9 de mayo

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Sé que con el tiempo te has ido arrancando muchas de tus antiguas historias de amor,
sé que se volvieron como plagas y que te contaminaban el alma y te hacían pesado y que de alguna forma me has dejado germinar y propagar en tus tierras,
llenando más y más espacios,
sé que sí me arrancas te traerías un pedazo de ti mismo,
de tu propia carne,
de tu propia alma,
de tu cabeza,
y hoy también sé que no se trata de mi y eso me hace feliz,
sé que sí no lo haces se trata sobre todo, de ti mismo,
sé que hago parte de tu material para poemas:
estúpidos,
abstractos
y de los otros

te conozco,
también sé que trataste parcialmente de borrarme y no te culpo y que en el proceso te anulaste un poco a ti mismo,
al punto de no poder escribir,
las letras se te descolgaban de la tinta en cualquier intento de poema

en el poema que me enviaste hoy por la mañana,
sí estabas tu,
y de nuevo yo,
me repatriaste desde el pedazo de cosa roja que ate a tu muñeca
hasta tu puño,
desde tu puño al corazón y a su vez te recuperaste de tu arbitrariedad de querer olvidarme luchando contra tu propia fuerza,
eres tan osado como noble y quizás por eso te quiero,
recién escribí que
"creo que hay un cobarde empedernido dentro de cada valiente y un valiente empedernido dentro de cada cobarde"
a veces tampoco sé de que lado estas tu pero no es tan relevante porque un lado te deja a mi izquierda y el otro a mi derecha.

El diario de varios/desvaríos poéticos Where stories live. Discover now