Diego ha pasado toda la reunión con cara de pocos amigos, no ha dejado de mirarme ni un solo momento, desde que lo presente con Pablo.
—Será que puedes ver hacía el frente, no me iré si eso es lo que te preocupa — dije entre dientes a Diego quién respondió con su silencio agachando la cabeza —
La reunión fue corta y una vez terminada me dirigí a mi oficina, tenía muchísimo trabajo acumulado y seguramente hoy era uno de esos días donde trabajas horas extras.
Diego me alcanzó en el pasillo, entrando conmigo a mi oficina.
—Y bien Diego, dime que necesitas — dije sentándome en mi silla reclinable, cruzando las piernas —
— De hecho solo vengo a despedirme, ya me voy, no me gusta dejar la planta tanto tiempo sola — dijo con la mirada perdida en la ciudad —
— ¡Ah pues, esta bien! — Dije dudosa de mi palabras — maneja con cuidado — terminé mientras firmaba unos documentos —
— Cuídate «Ali» — dijo saliendo de mi oficina —
Solté la pluma sobre la mesa, mientras entrelazaba mis manos y apoyaba mi cabeza en ellas.
Me quedé un corto tiempo en esa posición, con la mirada pérdida en la nada, pensando en mucho.— ¿Qué pasa con nosotros Diego? — pensé mientras seguí trabajando —
El arreglo de rosas que me había regalado todavía se mantenía lleno de vida una que otra rosa era la que estaba ya triste y marchita.
Siempre he sido del pensamiento que cuando regalas algo que normalmente no dura por mucho, si lo haces con amor, durará por mucho tiempo más y eso es lo que ha pasado con estas rosas.
La tarde continuó con normalidad acompañada de una leve lluvia, el invierno ya se hacía presente varios días atrás.
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Ha pasado una semana desde que Andrés está preso lamentablemente a espera de un juicio del cual es totalmente inocente mientras que Ana quién sabe dónde ha de estar pensando en otra locura.
Cerraba mi oficina cuando vi a Pablo salir del ascensor, quién se acercó amablemente a saludarme
— Alina que gusto verte, veo que ya vas de salida...
— Gracias a Dios sí, ha sido un día algo pesado — dije cruzándome de brazos — y a ti, que te trae por estos rumbos.
— Pues vengo por mi tío, pero nada que sale de su oficina ¿no sabes si ya salió? — preguntaba viendo su celular en espera de algún mensaje o llamada de su tío (supongo) —
— Llámalo para salir de dudas — aconseje —
— Mmm sí, ¡claro claro... tienes toda la razón! — decía algo nervioso mientras me miraba fijamente —
Pablo siguió mirándome fijamente, que sentí que mis mejillas se coloraron
— ¿Y bien? — dije mirándolo para que reaccionara, Pablo me miró con cara de duda, como si hubiese olvidado lo que iba hacer —
— Oh claro, la llamada. Lo había olvidado — respondió colocando el celular en su oreja —
Mientras él esperaba a que el jefe atendiera la llamada, me acerqué a recepción para firmar mi salida.
— Mi tío se fue antes de lo previsto y se le ha olvidado marcarme — dijo acercándose mientras cortaba la llamada —
— Seguro se le olvido, no crees — agregué girándome hacia él —
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El Tiempo Después De Ti ®
Romance¿Qué sucede cuando pierdes lo que más quiere en la vida? O ¿Cuando lo que más quisiste en un tiempo regresa? ¿Cómo podemos volver a ser felices cuando la dicha se vuelve desgracia?