Yo la quiero
Y no se lo cuento,
No se lo cuento porque ella es cruel
Y yo masoquista.La quiero de una manera que no trataré de explicar,
Porque uno no debería limitar el querer a explicaciones ni modos.Sé que la quiero porque siempre que la miro pienso en poemas,
Poemas que no les diré cuales son
Porque todavía no los he escrito,
Cuando las palabras van goteando hasta mis dedos,
Los dedos de la mano derecha,
los poetas,
Ella se ríe,
Se ríe y las desordena,
Tengo que recomenzar,
Siempre lo nota,
Aún no sé sí adrede o no
Pero vuelve y se ríe.La quiero como para aprender a anudar las pañoletas a su cabeza,
No porque espero que un día le falten ganas o facultad para seguir atándolas por su cuenta,
Sí no porque es olvidadiza
Y sí algún día olvida su manera de hacer los nudos,
Me mataría no ser yo,
Quién con mis manos,
en sus manos,
se lo enseñe de nuevo.