Todavía recuerdo cuando lo conocí, era un muchacho súper guapo, lo vi por primera vez en un pasillo de la universidad mientras íbamos de camino a la cafetería, llevaba unos jeans oscuros y una camisa de cuadros azules.
Era el muchacho de ojos claros más hermoso que había visto.
Quién diría que hoy sería su viuda y que lo estaría llorando - pensé mientras apoyaba mi cabeza en mis manos, no paraba de llorar -Magaly junto a Sebastián se hicieron cargo de todo lo relacionado al entierro y velorio de Oscar, yo me sentía mal y no tenía mente para nada.
La noche del velorio pasó y era hora de darle el último adiós a Oscar, familiares, amigos, compañeros de trabajo se hicieron presente para acompañar a la familia y despedirse de un gran ser.
El sacerdote daba la bendición para que su alma descansará en paz y sus pecados fueran perdonados, supongo que decía más cosas pero mi mente no pensaba, ni prestaba atención al exterior estaba hundida en el dolor.
No veía un mundo sin Oscar, sin su amor, pero la muerte no respeta edad.Andrés me abrazaba fuerte para no desvanecer pero era imposible, las lágrimas brotaban como fuente de agua, ahora más que nunca necesitaba apoyo.
Las personas que se hicieron presenten comenzaron a lanzar rosas y flores al ataúd mientras Oscar era enterrado y poco a poco se iban marchando.— Andrés, ¿me puedes dejar un momento a solas con Oscar? — dije tomando aire —
Andrés asintió y se marchó.
En cuanto Andrés se alejó, caí de rodillas frente a su tumba en la tierra fresca rodeada de flores.
Las lágrimas seguían saliendo y no tenía palabras ni valor para despedirme de él.
— Te amo mi amor — decía mientras tomaba un puño de tierra entre mis manos y mi llanto tomaba fuerza — Oscar ¿Por qué? ¿Por qué tú? —golpeaba la tierra con mucha impotencia, quería volver el tiempo atrás y que él estuviera conmigo —
Caí resignada y logré tranquilizarme un poco, una brisa fresca me daba paz, podía sentir que Oscar estaba conmigo y me escuchaba.
Ya comenzaba a oscurecer y la brisa fresca se convertía en viento frío, el cielo estaba oscuro era como si compartiera mi tristeza y llorara conmigo.
Estaba a punto de marcharme cuando una ráfaga de viento me hizo volver a ver hacía atrás.
— ¿Qué haces aquí?
Diego estaba ahí en frente, de traje y corbata color negro, con un ramo de flores blancas
— No lo conocí pero te hizo feliz y se lo agradezco — respondió colocando el ramo de flores en la tierra fresca — He visto todo desde mi auto, solo que no me atrevía a acercarme, cuando vi que Andrés se iba aproveche para darte el pésame. Quiero que sepas que aquí me tienes para lo que necesites.
— Gracias Diego — respondí mientras extendía sus brazos -
— De verdad lo lamento.
No tuve fuerza para responderle me ponía peor ese tipo de palabras, solo correspondí a su abrazo lo más fuerte posible y luego me aleje de él.
— Creo que ya es hora de que me vaya, te agradezco que hayas venido.
— Claro... no es nada.
Salí del cementerio y Andrés esperaba en el auto, el regreso a casa fue largo y silencioso. Andrés entendía mi sufrimiento por lo tanto compartíamos el silencio.
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El Tiempo Después De Ti ®
Romance¿Qué sucede cuando pierdes lo que más quiere en la vida? O ¿Cuando lo que más quisiste en un tiempo regresa? ¿Cómo podemos volver a ser felices cuando la dicha se vuelve desgracia?