22. 'Yo no miento'

426 35 10
                                    


–Aoi–

Uruha se sentó en mis muslos y colocando sus manos a mi costado comenzó a besar mi mentón con ternura, ocultando la pasión y urgencia que tenia.

Lleve mis manos a su cadera y sosteniendo esta me senté sin quitarlo de mis piernas, introduje mis manos bajo la camisa que amenazó con quitar al aventarme a la cama, más no lo hizo. Acaricie la suave piel de su abdomen y pecho, su respiración comenzó a agitarse poco a poco.

–Te partiré en dos con la técnica nueva que aprendí con Reita –susurré a su oído buscando una respuesta provocadora. En cambio solo recibí una carcajada.

–¿En serio? –se aparto de mi y siguió riendo. Inevitablemente también comencé a reír.

–Ni preguntes como lo deducimos ¿okay? –trate de controlar mi risa pero por predecir su respuesta no lo hice.

Uruha me miro con los ojos bien abiertos y arrugo un poco el entrecejo.

–Muy bien... ¿Quién fue el pasivo?

Tarde segundos para resolver su pregunta. Segundos más para asimilar mi respuesta.

–¡¿QUÉ?! oye no, que asco –comencé a reír a carcajadas –solo que un día cuando eramos mas jóvenes nos pusimos a hablar de sexo y... se nos ocurrió la idea de probarlo con una paja, y ¿qué crees? Pues, funcionó

–Vaya, que decepción –suspiro Uruha seguido de un puchero–. Pensé que Akira había sido el activo.

–¡Oye! Primero... yo siempre seré activo y ¿Crees que dejaría entrar esa cosa en mi? –hice un gesto de asco. Akira tenia muy mala fama–. Quien sabe en que cosas ya estuvo dentro.

Hubo un momento de silencio pero enseguida Uruha comenzó a reír a carcajadas, obviamente no pude reprimirme y también reí.

Pasaron de nuevo unos minutos hasta que Uruha dejo de reír. Respiro profundamente y me miro. Por unos segundos parecía que había olvidado el objetivo de que estuviésemos en la cama.

–¿Y bien? ¿Seguimos? –se acurrucó en mi poniendo sus suaves labios en mi cuello y beso este un poco.

–No desesperes –moví mis manos a su camisa y solté uno a uno los botones dejando correr el algodón negro por su piel y acerque mi boca a su cuello y pecho dejando un camino de húmedos besos.

Hubo un suspiro entre cortado de su parte y yo seguí en mi labor de besos. La piel de sus brazos se erizo y sonreí un poco. Mire su rostro de reojo y note un claro sonrojo en este.

Sus manos abrieron mi propia camisa y seguido fueron a mis pantalones, ágilmente abrieron este y juguetonamente tomaron mi erección.

Bese su cuello por última vez y le despoje de sus pantalones y sus calzoncillos para ver su miembro elevarse. Relamí mis labios y entonces comencé a besarlo como debió ser desde un comienzo.

Sin poder retener la lujuria que me invadía. Entre los besos apasionados Hale mas su cuerpo al mio hasta que nuestros miembros se rozaron entre si.

La boca de Uruha profería gemidos y jadeos. Su pecho se agitaba y temblaba y poco.

–Por favor –susurro a mi oído cuando mordía yo su cuello buscando hacerle un pequeño chupete.

ImmortalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora