Puedo escribirte más,
mucho más,
ojalá en tu lengua,
ojalá en tu espalda,
ojalá contigo,
puedo escribirte más,
en la cima de tus párpados,
en los bordes de tus pestañas cuando te beso y cierras los ojos,
puedo escribirte más,
en las esquinas de la boca que se curvan como la media luna y saben como a orilla de mar sí solo lamo de extremo a extremo,
puedo escribirte más,
dentro de las letras de tu nombre poco ortodoxo,
puedo escribirte más,
en las puntas de tu cabello que me hacen cosquillas cuando hacemos el amor y me caen sobre los hombros o me cruzan por la espalda,
podría escribirte más sí no se me borraran de la mente las palabras y el material para poemas con los verbos y los prefijos,
y los puntos y las comas
y las metáforas y los parapetos,
podría escribirte más pero todo se me instala en las manos,
en los dedos,
y no precisamente de la derecha,
sí no también de la otra/la izquierda (con la que no sé escribir)
podría escribirte más sí no lo dejara todo sobre tu piel cada vez que te toco así sea con los ojos,
podría escribirte más sí ya no fueras por defecto mi poema preferido.