El Tiempo Después De Ti ®

Capítulo 42

— ¿Por qué estás tan callada? No te sientes feliz — decía Diego manejando —

— Estoy muy preocupada Diego pero sí estoy feliz — sonreí —

— Yo también pero la felicidad es más grande — besaba mi mano — ¡ya quiero tener a ese bebé en mis brazos!

— Calma mi amor — reí — aún falta mucho tiempo para llegar a eso

— Quiero que nos casemos Alina — replicó — quiero que seas mi esposa, que este niño nazca dentro de un matrimonio, lo mereces...

— ¿Hablas en serio Diego?

— Déjame demostrarte que tan real es lo que digo

Asentí sonriendo mientras él tenía la mirada en la carretera

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— Viajaremos hoy en la noche a casa de tu madre, o prefieres que nos vayamos mañana por la mañana — decía Diego abriendo la puerta del departamento —

— Mañana está bien amor — dije caminando hacía la cocina — aún me duele la cabeza como para viajar — tome un vaso y me serví agua —

— Necesitas descansar — Diego se sentó en el sofá —

— Necesito tener a Ana lejos de mí Diego — repliqué saliendo del lugar, estresada —

— Ella pagará todo el daño que nos ha hecho pero no pienses tanto en eso amor, te hace daño — me senté en sus regazos —

— Tienes razón amor — pegué mi frente con la suya — solo espero que pronto la atrapen y podamos vivir en paz — le di un beso que inmediatamente fue correspondido —

— Sabes que con el embarazo tendré muchas ganas de hacer el amor — susurraba mientras besaba su cuello. Podía sentir su dureza debajo de mi enagua —

— ¡Bendito sea ese bebé! —replicó riendo —

Me levanté del sofá y extendí mi mano para que me siguiera hacía la habitación Diego me miró a los ojos y se levantó sin objeción.

Entramos a la habitación y le puse seguro a la puerta sin que él se diera cuenta. Antes de desmayarme, pensaba darle una sorpresa de bienvenida pero ahora ya hay un motivo para celebrar.

— Quiero que me esperes aquí — ordené — te tengo una sorpresa ...

Diego

Esta mañana, cuando desperté solo podía pensar en una situación: el momento en el que estaría con Alina, quería ver la cara que pondría al mostrarle la sorpresa, sin embargo, el sorprendido soy yo.

Podía esperar cualquier noticia menos la de ser padre y creo que esa es la mejor noticia del mundo para alguien que desea formar una familia. La felicidad no me cabe en el pecho, es inevitable.

No obstante, hay algo en la mirada de Alina que no me gusta, parece que la noticia no la ha puesto tan feliz como a mí.

— ¿No te sientes feliz? — le pregunté camino a casa —

— Estoy muy preocupada Diego pero sí me siento feliz — me regaló esa sonrisa hermosa que me encanta —

Por un momento se me había olvidado todo lo sucedido en el hospital y no quiero imaginarme que hará Ana cuando se entere que Alina está embarazada, pero por ahora no quiero pensar en ella y sus locuras, preocuparía más a Alina.