Despierto en el frío suelo de un lugar viejo y bastante oscuro. ¿Ya es de noche?
-¡Mc!
-¿Ash? ¿Dónde estás?
-¡Aquí, en la otra pared!
Cuando trato de levantarme para correr hasta ella algo tira de mis muñecas provocándome dolor. Estoy atada con cadenas al suelo y ella también.
-¿Y mi hermano? ¿Estáis bien?
-Estamos bien. Él está allí. -responde señalando con la cabeza el otro lado de la sala.
A él lo habían encadenado a la pared de pies y manos, tenía movilidad nula comparado con nosotras.
-¿Seguro estás bien?
Digo, si han ido a secuestrarlos habrá visto algo raro en esos dos vampiros, y si Máx trató de defenderla sus ojos cambiarían de color.
-Sí, yo... Ya sabía sobre esto desde hace tiempo.
¿Khé?
-Lo descubrí el día que apareció Erick, estaba discutiendo con Máx y se enfadó mucho y vi cómo sus ojos se volvían amarillos, entonces...
-Suficiente charla, hora de trabajar. -dice alguien.
Mierda hombre, había alguien más en la sala.
Cuando miro a Ashley está completamente desmayada.
-Empecemos antes de que aparezcan los Blackwell. -habla haciendo que Isaac se aproxime para soltarme y llevarme hasta una silla sospechosa.
Entonces siento un escalofrío.
-¡Espera! ¿¡De qué está hecha esa silla!? -digo tratando de resistirme.
-De hierro.
Mierda otra vez.
Grito en cuanto entro en contacto con ella.
-Verás, aún eres humana, hasta que no saques tus alas por primera vez no comenzarás a tener tus poderes, y yo te he dados muchas semanas para evitar esto, pero ya que no lo has conseguido y la paciencia se me agota las sacaré yo. -dice el hombre del teléfono.
-¿Cómo? -pregunto tratando de acostumbrarme al dolor que me provoca la silla.
-Pues las alas de un ángel siempre salen instintivamente cuando esté apunto de morir... Así que yo te provocaré dolor hasta que tu cuerpo crea que vas a morir.
-Eres una persona horrible. -respondo al ver como le da cadenas que supongo también son de hierro a Isaac.
-Tranquila, no voy a matarte por ahora, solo te extraeré algo de sangre en cuanto saques las alas. Después de todo... ¿Qué clase de padre sería si matara a mi propia hija?
¿What? ¿Padre? ¡No jodas! ¿¡Mi padre!? ¡Hasta mi propio padre está en mi contra!
Vuelvo a la realidad cuando Isaac me encadena. Grito tan fuerte que hasta creo que me dañé las cuerdas vocales. Esto dolía más de lo que parece, siento que todo mi cuerpo se está fundiendo.
-Llámalo karma querida. -dice una vez termina. -Pero aún hay más, esto solo ha sido el principio. -sonríe.
Después de media hora más ya me habían hecho de todo y yo empezaba a perder la esperanza de que los chicos aparecieran a tiempo.
-Sí que eres fuerte chica, te pediría una cita si no tuviera que matarte. Te daré unos minutos para que descanses, voy a por más aparatos.
Cuando cerró la puerta dejé caer la cabeza hacia atrás y cerré los ojos intentando pensar en algo. No sé qué le habrán hecho a Máx y Ash pero ni con todos mis gritos han despertado.
Justo en ese momento oigo la voz de mi hermano.
-¡Mc! ¿Estás bien? ¿¡Qué mierda haces aquí!? ¿¡Qué ni esos estúpidos chupasangre pudieron al menos protegerte!? ¡Mc contesta!
-Cállate. -hablo como puedo, menos mal que tiene súper oído porque ni yo misma me escucho. -Si muevo aunque sea una pestaña me duele más.
-Malditos hijos de puta, ¿Cómo se atreven a hacerte esto?
-¿No sabes quién es el jefe de todo esto?
-No, ¿Lo has visto? ¿Quién es?
-Papá.
-¿¡Qué!?
-Ya volví preciosa. -se para y mira a Máx. -Ah, ya despertaste.
-Se nos acaba el tiempo, tendremos que recurrir a la otra opción. -mi padre aparece entre la oscuridad. -Ya casi amanece y no creo que tarden en llegar.
-¡Papá! ¿Cómo te atreves? -grita enfadado.
-Hola hijo. -se gira para mirar al vampiro. -Lo dejo en tus manos.
Una vez sale de allí, Isaac saca una navaja extraña de la nada sonriendo.
-Tendré que clavarte esto, una pena... Pero antes disfrutaré de tu sangre.
-¡Intenta tocarla y te asesino! -grita Máx tratando de liberarse.
-Cállate, estoy hablando con tu hermana, no seas maleducado. -se acerca a mi cuello y aparta algunos mechones de pelo. -¿Pero qué tenemos aquí?
Ay no.
-No lo digas. -le miro desafiante. -Ni lo intentes. Cierra la boca. Enserio. -él sonríe.
-Así que ese vampiro te muerde... Le tengo envidia.
-¿¡Esa maldita sanguijuela bebe tu sangre!?
Demonios, para una vez que no tapo la marca con maquillaje me tenían que secuestrar.
-Ups, se me escapó.
-¡Lo mato!
-Es una larga historia Máx. Y a tí... -miro a Isaac.
-Sí, sí, lo sé, me odias. Ahora si me disculpas... -entierra los colmillos en mi cuello.
-¡HIJO DE PUTA! -gritamos mi hermano y yo al unísono.
Ahora es cuando extraño las mordidas suaves de Derek joder.
Cuando pensé que me desmayaría para.
-Una pena no poder disfrutar más de esta deliciosa sangre. Aunque creo que volveré por tí algún día. -se relame los labios y prepara las cosas para sacarme sangre. -¿Preparada para ver tus alas?
Levanta la navaja mientras trato de soltarme logrando solo más dolor.
-¡NO!
Segundos después siento un gran dolor en las costillas.
-Ah, culpa mía, se supone que tenía que ser en el estómago, deja que lo arreglo.
-¡Mc! -oigo a mi hermano gritar como loco mientras siento un pinchazo más.
Me voy a morir. De esta no salgo.
Los oídos me pitan y cada vez veo más borroso.
-Ala, listo, arriba. -dice quitándome las cadenas y poniéndome de pie. Al momento de soltarme caigo al suelo.
Noto una molestia extraña en mi espalda, como si algo quisiera salir de dentro. ¿Mis alas? No las puedo ver, mi cuerpo se niega a responder.
Definitivamente estoy muriendo, moriré delante de mi hermano. Me he dado cuenta muy tarde de lo mucho que quiero a Derek, no me despedí de ellos, no pude arreglar las cosas con Ash, no volveré a ver a las chicas...
-Hermoso. -sonríe.
Escucho los gritos de Máx tan lejanos... Y entonces ya no puedo seguir conciente.
Derek...
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¿¡Vampiros Y Hombres-Lobo!?
VampireLa vida normal que McKenzie pensaba tener se ve interrumpida cuando decide ir a una fiesta en el centro del bosque. PUBLICACIÓN ORIGINAL SOLO EN WATTPAD