Capítulo 22

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Llegué a la oficina muy nerviosa, no podía concentrarme en el trabajo, esa llamada me dejó con los pelos de punta y con la típica duda: ¿Quién era?
Su voz era muy desconocida y no puedo decir que fue Ana porque era una voz de hombre más fuerte.

Dime Victoria — respondí por el teléfono de mi oficina —

Su hermana la busca en recepción ¿la hago pasar?

Claro que sí, gracias — dije, cortando el teléfono —

Minutos después mi hermana llegó a mi oficina, tenía un vientre enorme.
La pequeña Susana crecía a pasos agigantados, desde que nos enteramos que iba a ser una niña todos en la familia han estado muy felices.

¿Por qué no me dijiste que
vendrías? Te hubiese ido a traer...

No era necesario he venido con Sebastián — respondió sentándose al frente — solo pasé a saludarte y a ver cómo has estado

Pues bien dentro de lo posible, debo ir en un rato al despacho del abogado para hablar acerca de nuestro caso, espero que me tenga buenas noticias.
No soporto que Andrés este encerrado por algo que él no cometió, pero tú... cuéntame cómo vas con mi pequeña sobrina.

Todo está saliendo muy bien gracias a Dios, de hecho hoy compraremos todas las cosas del bebé, la ropa del bautizo, juguetes para su cuarto, etc...

No sabes lo mucho que me alegra — terminé regalándole una gran sonrisa —

¿Cómo va todo con Diego?

Mi cara miraba fijamente el computador que tenía a mi costado y una sensación que nunca me voy a explicar es el porqué cada que escuchó su nombre, todo en mi tiempo se detiene, gire el rostro en dirección a mi hermana quién me veía con cara de intriga esperando mi respuesta.

— ¿Y bien? Por qué te quedas callada

Tranquila todo está bien — respondí a su impaciencia — es más, se fue ayer después de una reunión. Cada vez que viene me hace pasar unas cosas que ni para qué contarte — agregué apenada —

Ese es el amor bonito — dijo riendo —

No lo creo — respondí levantándome de la silla — quieres que te deje en alguna parte, que llamé a Sebastián o vas conmigo al despacho — pregunté mientras salíamos de la oficina —

Sebastián pasará por mí, no te preocupes, ya debe estar llegando

¡Perfecto!, entonces bajemos debo ir en busca de mi auto. Victoria saldré unos minutos antes de la hora de almuerzo, desvía las llamadas a mi celular si son urgente por favor — dije dirigiéndome a Victoria —

Dejé a mi hermana en la entrada de la empresa, Sebas ya esperaba a nuestra salida así que me fui más tranquila.

Yo pagaré su fianza, no permitiré que se lo lleven a una cárcel como el peor criminal.

Es muchísimo dinero Alina — decía el abogado sentado en su escritorio —

El dinero no es un problema abogado, es peor que este en un lugar que no le corresponde mientras Ana que es la verdadera culpable está libre.

Veo que no cambiaras de parecer — dijo resignado —

Por supuesto que no — respondí decidida — haga lo que tenga que hacer abogado pero no permita que lo trasladen a una cárcel penal por favor.

El Tiempo Después De Ti ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora