31. Dones y visiones

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-Ruki-

-Solo quiero probar algo... -Aoi se acercó a mi oído y susurro tan bajo que dudo que alguien haya oido -los demonios tenemos poderes especiales...

Abrí los ojos completamente dejando a mi cabeza llenarse de millones de ideas posibles. ¿Qué tipos de poderes? Mire de reojo a todos los que me rodeaban. Tofos ellos tenían un poder ¿Por qué lo habían ocultado?

Hasta Uruha y Akira que tenían más debilidad ante mi lo habían ocultado. ¿Y si era un secreto? O definitivamente por ser un humano antes que un demonio debían de ocultarmelo.

-¿C-Cómo? -fue no que alcance a articular tras la sorpresa.

-Bueno si, realmente es una habilidad especial que todos los seres inmortales tenemos, ¿Acaso crees que solo tenemos nuestras alitas y ya? Eso nos quitaría parte del encanto y magia que atrae a los humanos -yo reí negando con la cabeza y Aoi suspiro con una ligera sonrisa en el rostro-. Solo que las ocultamos porque tanto nos hacen poderosos como pueden destruirnos. Por ejemplo, yo tengo la habilidad de manejar las acciones de los mortales y de algunos demonios, pero eso es algo que rara vez puedo usar, no lo veo necesario... y como tu guardián yo puedo percibir tu tristeza, tu inquietud y tu miedo...

Aoi me regalo una sonrisa y aparto los mechones castaños de mi frente. Yo admiraba a Aoi por su dolor después de que lo conocí, pero ahora lo admiraba por lo que él podía hacer y lo que hacia para conmigo. Él siempre al pendiente de mis emociones y sentimientos.

Mire con inquietud a Uruha y él me sonrió también llevando a su boca un trozo de pan. Aoi me respondió por él.

-Uru puede leer la mente de la mayoría de demonios incluyéndome, la de un puñado de ángeles y también la de los mortales... con sus excepciones, claro -yo que aún no apartaba mis ojos de Uruha no puede evitar sonrojarme. Había pensado últimamente muchas cosas pervertidas entre Reita y yo, y seguramente Uruha lo había leído-. Y como tu guardián él puede sentir cuando estas en peligro y cuando estas herido es capaz de sentir el mismo dolor.

-¿En serio? -mis ojos se aguaron. Todo el dolor que me provocaban en la escuela Uruha lo había sentido. Yo había herido también a Uruha

Y por si él leía miente yo me disculpe.

-Aja -sonrió Uruha y asintió aunque note claramente agua en sus ojos -también puedo darte una sensación de calma a ese dolor.

Ahora quise llorar más. Aquellas noches donde sentía que alguien me abrazaba era realmente él. Siempre conmigo Aoi y Uruha. Uruha siempre estuvo aliviando mis penas y mis lágrimas.

O eso hasta que Reita apareció en mi vida.

-¿Y que hace Rei? -pregunte después de limpiar mis ojos para poder ver a Reita sin problemas.

-Yo puedo oír... -soltó una carcajada; Uruha puso los ojos en blanco, Aoi y Miyavi rieron también, pero Kai y yo seguimos intrigados. Reita al ver el gesto de Uruha carraspeo y continuó -puedo oír a grandes distancias, puedo oír hasta el mas minino susurro, puedo oír conversaciones y sobretodo gritos de auxilio... por eso, el primer día llegue tan rápido por ti

Sonreí y tuve unas ganas tremendas de volver a mi edad y besarlo más me contuve. Ahora entendía muchas cosas, sobretodo aquella cuando él no puede dormir y lo único que lo calma es cuando colocó mis manos en sus oídos y beso su frente. Solo así relaja el rostro y logra cerrar los ojos.

-Yo puedo cambiar de forma, más bien imagen ya que puedo convertirme en alguien más, y puedo tomar los poderes de quien me enfrente, cualquiera que de alguna manera sea inferior a mi -sonrió Miyavi dejando de lado su taza de té.

-Yo puedo manejar las emociones de los humanos, y reconozco una mentira al oírla -Kai se sonrojo un poco y después susurró - también entiendo a los animales y puedo hablarles para que ellos me entiendan... comunicarme con ellos.

-¡Increíble! -di un pequeño salto en las piernas de Aoi y RL hizo un pequeño gesto de dolor -¿Cuál será el mio?

-Es lo que quiero averiguar, dime ¿Qué viste pequeño?, dime ¿Qué viste en tu sueño? -Aoi acaricio mi cabeza y mi mejilla.

Suspire y mire de nuevo a todos los de la mesa, en especial a Akira que me miraba también. Había algún tipo de tristeza y preocupación en su rostro. Sin embargo cuando nuestros ojos se encontraron, él me regaño una sonrisa diminuta. Diminuta sonrisa que me infundió confianza.

-Alguien mataba a Akira -susurré mirando las pequeñas palmas de mis manos y note una lágrima cayó en ellas.

-¿Quién era? -Aoi tomo mis manos limpiando aquella lágrima y obligo a que lo mirara a los ojos.

-N-No, no lo vi... pero yo estaba ahí y... y una voz profunda decía: "Por romper las reglas, por procrear sin permisos divinos... Tu alma impura, demonio asqueroso. Seras juzgado con las llagas profundas, con la espada..." -mi voz se quebró impidiendome continuar, solté un pequeño sollozo y mire a Aoi a los ojos. Yo lloraba-. ¡Lo matarán, por mi culpa lo matarán!

Con los ojos llenos de lágrimas mire a Aoi que mantenía una expresión seria pero había palidecido. Uruha miraba alternadamente a Akira y a mi, el pan que tenia en las manos quedo hecho añicos en la mesa. Miyavi suspiro pesadamente y Kai igual sorprendido susurro.

-No puede ser ese conjuro...

-P-Pero ustedes no han... -Uruha salio del estado de shock y sacudió las migajas de pan en sus ropas. Seguido de eso miro a todos y al final a Miyavi con un gesto de pavor -Miyavi... no... es... posible... ¿verdad?

Miyavi se encogió de hombros sirviéndose más jugo.

-Puede ser, es decir... si Reita lo definió la primera vez -Miyavi se encogió de hombros y bebió su jugo.

Yo seguía sin entender y mire a Reita con la esperanza de que él entendiera menos que yo pero me equivocaba. Reita parecía entender muy buen lo que pasaba. Su rostro también había palidecido y llevo a su cabeza su mano derecha halando un poco de sus cabellos.

-No dejare esto así sin más... no si tiene que ver con Taka -dijo Aoi tomando ahora una postura seria. Hizo una pausa y luego suspiro -sé quien puede sacarnos de la duda.

-¿Quién? -le mire limpiando mi rostro. No obtuve una respuesta inmediata.

En su lugar Aoi me bajo de sus piernas y él se levanto de su asiento sin haber tocado su desayuno.

Se encorvó un momento y se sostuvo de la mesa. Esta vez miro a Reita con un poco de severidad, Reita se levanto sin mirar a nadie y salio del comedor.

-Es un viejo amigo, solo que él vive en el paraíso -Aoi hizo una pausa y corrigió -no, es un viejo amigo, pero seguramente nos ayudará... te preocupes Taka nada les pasara a Akira y mucho menos a ti... nos iremos en un momento.

Yo asentí y camine rápidamente en dirección a la habitación donde Reita y yo habíamos dormido. Entre en silencio y descubrí a Reita sosteniendo mis ropas. Sus piernas temblaban un poco.

-No lo permitiré -susurro en cuanto se percato de mi presencia.

En silencio camine hasta él volviendo a mi edad real. En ese mismo silencio y sin saber a ciencia cierta que pasaba le abrace sin decir nada.

Tenia miedo.

Al parecer aquella pesadilla no era buena, ni casualidad.

Reita hundió su cabeza en mi cuello y planto un beso pequeño en este. Casi como si se despidiera.

II

ImmortalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora