Capítulo IV

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Al día siguiente no fui a clases con la escusa de cuidar a Ash con su pequeña resaca, así evitaba al chico vampiro y las preguntas de Máx. Por más que intenté olvidar lo que pasó era imposible gracias a que en todos los canales de la televisión hablaban sobre la persona muerta de la fiesta.

Era obvio que hoy tampoco quería ir a clases, no quería encontrarme con Derek, pero mi amiga insistía porque hoy eran los ensayos para animadoras, después de pensarlo mejor perdería algunas clases gracias a eso y evitaría de alguna forma más fácil a él.

-¿Hoy no tienes escusa para salir a correr?

-Ya vamos a hacer bastante ejercicio en los ensayos. ¿Seguro que te encuentras bien?

-¿Por que no iba a estarlo?

-¿Tú no verías a la persona que murió no? Te ves pálida y comes menos que antes.

-Claro que no, ya te dije que nos fuimos con Máx antes de que pasara eso, es solo que estoy nerviosa porque tenemos que encontrar trabajo...

-Ya te he dicho mil veces que no hace falta, con todo lo que heredé de mis padres es suficiente y hasta sobra.

-Como digas...

Llegamos al Instituto y fuimos directamente al campo de fútbol, comenzamos a practicar los gritos y las posiciones, lo chungo vino cuando dijo que ahora seguían los saltos y acrobacias en el aire.

-¡Vamos, McKenzie! ¡Tu turno! -dijo Ámber, la capitana de las animadoras.

-Sí claro, tú te crees que yo soy una ninja o algo, ¿no?

-¡Todas podemos! ¡Creemos en tí, solo tienes que creer en nosotras! -dice empujándome.

-Tú estás loca, ¡loca! -caminé al centro de las animadoras y todas me lanzaron hacia arriba.

Y como ya sabéis que nací siendo torpe no calculé bien el giro y me salí del círculo en el que todas estaban para cogerme.

-¡Mc! ¿estás bien? -gritó Ashley desde su sitio.

Abrí los ojos al no sentir ningún golpe, y me encontré en brazos de Máx.

-¿De dónde has salido? -pregunto mientras me suelta.

-Estoy entrenando a los de primero antes de que lleguen los demás, vi que iban a lanzarte y tuve el presentimiento de que no acabaría nada bien.

-Gracias, me has salvado de un viaje a la enfermería. -le sonrío, en verdad ya pensaba que me iba a romper algún hueso.

-Me alegra haber podido ayudarte. -sonríe.

-¡Y vosotras...! -me giro asesinado a todas mentalmente. -¡Me habéis lanzado con demasiada fuerza!

-Lo siento, no sabíamos que ibas a pesar tan poco...

-Coincido con ellas, ha sido como coger una pluma. -añade Máx.

-¡Tú cállate y vete a entrenar!

-Muy bien chicas, vamos a tener que practicar hoy el lanzamiento de Mc.

-¡Sí! -gritan todas.

-¿¡Qué!? ¿otra vez?

-Todas las que sean necesarias hasta que salga perfecto cariño. -dice señalando mi posición.

Después de muchos intentos y caídas por mi parte, conseguimos que saliera un salto más o menos decente.

-Creo que deberías ir a la enfermería, tantos golpes pueden ser malos para tu piel. -dice Ámber preocupada. -Podemos acompañarte, somos un equipo y estamos todas para ayudarnos mutuamente.

Pero si todos estos golpes han sido por su culpa.

-No hace falta, estoy bien. -me giro para irme de ahí y me topo con la mirada de Derek. Vuelvo a girarme hacia las chicas. -¿Sabéis qué? En realidad me duele mucho el brazo, ¿vamos?

No puede acercase a hablar de vampiros y todo eso si no estoy sola, ¿verdad?

El resto del día me la pasé esquivándole.

Cuando estaba en las taquillas:

-¡McKenzie! -oigo su voz acercarse detrás de mí.

Miro a todos lados como loca buscando la salvación y veo a Máx a lo lejos hablar con otro chico.

-¡Máx! -corro hasta él.

-Hola Mc, ¿pasa algo?

-Ah no, tranquilo, solo me preguntaba que... eh... ¿me acompañas a mi clase?

-Sí, claro, espera un minuto que termine de explicarle las reglas del juego a este chico.

Mientras caminaba por el pasillo:

Pasé accidentalmente delante suya y comenzó a caminar detrás de mí cuando se percató de mi presencia. Vi a las animadoras reunidas.

-¡Chicas! ¡Ya os echaba de menos! -corrí hacia ellas fingiendo emoción.

-¡Mc! ¡Nosotras también te extrañábamos! Estábamos discutiendo sobre pasar toda la tarde aquí entrenando, ¿qué opinas?

-¿Pasar toda la tarde con vosotras? ¿aquí, solas? ¿sin nadie más?

-¡Sí, solo se nos permite venir por la tarde a las animadoras o al equipo de fútbol, y esta vez conseguimos el permiso para nosotras solas!

-¡Genial! ¡Nos vemos esta tarde entonces!

Lo odio con toda mi vida pero si así estoy lejos de Derek pues bien por mí.

Saliendo de clase:

Al parecer el laboratorio está al lado de la clase de Derek, traté de esconderme entre la multitud pero volví a encontrarme con sus ojos, que por cierto son verdes cuando no está en modo vampiro.

Cogí a Ash del brazo y la arrastré al baño todo lo rápido que pude.

-¿Qué pasa? -pregunta confundida.

-¿Eh? Nada, se me ha metido algo en el ojo y necesitaba verme en un espejo. -sonrío lo mejor que puedo.

-Por cierto, las chicas vienen a casa a buscarnos para esta tarde.

-Perfecto.

En casa cerré con llave todas las puertas y ventanas antes de irnos a ensayar, dudo mucho que pueda entrar mientras estamos fuera.

Después de casi 5 horas de ensayos se hizo tarde así que tuvieron la genial idea de una fiesta de pijamas en casa de Ámber, yo ya he tenido suficientes animadoras por hoy así que inventé una excusa.

Ashley vino a casa para coger sus cosas, ella sí iba a quedarse a dormir con Ámber, una vez se fue entré al baño preparándome para una ducha de dos horas al menos. Cuando salí una mano me tapó la boca y pegó mi espalda contra él haciendo que saltara del susto y cuando vi quién era a través del espejo casi se me cae el alma.

Espera, ¿no se supone que los vampiros no se reflejan?

-¡Me has estado evitando! -dice aún tapándome la boca y mirándome enfadado por el espejo.

¿¡Vampiros Y Hombres-Lobo!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora