26. Visitas

309 27 6
                                    

I
–Uruha–

Llamaron temprano a la puerta del hogar que compartía con Aoi.  Mire hacia donde se encontraba Aoi. Había él decidido ducharse antes de que llegara Miyavi y Kai.

Volvieron a llamar a la puerta y abrí esta sin preguntar, realmente a esta altura la situación no me permitía pensar algo con claridad.

Al abrirla, Miyavi sonrió desde el umbral de la puerta. Mis ojos se dirigieron enseguida a su acompañante.

Lo recordaba como un niño pequeño. Claramente ya no lo era. También era un ángel de relucientes alas blancas; ahora era un demonio con alas oscuras.

–Bienvenidos –les sonreí ampliamente conteniendo las ganas de abrazar a Kai.

–¡Hola Uru! ¿Me recuerdas? –Miyavi me sonrió moviendo de lado su cabeza dejando que un mechón oscuro que era fleco se moviera de su lugar.

Desde la ultima batalla con Yo-ka había cambiado su imagen. La ultima vez que lo vi en los recuerdos de Aoi su cabello era de colores, ahora tenia un look mas sobrio, un natural negro. Un corte masculino. Pero en la sonrisa mantenía aquel toque que lo definía.

–Mmh... no tanto –reí apenado rascando mi nuca –a pesar que no es difícil olvidarte.

–¿Qué? Yo te eduque en gran parte de tu infancia en la academia junto con este muchachito –agarró a Kai por la cintura atrayéndolo a él.

–Ho-hola Uru –ignore totalmente lo que Miyavi había dicho al oír la voz de Kai. Era igual a mis recuerdos. Era la voz de quien fue mi mejor amigo.

Ignore todo lo que nos separaba. Ignore todo lo que había pasado. Ya no tenia que contener mis emociones.

–¡Kai! –lloroso le abrace apartando a Miyavi y las maletas que llevaban. Lo abrace tan fuerte como para fundirlo en mi. Lo había extrañado demasiado–. Que bueno es verte

–Lo mismo digo –Kai correspondió a mi abrazo y sentí como se escaparon algunas lágrimas.

–Pasen –dije soltando a Kai un par de minutos después para limpiar mis lágrimas. Kai mirando al piso hizo lo mismo –Aoi esta dentro... y por cierto... claro que te recuerdo Miyavi.

Me adentre en la casa y en seguida unos brazos rodearon mi cuello colgándose de mi espalda. Seguido a eso unas manos revolvieron mi cabello.

–Oh Shima, ¡Sabía que no me habías olvidado! –Miyavi siguió removiendo mi cabello mientras se oía las risas de Kai como fondo.

–Miyavi, basta –dije entre risas mientras él comenzaba a halar de mis mejillas.

–¡Oye! ¡¿Que le haces a mi novio!? –Aoi salia de la habitación con una toalla al cuello y una en la cadera. Dejaba ver sus músculos no pronunciados. Evite comenzar a babear.

–Tranquilo Aoi, no me hacia nada malo –me acerque a él quitandome a Miyavi de encima. Abrace a Aoi por la cadera sintiendo su piel fría y exquisita.
–Humm, ¿Miyavi esta loco verdad, Kai? ¿Tu qué piensas? –Aoi beso mi frente haciendo que la temperatura fría de su cuerpo esta vez se expandiera más en mi.

–Y-Yo... él es así, es su estilo –Kai murmuró para después sonreír de manera un poco nerviosa con un sonrojo evidente en sus mejillas.

–¡Oh! es mas adorable de lo que me contaste Miyavi –Aoi sonrió dirigiéndose al nombrado.

Los ojos de Kai se abrieron muy grandes mientras su rostro se llenaba de un tono rojo. Podía oír su sufrimiento y vergüenza por el comentario de Aoi.

ImmortalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora