ANNALIA

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SEGUNDO CAPÍTULO.
...

Katherin hizo un buen trabajo hoy, no fue necesario que le explicara demasiado lo que debía hacer. Se quedó conmigo para acompañarme a cerrar justo a medio día, la invité a almorzar conmigo a un restaurante a una cuadras.

- Sabes.- dijo sentándose frente a mí en la mesa que escogimos en el restaurante. - hoy atendí a un tipo muy guapo.

- ¿Ah sí? - dije revisando el menú. Hay una gran variedad de platos que suenan suculentos.

- Si, sus ojos eran hermosos. - suspira, ésta chica no cambia.

Casualmente la han despedido de todos sus empleados anteriores por enamorarse y acosar a los clientes. ¿Por qué no busca un novio que no tenga nada que ver con su lugar de trabajo?

- No te preocupes. - pone su mano frente a mi rostro. - ni me voy a enloquecer por él. Te lo dejaré a ti.- giña su ojo ante su último comentario.

- Estás loca.- niego con la cabeza y vuelvo mi vista al menú. ¿Por qué no ha venido un jodido mesero?

- Vamos, Abby, no has tenido un novio desde que te conozco.- baja el menú de mi vista. - o no me digas que sigue esperando a que Turner te busque.

Si, le conté sobre toda mi experiencia en ese internado.

- Eso no es verdad. Ya no me interesa Oliver.- digo. Ay Dios tengo tanta hambre.

- Buenas tardes, señoritas ¿Listas para ordenar?- el mesero llega a nuestro lado. ¡Por fin!

Katherin me mira con su cara de hablaremos de esto después.

Ordenamos y esperamos un rato por nuestra comida.

...

- Vamos, Abby. - Katherin tira de mi brazo y chilla mientras lo hace.

Era un nuevo día, martes, eran las siete con treinta y ocho minutos de la mañana. Katherin insistía en que conociera al dichoso cliente que atendió ayer.

- Katherin, soy la dueña, no está bien visto que lige con los clientes.

- A la mierda el protocolo, yo sé que ese tipo es perfecto para ti.- tira más fuerte hasta que llegamos afuera. - allá está. - apunta a un hombre en una mesa no muy lejos de nuestra posición.

- Ve y habla con él.- me empuja haciendo que tropiece con la silla de una clienta, me disculpo con la señora y fulminó a Katherin, ella sonríe y señala al hombre con su mirada.

Agh. No me dejará en paz si no hago esto.

Camino hasta la mesa, siento que un escalofrío recorre mi espalda. Esto no es normal. ¿Por qué estoy nerviosa?

- Bueno días. - digo una vez que llego a la mesa. Él levanta su mirada, ¡Dios! Katherin decía la verdad, tiene unos ojos hermosos, un hermoso azul cielo adorna su mirada.

- Buenos días. - responde seguida de una sonrisa, qué bella sonrisa.

- Mi nombre es Abigail White, soy la dueña de Sweet Coffee.- digo luego de salir de mi trance.

- Soy Kyler Mehrkens, es un placer conocer a la figura detrás de tan maravilloso establecimiento.- sonríe.

Un silencio se establece entre nosotros, fueron algunos minutos y no fueron para nada incómodos. Esto me agrada.

- ¿Le importa si me siento? Tengo tiempo libre y me gustaría saber cómo le parece el servicio.- mentira, sólo quiero hablar un poco más con él, parece un tipo interesante.