El Tiempo Después De Ti ®

Capítulo 39

Ana

— Suéltame, no tienes ningún derecho

— ¡Qué me sueltes maldita sea!

— ¿Hasta cuándo tengo que limpiar tus embarradas? ¡Maldita sea Ana! — Aludió Beto dentro de su camioneta —

Sentía las orejas rojas de tanta furia

— ¿Cómo me encontraste? — Cuestioné — además nadie te dijo que vinieras por mí

— Eso es lo de menos, anda súbete — ordenó —

— Vine en mi propio auto

— Cómo quieras entonces — subió el polarizado rápidamente y se marchó —

~~~

Podía observar como echaban a Ana desde mi ventana; humillada, denigrada.

— Es una pena por ti querida — dije volviendo de nuevo al computador —

La pantalla de mi celular parpadeaba llamando así, mi atención.

Llamada entrante
...📞...
Hermana

— ¿Si?

— Estoy cerca de la empresa, puedo pasar a verte. Necesito que hablemos — su voz era fría, me asustaba —

— Claro, te espero — dije cortando la llamada —

Llamé inmediatamente a Victoria para dar la orden que dejará pasar a Magaly apenas llegará

Cinco minutos después Magaly estaba conmigo en la oficina, realmente estaba cerca

— Y bien — comencé entrelazando mis manos frente a ella —

— Tú siempre has sido mi gran apoyo Alina por eso quiero que seas partícipe de una decisión muy importante para nosotros

— Sí es lo del matri... — ella interrumpió negando —

— Es algo más importante que eso — replicó —

— ¿Es sobre mi sobrina?

— No exactamente

Sabes que no me gustan los rodeos Magaly

— Sebastián y yo queremos irnos a Inglaterra — lo soltó como balde con agua fría, estaba sorprendida —

— ¿Ingla qué?

— ¡Oh vamos Alina! — decía esperando una respuesta —

— ¿Por qué esa decisión y tu carrera? — Estaba llena de dudas y miedo — ¿Qué hay de Susana?

— Sebastián tiene una oportunidad de trabajo importante y yo quiero apoyarlo. Mi carrera está por terminar Alina, sólo faltan unos meses — respondió serena —

Sebastián era apuesto e inteligente, a eso debemos agregarle que es mayor que mi hermana por pocos años. Cómo lo aceptó mi madre es algo que aún no me explicó

— Tierra llamando a Alina — bromeaba —

— ¿Éstas segura de lo que van hacer? — fue lo único que pude decirle —

— En realidad es una situación que hemos planeado hace varios meses. Te lo cuento porque es una decisión tomada.

Analice por un momento la situación y me quedé en silencio. Magaly ya no era aquella niña que jugaba con muñecas y al té con sus peluches.