39. Koichi

157 19 8
                                    

–Ruki–

–Y tú... ¿Eres? –mire fijamente al recién llegado. Había pasado una semana desde que Aoi y Miyavi se habían ido.

Y aún no teníamos noticias. Uruha buscaba ocuparse, ocuparse antes de salir corriendo.

Era alto y muy delgado. El cabello era rosado y estaba atado en una coleta. Bajo la capa rosada una capa de pelo negro. Los labios bien delineados rojos. Ojos azules.

Esto de ángeles y demonios andróginos era cada vez más constante y complicado.

–Koichi –su voz era todo lo contrario. Sonrió –conozco a Uru desde que éramos niños... O antes quizá

–Koi... Hum –sonreí y me acomodé en la silla mirándolo mejor.

Mire también a Uruha. Tenía una gran sonrisa mientras pelaba una zanahoria y la pasaba a Koichi.

–Eres tierno –Koichi rió y mordió un trozo de zanahoria–. No me extraña que seas hijo de Uruha

–Puede ser, me sentí muy feliz cuando lo conocí –sonreí y suspiré después recordando cuando lo conocí.

–¿Ah sí? ¿En serio? ¿Y qué sentiste al conocer a Reita? –Koichi se inclinó hacia mí y  sonrió ampliamente.

–Enojo al principio –rei y también le miré fijamente –es que... antes de ser demonio, yo... bueno... era un poco despreciado por los demás, pensé que Reita haría lo mismo

–Adivino –Koichi torció un poco los ojos –¿Te despreciaban por tu forma de ser? Tsk...esos mortales... por cosas así jamás accedí a bajar a la tierra o ser un guardián. Prefiero vivir arriba, siendo un ángel de corte.

–Si... fueron un poco crueles conmigo –sentí un nudo en mi garganta y miré el mesón de la cocina.

Una manos delgadas cubiertas por guantes negros de encaje se acercaron a acariciar mis mejillas.

Eran las manos de Koichi.

–Son unos tontos –me hizo mirarlo y sonrió. Yo correspondi.

–Mhh... –me encogí de hombros y suspire –pensé que Reita era un humano tonto como ellos, que solo me buscaba para molestarme e insultarme.

Koichi apartó sus manos de mi.

–¿Ah si? –un par de manos cálidas rodeo mi cintura y él aliento tibio de la respiración agena en mi cuello.

Era la voz, las manos y la respiración de Reita.

Regresaba de su guardia.

–Yo crei eso –voltee a verlo y me abrace a él. Inhale su perfume.

–Pues lo de tonto te lo creo todavía –dijo Uruha entre risas haciendo a Koichi reír también.

Mire a Reita que hizo una mala cara. Misma que se quitó cuando acaricié su mejilla derecha. Se acurrucó en esta y dió un beso en la palma de mi mano.

–Bueno, como sea –Reita me tomo perfectamente entre sus brazos –les robaré a mi novio por un rato

Me concentré en su rostro. En sus labios y su olor.

Camino conmigo en brazos hasta llegar a la habitación que nos habían designado la noche en la que llegamos.

Ruu, tú y yo tenemos mucho de que hablar, además debemos empezar la "rutina de ejercicios" –Reita cerró la puerta con el pie azotando un poco está.

–¿Ejercicios? ¿De que hablas, Rei? –frunci mi entrecejo y él sonrió.

–Ya sabes –mordio ligeramente su labio inferior y yo me sonroje bajandome de sus brazos rápidamente.

ImmortalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora