¿¡Vampiros Y Hombres-Lobo!?

Capítulo XXXIV

¡TENGO UNA CITA CON DEREK BLACKWELL!

-¿¡Aún no has terminado de ducharte estúpida!? ¿¡Qué quieres fusionarse con el agua!? -grita Ash entrando de lleno al baño.

-¡Ashley!

-Oh vamos no te me hagas, como si no te hubiera visto desnuda antes. ¡Sal de la maldita ducha!

-¡Ya voy maldita sea!

-Te doy 5 minutos, iré a ver qué puedo salvar de tu armario para que vayas decente a la cita. -saca el móvil y me hace una foto.

-¿¡Qué haces!?

-Si no sales ya se la enviaré a Derek, 4 minutos, tick tack. -cierra la puerta.

Maldita estúpida.

La insulto mentalmente de mil maneras mientras me seco a velocidad de la luz, y ya de paso también me insulto a mí misma por decirle sobre la cita. Está ella más nerviosa que yo.

-Lista. -digo saliendo.

-Muy bien, ponte esto. -me tira la ropa elegida. -Buscaré zapatos mientras.

-Ashley.

-¿Qué pasó?

-¿Qué es esto? -pregunto mirándome en el espejo.

-Esto se llama vestido querida amiga.

-Ya lo sé estúpida, digo que no es mío.

-Sí es tuyo, te lo regale por tu cumpleaños el año pasado y nunca lo usaste. Lo he rescatado del fondo más oscuro de tu armario.

-Oh... ¿Dónde crees que iremos? -me siento en una silla mientras Ash me hace un peinado extraño.

-Aww... ¿Estás nerviosa?

-¿Cómo lo sabes?

-Porque si sigues dando golpes al suelo con el pie acabarás haciendo un agujero.

-Bueno nunca he salido con un chico... Me he pasado toda mi vida encerrada en un orfanato y es la primera vez que me gusta alguien. Estoy en todo mi derecho de morir de nervios.

-Tú tranquila, en cuanto te vea querrá casarse contigo. -dice apartándose de mí.

-Espero que no me hagas usar tacones de aguja. -me maquillo ligeramente mientras la veo moverse de un lado a otro.

-Tranquila, esta vez podrás usar tus amadas convers. Estás tan guapa. -finge quitarse una lágrima falsa. -Mi mejor amiga se va a una cita con un vampiro sexy, estoy tan orgullosa...

-Calla idiota, tú sales con un licántropo y encima es mi hermano. -río. -¿No le habrás mencionado esto no? Capaz y todo de aparecer aquí y atarme a una silla para que no salga.

-¿Por quién me tomas?

-¿La verdad? De ti me espero cualquier cosa.

-¿Dónde habéis quedado?

-Esta mañana me envió un mensaje diciendo que fuera a las 5 a la cafetería de aquí al lado.

-Pues ya es la hora, ve, pequeña mariposa.

-¡Adiós, te quiero! -digo saliendo de casa.

-¡Ya me contarás cómo te fue! ¡Te quiero!

Camino feliz, aún no me creo que esto esté pasando.

{…}

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