-Enana sube al coche. -abre la puerta.
-No la vamos a llevar. -Derek se acerca y la cierra.
-Claro que sí, la necesitamos. -vuelve a abrirla.
-¿Estás loco?
-¿Qué pasa? -pregunto.
-He atrapado a un rebelde, te necesitamos para que le pongas las cadenas de plata.
-¿Y dónde está?
-Lo llevé al almacén y le puse algunas cosas para mantenerlo en la silla. Sube, acabará escapando si no nos damos prisa.
Hago caso y entro.
-¡McKenzie!
-¡Quiero ayudar Derek!
-¡Tú no lo entiendes!
-¡Eh! ¡Está tan metida en esto como nosotros, es lo que hay!
-Bien, le pones las cadenas y te vas.
-No, se quedará hasta el final.
-¡No puedes hacer eso!
-¿Qué vais a hacerle?
-Interrogarle.
-Pues no es... -me interrumpe.
-Y matarle.
-¿¡Matarle!?
-Es un rebelde, hay que hacelo.
Me quedo en silencio el resto del camino. Llegamos y bajamos lo más rápido posible, antes de entrar en la habitación Derek me pone detrás de él. Alek abre la puerta.
-Ahh, me encanta el olor a sangre buena por las mañanas. -suelta el sujeto mirándome.
Derek me esconde más aún.
-Muy bien, empecemos con esto. -dice Connor.
Todos se acercan para sujetarle y me miran.
Ah claro, las cadenas.
Voy rápidamente a cogerlas, camino con ellas hasta el rebelde y nos miramos por un momento. Entonces me doy cuenta de algo, doy un paso hacia atrás provocándole una sonrisa.
-¿Qué pasa? -pregunta Jacob.
-¡Él es el rebelde del bosque!
-Encantado pequeño ángel, soy Isaac.
-¡Las cadenas Mc! -grita Alek.
Fue el peor momento de mi vida, hasta creo que sufrí yo más que él, no dejaba de gritar e insultarme con toda clase de amenazas hasta que al fin terminé de amarrarle y unos minutos después se calló.
Le hicieron varias preguntas ganándose golpes de Collin por no contestar ninguna limitándose simplemente a observarme, yo que hasta ahora no había hablado salgo de allí bajo la vista de todos cansada de no conseguir nada. Volví con mi arma y la puse en su cuello sorprendiendo a todos.
-¿Quieres contestar de una maldita vez a las putas preguntas vampiro asqueroso? ¿¡Para qué me queréis y quién es vuestro jefe!?
-Vaya, vaya, la gatita se enfadó. -ríe fuerte.
-¿¡Qué tiene tanta gracia imbécil!?
-Una guadaña, qué típico de un ángel. Sé que no serás capaz de hacerme nada.
Apreté el agarre, tenía razón, no mataría a nadie.
-Responde a las preguntas.
-Vosotros no podéis matarme.
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¿¡Vampiros Y Hombres-Lobo!?
VampireLa vida normal que McKenzie pensaba tener se ve interrumpida cuando decide ir a una fiesta en el centro del bosque. PUBLICACIÓN ORIGINAL SOLO EN WATTPAD