En cuanto llegamos desapareció, así que me pasé la tarde entrenando con Collin. Cuando por fin me dejó ir fui a buscarle a su habitación donde, según Jacob, estaba.
Entré sin llamar y lo encontré tirado en la cama leyendo tranquilamente un libro, me dirigí a la estantería a cotillear.
-¿Qué no sabes tocar, maleducada?
-¿De verdad quieres ir por ahí? -como no me responde vuelvo a hablar. -¿Qué has estado haciendo?
-Nada que te interese.
-Sí me interesa porque por tu culpa he sido obligada a esquivar los golpes de Collin hacia mi cara por dos horas. -escojo el libro del medallón perdido y me tiro a su lado.
-Me alegro que te lo hayas pasado tan bien.
-¿Te ha dado un ataque de bipolaridad o qué?
No contesta así que me pongo a leer. Un rato después empiezo a reír como loca.
-¿Qué es tan gracioso?
-¡Mira! -le señalo una parte del texto y vuelvo a reír.
-No es para tanto, ríe en tu mente, intento concentrarme.
Vuelvo al libro tratando de contener la risa pero fallo, él se queda mirándome un momento.
-McKenzie.
-¡Lo siento, lo siento! -digo agarrando mi estómago.
-¡McKenzie!
-¿Qué? -le observo tratando de no reír de nuevo.
-Sal conmigo.
Abro los ojos como platos e intento sentarme para verle mejor pero me caigo por la rapidez con la que lo hago.
-¿Estás bien? -pregunta asomándose al suelo sonriendo.
-¡No! ¿¡Cómo se te ocurre preguntar eso así de la nada!? -contesto sonrojada.
-¿Y qué querías? ¿Un carruaje de caballos blancos? ¿Globos y chocolate?
-Con una pizza en forma de corazón me habría conformado.
-Tomo nota. ¿Entonces?
-¿Entonces qué?
-Que si quieres salir conmigo maldita sea.
-Que sí, idiota.
-Genial, entonces... -se levanta a prisa y me arrastra hasta el salón. -¡Chicos venid aquí ahora!
No me digas que...
Todos aparecen rápidamente, incluso Dustin e Isaac están aquí. Supongo que estarían hablando de mi padre.
-¿Qué pasa? Me estaba divirtiendo con una ardilla. -responde Connor.
-McKenzie y yo estamos saliendo, así que como intentéis algún movimiento extraño con ella ahora sí tengo motivo justificable para arrancaros las pelotas. Ya podéis iros.
-¡Derek! -grito.
Mira que puede llegar a ser idiota máximo a veces.
{…}
-Oye. -digo una vez que me deja en casa.
-¿Qué?
-¿Qué se supone que le diga a mi hermano?
-La verdad.
-Oh claro, yo llego y le digo: hey hermanito estoy saliendo con un vampiro, sí ese que me roba sangre a su antojo y es tan bipolar. Claro que sí, seguro que acepta.
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¿¡Vampiros Y Hombres-Lobo!?
VampirosLa vida normal que McKenzie pensaba tener se ve interrumpida cuando decide ir a una fiesta en el centro del bosque. PUBLICACIÓN ORIGINAL SOLO EN WATTPAD