El Tiempo Después De Ti ®

Capítulo 35

— Sí oficial ¿sucede algo?

— En realidad son agradable noticias para usted y su primo Andrés

— ¿En serio? — sonreí —

— Sí, el juez dictaminó que Andrés es inocente en su caso.

— ¡Dios que alegría tan grande!

— Así es, pudieron demostrar su inocencia — respondió —

— Gracias oficial — dije cortando la llamada

— ¿Qué sucedió Alina? — estaba Andrés a mi lado —

Una sonrisa se dibujó en mi rostro

— Habla ya hermana — insistente Magaly-

— Andrés, el juez creyó en tu inocencia — grite feliz abrazándolo —

Todos nos alegramos, demostrar la inocencia de Andrés era un gran reto y por fin lo cumplimos...

— Deberíamos celebrar — dijo Magaly alegre —

— ¡Por supuesto que sí! — repliqué —

— Iré por el vino a la cocina — dijo Andrés —

Mientras Andrés estaba en busca del vino, Magaly estaba a mi lado durmiendo a Susana quién poco a poco cerraba sus ojitos

— Sebastián y yo queremos casarnos — expresó Magaly de sorpresa —

— ¿Qué? — pregunté —

— Sí, después del bautizo ¿qué te parece?

— Aún no has terminado tu carrera Magaly — repliqué —

— Tenemos una hija Alina, no tiene eso más responsabilidad que un matrimonio

— Deberías terminar tu carrera antes de pensar en un matrimonio. El matrimonio es para siempre hermana

Andrés apareció con la botella y las copas por la cocina; haciendo que el tema se quedará para otro momento.

— Llame a Juliana y está en camino — dijo —

— Me parece perfecto — dijo Magaly —

— Hace mucho no la veo — agregué —

En ese momento el timbre sonó

— Debe ser ella — Andrés se dirigió a la puerta —

— Iré a dejar a Susana a la habitación — dijo con el bebé en brazos —

— Alina que gusto verte — entró Juliana con Andrés — ¿Cómo estás? — la abrace —

— Lo mismo digo, estás divina — dije —

— Bueno, tomen sus copas que vamos a brindar — decía Andrés sirviendo la última copa —

Brindamos por la libertad de Andrés mientras charlábamos todos juntos. Ver a mi primo tan feliz y enamorado me causaba alegría, más con una persona como Juliana, que es bella e inteligente.

Ana

— ¿Está mi encargo listo?

— Crees que soy tu empleado Ana — decía Beto al otro lado del teléfono —

— Yo te pague muy bien por eso — comenzaba a enojarme —

— Y realmente crees que yo necesito tu dinero maldita zor*a. Mira mamacita te voy a decir una cosa y que te quede claro, yo hago mis trabajos de la mejor forma no cuando a ti más te conviene. Qué no te se olvide quién soy yo.