...
No puedo creer que Dan le haya dicho eso a Oliver ¿cómo pudo hacerlo? Bueno si, existen muchas formas de comunicarlo pero, debió dejar que yo se lo dijera, aunque no creo ser capaz de hacer eso, de todos modos ya Oliver lo sabe y eso es muy, muy malo.
Oliver se removía en la cama, de un lado para el otro, daba vueltas y vueltas no me sorprendería si se cae de la cama.
-No puedo dormir.- dice poniéndose boca arriba y abriendo los ojos.
-¿y qué quieres? ¿qué te cante una canción de cuna y acaricié tu cabello hasta que te duermas?- respondo sarcásticamente.
-Sabes, no te vendría nada mal dejar de un lado el sarcasmo y ayudar a este chico maltratado de lindo cabello.- me da una mirada de perrito.
-Si... En tus sueños Turner.- sonreí amargamente.
Tomó las fuerzas suficientes y se sentó con sumo cuidado en la cama, haciendo una mueca de dolor de paso, sus heridas ya iban en buen plan, su cara ya no se veía tan mal, muchos de los cortes se habían cerrado, ahora su sonrísa no se notaba tan torcida.
Con su mano izquierda acarició la derecha, su muñeca está lastimada, igual los dedos.
-¿Te sientes mejor?- pregunté.
-Un poco.- dejó su mano en paz y levantó la mirada.- aunque estoy hambriento.
-¿No has desayunado? - negó suavemente con la cabeza, mordí mi labio pensando en qué hacer, ya había pasado la hora del desayuno y la cafetería no volvería a activarse hasta el almuerzo, en dos o tres horas.
-Eh, esta vez no puedo ayudarte.- tragué fuerte.- vas a tener que esperar hasta dentro de una horas, hasta la hora de almorzar.
-Esta bien.- asintió.
Lo miré de forma rara cuando comenzó a reírse de la nada.
- bien, ya te volviste loco.
-No, no es eso, es que recordé algo.
Lo miré negando con la cabeza de un lado a otro.
-Antes me solía pasar esto.- empezó.- cuando mamá y papá estaban juntos y mi papá trabajaba todo el día mi mamá no me daba de comer.- sonrió con rabia.- ella simplemente empezó a tratarme mal de la noche a la mañana, no entiendo qué fue lo que pasó, todo estaba tan bien.- en sus ojos lentamente se fueron acumulando lágrimas.- luego de ese viaje ya nada volvió a ser lo mismo.- por su mejilla corrió una pequeña lágrima rebelde.- yo nunca quise hacerla molestar, no era mi intención, sólo cuenta una estúpida materia de la escuela.- sus ojos miraban al vacío, una punto fijo de la pared mientras sus mejillas se humedecían poco a poco a causa de las lágrimas.
Me levanté y Caminé con cautela hacía él, no parecía notarlo, estaba tan concentrado en su doloroso pasado que no se dió cuanta cuando me senté en su cama y tome su mano con cuidado.
-Yo sé que es difícil, Oliver, yo también viví cosas así.- volteó dejando ver así muieles ojos rodeados de un leve tono rojizo.- al menos tú tuviste amor al principio, yo no.
-¿Qué te pasó a ti?
-Mis padres no me querían, nunca lo hicieron, no hay un recuerdo en mi mente en dónde me hayan dado un regalo, una abrazo, un beso, nada.- con la sábana limpió su rostro.
-Oh.- musitó.
-Si...La vida no nos quiso Oliver.
-Ni nos querrá.- torció la boca.
...
-Es muy raro lo que le pasó a Ehan.- comentó Oliver, comiendo un trozo de pollo, tuve que ir a buscar una bandeja con comida para él cuando dieron las doce y la cafetería resucitó.
-Si, la directora no se a pronunciado desde el acontecimiento.- asiente y toma un poco de limonada.
-Ethan no me caía bien pero, no se merecía morir tan brutalmente.- hizo a un lado os espárragos con cierto disgusto.- además ¿Qué loco le corta a un pobre desgraciado lo que lo hace hombre? Es una total locura.
-¿Qué crees que hará el asesino con el pene?- comenté con gracia, Oliver me miró, abrió lo ojos como platos.
-¿Y yo que voy a saber? Estás loca.
-Pero que te imaginas que pueda hacer con el.
-Eh... - murmuró con incomodidad.- ¿embalsamarlo y tenerlo como trofeo?
Estallé en carcajadas, ¿que raro podría hacerlo? Aunque hay que admitirlo, hay persona capaz de hacer esas cosas, nunca se sabe lo que hay en este mundo.
-¿Por qué hablas de penes cuando estoy comiendo?- bajó la bandeja de sus piernas y la puso en la cama.
-El tema sólo salió a flote.- fruncí los hombros.
-No, no, eso no es cierto, tú trajiste el tema.- me señaló.
-Bueno, pero tú me seguiste la conversación.
-Es por educación, es grosero dejar a alguien hablando solo.- parpadeó varias veces.
-¿Y desde cuándo te importa ser educado conmigo? Creí que no te caía bien, aunque ya somos "amigos"
-No me caes mal, es sólo que eres una rubia intensa.
-intensa ¿En el buen o mal sentido?
-En el buen sentido, Annalia, niña mente sucia.
-Perdón por no ser un ángel, señor Turner.- sonreí falsamente.
-Eres un pequeño demonio, no me hagas sacar a conversación la vez que me engatusaste e hiciste que esa mujer demente me enviara a la zona de aislamiento.
-oh, cierto, perdón por eso.
-Si ajá.- volteó la cara ignornadome olímpicamente.
Hice algo que nunca pensé hacer. Tome su rostro y lo giré, dejé un beso en su mejilla. Sonrió.
-¿Ahora si me perdonas?
-Lo haré si me consigues postre.- me guiñó un ojo.
-No voy a hacer eso Oliver, ni siquiera consigo postre para mi.
-Entonces nunca más te volveré a hablar.- cruzo los brazos sobre su pecho y levantó la cabeza.
-¡Oh vamos!- ni volteó.- Oliver deja de ser dramático.- siguió sin prestarme atención.- está bien, buscaré tu postre pero, tienes que compartirlo.
-Bien.- torció los ojos.- pero para hoy que tengo hambre.- exclamó.
-Ya va, ya va, señor mandón.- tomé la bandeja y salí de la habitación.
Este chico va a hacer que me vuelva loca.
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ANNALIA
Подростковая литератураLo que hice no está bien, nunca algo en mi vida ha estado bien. aún recuerdo sus caricias, sus palabras, la forma en cómo me hacía sentir.. amada. Todo fue lindo mientras duró, un momento más en mi sombría existencia llena de dolor y angustia, un si...