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Por varios años trate de controlar esos pensamientos malévolos que rondan mi mente, pero luego de escuchar esa historia de Oliver han vuelto, durante el desayuno no hable con nadie, salvo Dan que se sentó conmigo minutos después de haber llegado a la cafetería, tenia el deseo de ver sangre correr, huesos romperse y gritos de horror tal y como pasa en las películas con asesinatos como temas principales.

Abro mi maleta, un pequeño objeto sigue allí dentro, uno que planeaba usar justo ahora, en uno de los bolsillos internos lo vi brillar, meto la mano y tomo con sumo cuidado, una navaja, mi vieja y confiable amiga con la cual pase momentos encantadores, me siento en la suave cama

La miro con atención, mis iniciales "AC" siguen marcadas en un costado ¿como pude olvidarme de esta cosa? solía usarla cuando mi padre comenzó a violarme, me sentía sucia y deshonrada, la sangre manchando mi piel me hacia sentir liberada, como si mi pesadilla acabara, reflexione un día, lo que hacia no estaba bien, hacerme daño no arreglaría nada solo me produciría mas dolor y este seria físico, la olvide por un tiempo, ni siquiera se porque la traje conmigo

Pongo una de sus puntas filosas en un extremo de mi muñeca, la deslizo suavemente a través de esta, repito la acción con mas profundidad

-¿Que haces Annalia?- La voz de Oliver hace que baje del paraíso, oculto mi muñeca sangrienta junto con la navaja detrás de mi, el esta apoyado en marco de la puerta con sus brazos cruzados sobre su pecho

-No mucho ¿Y tu?

-¿Que ocultas allí atrás?- se acerca a mi, retrocedo

-Lo único de tras de mi es el redondo trasero que viste hace un rato

-Te lo dijo en serio ¿Que tiene allí atrás?- Me acorrala contra el espaldar de la cama, saca mi brazo derecho de detrás de mi espalda, sus ojos se abren como platos al ver la sangre que mancha las manga de mi suéter

-Pero ¿Que has hecho?

-Jugaba con la navaja ¿No quieres unirte?

-Por supuesto que no, ¿Estas loca?

-Pues mis compañeros de clase dicen que soy rara, inadactada social, que me falta un tornillo y muchas cosas

Mi vista se nubla repentinamente, la imagen del rostro de Oliver se torna borrosa, el dolor en mi muñeca es terrible, jamas había sentido esto

-Oliver no estoy bien- Sujeto su antebrazo con ambas manos

-Claro que no esta bien, ¿Que persona se cortaría estando en un mugroso internado?, ¿No tienes cerebro?

-No, no eso, de verdad no estoy bien

Un mareo inunda mi cabeza, mi vista se nubla aun mas, mi cuerpo inconsciente cae en el colchon

💔💔💔

Un resplandor hace arder mi rostro, abro los ojos lentamente, demoro unos segundos en reconocer el lugar donde me encuentro, estoy acostada en mi cama, un venda cubre mi muñeca derecha

-Despertaste- Oliver estaba sentado en una silla a un lado de mi

-¿Que me pasó?- Pongo mi mano izquierda en mi frente

-Te desmayaste por la perdida de sangre- Eso explica la venda en mi muñeca, había vuelto a cortarme, había vuelto a ser una tonta, esos torpes pensamientos tenebrosos pertumbaban mi mente nuevamente, fueron tan inmensos que manejaron mi mente, controlaron mi ser como si se tratase de un títere la ultima vez ocurrió algo horrible, algo que no quisiera revivir ni en mis sueños

-Gracias por ayudarme entonces

-De nada, tengo que irme- Se levanta de la silla y camina hacia la puerta, el silencio inunda el lugar luego de su partida

La idiotez que padezco es extrema, tonta, igual que en el pasado

Mis padres arruinaron mi vida, debo ser capaz de cambiarla, se supone que soy dueña de mi vida

Oliver vuelve a entrar, sus ojos miel miran los mios, ¿como alguien tan guapo puede ser tan cortante?

-Te traje esto, es lo mejor que encontré- Pone una bandeja con comida en mis piernas, sopa y limonada

-Creí que no querías ser mi amigo- Vuelve a tomar asiente

-No lo soy, solo quiero ser amable contigo por tu estado de salid

-Te importo

-No te creas tan importante, solo tienes dos días de estar aquí, ni siquiera te conozco

-Ni yo a ti Oliver

No sabía que decir, las palabras que salían de mi boca no eran las indicadas, en cambio él parece que tuviera un libreto en su cabeza

-Mejor toma tu sopa Annalia, no querrás volver a desmayarte

Cojo la cuchara que esta en el plato, la sumerjo en la sopa y tomo unas cuantas cucharadas, sentía la mirada del rubio sobre mi, una sensación bastante incomoda

-¿Cuanto tiempo llevas aquí?- Pregunto en un susurro, sus dientes muerden su labio inferior por micro segundos, pasa su mano por su cabello dorado

-Dos años-

Demasiado tiempo para mi, no quiero pasar tanto en este lugar, pero es la única alternativa, a menos que quisiera pasar el resto de mi vida siendo atormentada por mis padres

-¿Extrañas a tu familia?- sus ojos brillan cuando pronuncio la ultima palabra

-A mi papá y mi mamá

Sabia que al decir «mamá» se refería a la profesora Chapman, lo entendí anoche al decir que ella era su madre no su madrastra

-¿Y tú, extrañas a alguien?

Niego de inmediato, ¿que podría extrañar?, ¿Los regaños de mi madre? ¿Las violaciones de mi padre? ¿Los golpes de ambos?

-No hay nada lo suficientemente importante en mi vida, excepto una persona

-¿Tu madre?- Vuelvo a negar

-A tu madre, la señorita Chapman- Frunce el ceño

-¿Como la conoces?

-Fue mi maestra de arte por los últimos dos años

-Tanto tiempo en este edificio que había olvidado la profesión de mis padres

Sus ojos mostraban tristeza, es obvio que no quiere estar aquí, pero ¿Que hizo exactamente para ser enviado a tal lugar?

-Oliver ¿Por que estas aquí?

Su mandíbula se tensa, sus manos se hacen puños y su rostro se torna de un leve tono rojizo

Mala pregunta

ANNALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora