchas, algunas u tanto inquietantes y otras muy muy guarras… No pasó ni un minuto y el móvil de Natalia y el mío comenzó a saturarse a menciones y seguidores.
No me podré acostumbrar. Pero cuando creíamos que no podíamos quedar en shock más, el móvil de mi amiga y el mío recibieron menciones con fotos nuestras y todas preguntaban lo mismo ‘¿Sois las novias de One Direction?’ Eso nos asustó y preferimos responder a unas cuantas con un simple ‘No’, conociéndolas esos tweets ya habrían dado la vuelta al mundo.
***
Después de otras 2 horas esperando a que la salida se despejase un poco, conseguimos llegar a nuestro hotel. A Natalia y a mi nos llevaban en un coche normal y corriente. Íbamos acompañadas de Lou, la estilista, era una chica muy maja. Y también nos acompañaba Scoot, parece ser que era otro guardaespaldas. Lux, la hija de Lou llevaba horas durmiendo en los brazos de su madre ante nuestra atenta mirada. Natalia y yo estábamos de acuerdo en que esa niña era adorable a más no poder.
Llegamos por fin después de un rato esperando en el ascensor a nuestra habitación. Pasaríamos la última noche ahí, era una habitación preciosa. Era doble no era enorme, pero tenía buenas vistas de Barcelona.
Natalia nada más llegar se fue corriendo al baño, para no ser menos yo también corrí hacia allí, estaba claro que ambas queríamos ducharnos. Y claro, ella llegó antes que yo, siempre había sido más rápida…
***
Había amanecido en Barcelona, hacía buen día. El típico día que te levantas con ganas de ir a la playa, pero vamos que ese no era nuestro caso…En escasos 20 minutos teníamos que meternos un dios sabe donde para volver a Madrid y repetir allí lo que habíamos estado haciendo la noche anterior. Trabajar.
Salimos ambas de la habitación con nuestras maletas y bajamos al hall donde nos esperaba Scoot junto a Lou y Lux. La pequeña estaba adorable, y Lou se mostraba sonriente y risueña; a diferencia de Scoot, este estaba un poco, como decirlo ¿amargado?
-Hola chicas – Nos saludó Lou con una sonrisa en la cara
-Hola Lou – Dijimos a la vez – Emmm una pregunta…
-Decidme, que ocurre.
-Bien – Dijo Natalia tomando la iniciativa – Nos preguntábamos como vamos a ir nosotras 2 a Madrid…
Una risa tímida escapó de su garganta, al tiempo que nos miraba a ambas.
-Y bien – Dije yo.
-Oh por dios chicas, ¿como pensáis que vais a ir? En la furgoneta como todos, aunque…
-Aunque que – Dijimos ambas.
-Si queréis os puedo colar en el autobús del tour, os lo digo más que nada porque ir con Jorge y con Alberto no es muy divertido…
Esos nombres resonaron en mi cabeza y estoy segura que en la de Natalia también por el gesto de asco que puso.
-Nos haces ese favor, porfa Lou... – Suplicamos como niñas pequeñas.
-Solo con una condición
-La que sea – Dijo Natalia con nerviosismo, estoy segura de que no le apetecía lo más mínimo pasarse 5 horas de viaje encerrada en el mismo lugar que esos 2…
Lou rió ante su iniciativa, no me extraña nada…
-La condición es que de vez en cuando me cuidéis a la niña un rato. Yo la quiero mucho pero a veces me cansa, demasiado.
-Eso está hecho, ni lo dudes – Dije cogiendo a la pequeña en brazos. Natalia se emocionó. Nos pusimos a hacer caras a la niña, pobrecilla.
Lou cogió mi maleta y fuimos dirección al autocar.