Yo nunca olvido que estabas ahí,
a veces a mi izquierda,
a veces a mi derecha
y a veces simplemente en el centro de mi cabeza o de mi corazón
pero estabas,
estuviste ahí para lamer suavemente con tus pestañas mis heridas y mis cicatrices,
estuviste ahí para escuchar
lo que yo odiaba,
lo que me molestaba,
lo que me dolía,
estuviste ahí para tolerar ser testigo de como otras personas me rompían el corazón,
estuviste ahí para que yo tuviera un hombro para llorar y que aún así decidiera no hacerlo porque tu siempre me ocupabas haciéndome reír,
estuviste ahí para que yo pudiera apoyar mi cabeza sobre ti,
estuviste ahí cuando quise sólo escuchar música y beber cerveza y actuar como un niño,
estuviste ahí cuando yo pensaba que no bastaba,
que no era suficiente para nada,
para decirme que yo valía no 'la pena' sí no todo y más,
estuviste ahí,
sin planes de obtener nada por todo eso,
nada más que mi compañía,
mi apoyo,
mi comprensión,
¿como puedo yo decir cosas que no sean bonitas sobre ti?
¿como puedo yo no quererte? ¿como puedo basarme en como fuiste antes o en que hiciste antes de mi?
si tu me aceptaste y me hiciste parte de ti así como me encontraste,
tal cual como yo venía,
puedo escribir mucho más pero lo voy a encerrar en un GRACIAS,
GRACIAS por tanto tiempo,
por tanta dedicación,
por descubrir a mi lado cuán capaz eres realmente de amar y cuán capaz eres de mover el mundo por la felicidad de alguien,
GRACIAS por ser tu,
GRACIAS por todo,
GRACIAS por llevarme a comprender que cuando tus ojos verdes brillan, no es necesario ni que salga el sol.