Capítulo 8~

26 0 0
                                    

Estaba en mi mundo, el autobús iba totalmente en silencio y cada uno hacia lo que quería. Lou tenía a su hija en brazos y por lo que parecía, ambas se habían quedado dormidas. De vez en cuando un murmullo salía de los labios de la pequeña haciendo que todos nos girásemos a mirarla.

Niall, de vez en cuando se levantaba del sofá y se acercaba a la nevera. La abría miraba lo que había y se sentaba de nuevo. Y así todo el rato. Zayn tenía un bloc de notas blancas y garabateaba en el de vez en cuando con un bolígrafo negro. Louis y Liam andaban jugando a un juego con el móvil entre ellos, supongo que seria multijugador de esos. Y bueno, Harry, después de que todos parásemos de reír sacó su IPhone del bolsillo y empezó a mirar Dios sabe que.

Niall, de nuevo se levantaba de su asiento para mirar la nevera. Aun quedaban cerca de 2 horas de viaje cuando el chico abrió por vigésimo tercera vez la nevera.

  -No va a cambiar lo que hay en su interior por mucho que la mires todo el rato – Dijo Natalia con toda la frustración del mundo. La pobre debía de estar hasta las narices de todo y al parecer el chico rubio se percató y se acercó a ella.

  -Por lo que veo no te gusta pasar mucho tiempo encerrada en un autocar por lo que veo

  -No es el autocar – Dijo intentando mostrarse más dulce que antes – Es solo que odio pasar tanto tiempo en la carretera sin parar y sin tener nada para entretenerme…

  -Te acostumbrarás, bueno os acostumbrareis – Dijo dirigiéndose ahora a nosotras dos

  -¿Crees que nos van a ampliar el contrato? – Dije esta vez yo con tono de incredulidad

  -Teniendo en cuenta que plantasteis cara a Rober y que se os da bien esto pues seguramente si – Se retocó el tupé con una mano y siguió hablando – Me... esto...

  -Si... – Dijimos las dos a la vez de nuevo

  -No es nada, solo que aún no os he dado las gracias por lo de ayer, fue muy ¿amable? Por vuestra parte, gracias de verdad

  -No fue nada – Dije yo

  -Era nuestro deber en cierto modo – Dijo Natalia

Con un asentimiento de cabeza y una sonrisa se dio media vuelta para volver a su asiento. De nuevo el autobús en silencio, parecía que Natalia se había relajado.

Yo, simplemente reposé mi cabeza en la parte superior del asiento de cuero a la vez que un suspiro salía de mis labios. Varias miradas se posaron sobre mí pero lo dejé pasar, no tenía ganas de mandar miradas amenazadoras.

NARRA NATALIA

Alba había pegado su último suspiro antes de que el sueño ganase la batalla. La verdad es que yo también estaba bastante cansada, no quería dormir pero debería. Alba y yo nos habíamos pasado gran parte de la noche anterior hablando de cómo seria estar en una gira.

Yo por supuesto estaba emocionada, al igual que ella. El único problema era que los exámenes finales eran la semana siguiente, y no era conveniente perderlos. Teníamos que hacerlos, solo serían 3 días, y sin saber exactamente la razón nos habían tocado todos por las tardes. En fin, tendríamos que hablar con George antes de que fuese demasiado tarde y decírselo.

Una hora y media de viaje más y saldría de ahí. Sentí que la cabeza de Alba caía en mi hombro. Suspiré esta vez yo y apoyé mi cabeza sobre la suya a la vez que cerraba los ojos.

***

Un grito, bueno, más bien decenas de gritos despertaron a Alba de golpe. Alba, torpe como ella sola movió su cabeza de golpe y nos chocamos. Ella se quejó y yo la miré con mala cara, pero al poco comenzamos a reír mientras nos tocábamos la zona dolorida con nuestras manos.

Love Your SmileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora