Capítulo 48

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Cuando el carro explotó, el impacto para quienes estábamos cerca, fue espeluznante. Tenía la suficiente pólvora para lanzarme al mar a una gran velocidad mientras que a Ana una chispa le cayó en el pelo provocando que su cabeza se incendiara, sin embargo, esto no la mató.

Mientras estaba en el agua vinieron a mi mente recuerdos de cuando era niña y adolescente, vi a mis amigas, a mi familia, a Oscar incluso y antes que todo se pusiera oscuro vi a mi niño siendo feliz.

Alina despierta — decía una luz amarilla al fondo — puedes oírme...

Todo eran sonidos de máquinas, poco a poco iba recordando todo lo que había sucedido. Diego tomó mi mano y yo la estreche, para que supiera que estaba despierta.

Hola... —sonrió —

Hola — respondí en voz baja abriendo los ojos —

¿Cómo te sientes?

Como si un camión me hubiese pasado por encima y me quebró hasta el alma ¿Dónde está Daniel?

No te preocupes, nuestras madres lo están cuidando, se lo han llevado para saber si sufrió de algo mientras estuvo con Ana.

¿Qué sucedió con Ana? Recuerdo que la vi quemándose la cara

Efectivamente, la policía llegó a tiempo, evitando que su cuerpo se quemara más, está en cuidados intensivos, sus quemaduras son muy graves.

Será un golpe muy duro cuando se vea desfigurada — pensé — la vida nos pega donde más nos duele. Ella no iba a ser la excepción.

—Es una lástima que terminará así cuando podía tener lo que quisiera — agregó Diego —

Al parecer no todo — hice referencia a él —

Sonrió

Ya se acabó la pesadilla mi amor — beso mi cabeza y después mi labios — ahora nos vamos a dedicar a ser felices — agregó chocando nuestras narices —

1 mes después

Cuando el rey se va dormir, mamá se ira a bañar (bis) — lo coloqué en su cuna profundamente dormido —

Y será que yo sí puedo bañarme con la mamá, mamacita más linda de todas — entró Diego a la habitación; me abrazó y besó —

No — dije sarcásticamente sonriendo —



— ¿Te acuerdas la primera vez que te regale una rosa, éramos unos niños? — dijo él, estábamos en la bañera —

Claro que me acuerdo, tú la robaste de mi casa para llamar mi atención — reímos — ¿Pero por qué me dices eso?

Yo no sabía que era tu casa, creo que era el peor coqueteando — respondió y reímos juntos —

—Claro que lo eras pero la intención es la que cuenta, no crees... — comenté, mientras me giraba para verlo — además, me encantó la rosa ¡Claro, mi madre primero se enojó muchísimo creyendo que yo la había cortado!

Yo sabía que ese iba ser el inicio de lo que somos hoy — dijo con regocijo atrayéndome hacía él —

— ¡Ah sí! Entonces eras adivino — rodee su cuello con mis brazos y lo besé —

Simplemente me propuse conquistarte — respondió en medio del beso — y lo logré — besó completamente mi cara, sonreí.

Ana

El Tiempo Después De Ti ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora