Capítulo 31

50 2 0
                                    

Señorita no puede pasar — me dijo un oficial de policía deteniéndome —

Yo soy su única amiga — respondí entre lágrimas —

Alina no vayas por favor — decía Diego por otro lado —

Tú no ves que todo esto es mi culpa, yo la dejé sola en lugar de ayudarla — me volteé gritando —

Pase por encima de Diego y del policía para ir donde estaba su cadáver y ahí estaba, con una sábana blanca encima

Amelia — rompí en llanto al ver su rostro todo desfigurado y golpeado — ¿Cómo pudieron hacerte esto amiga? — decía tratando de limpiar un poco su rostro — ¿que culpa tenías tú de esta maldita situación?

Diego llegó con el juez y el oficial de policía para llevarse el cuerpo de Amelia a la morgue.

¡Alina ven por favor! — Insistía Diego a mi lado tratando de levantarme — deben llevársela mi amor

Hice lo que pedían dejando el cadáver en el suelo, abracé a Diego mientras lloraba como una niña y me aferraba a él.
Me siento tan culpable de su muerte que debería ser yo la que esté en su lugar.

Ella era inocente Diego

— Lo sé Alina — respondió tratando de consolarme — te prometo que esto no se quedará así.

El oficial Pérez se acercó a nosotros, queriendo hablar con Diego sobre lo sucedido.

Quédate aquí — dijo colocando sus manos en mis mejillas y mirándome a los ojos — Ana está cerca y podría hacerte algún daño

Asentí viendo como Diego se iba con el oficial Pérez. Sin embargo, tomé mi auto y me fui del lugar necesitaba pensar en muchas cosas.

Dos días después

Nunca se está preparado para perder un hijo, muchos menos enterrarlos — decía mi madre al lado mientras íbamos camino al cementerio —

— Debe ser terrible — respondí —

Opino lo mismo que mamá, yo no me imagino una vida sin mí hermosa Susana — decía mi hermana detrás de nosotras —

Y tú Alina, no piensas darme un nieto nunca

— Madre que son esos comentarios — dije asustada —

Jajajaja madre estás loca — agregó Magaly — Alina no tuvo un hijo de Oscar, ahora menos que esta viuda —

Hice mal modo por medio del retrovisor aunque su comentario me dejó pensando, tener un hijo raramente nunca estuvo en mis planes con quién fue mi esposo.

Con Susana será suficiente — opiné mientras nos bajamos del auto —

Llegamos al cementerio y la ceremonia estaba por finalizar y no era de sorprenderse pero en el acto solamente estaba su familia y... Diego

Tenemos que hablar — dijo Diego a mi lado cuando me acerque más —

No tenemos nada de qué hablar — respondí tajante —

— Sí tenemos

Mamá hizo una seña para ir a darle el pésame a la familia de Amelia la cual aproveche para alejarme de Diego.

Vi a lo largo a una mujer dentro de un auto que tenía su mirada fija en nosotros, pero su cara era imposible de reconocer pues usaba una gorra y unos lentes de sol oscuros.

El Tiempo Después De Ti ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora