4. Signos

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Elizabeth 

Al día siguiente me preparé desde temprano para poder volver a salir con Charly. Ya extrañaba esos ojos azules. 

Charly llegó más temprano de lo que habíamos quedado así que me extraño un poco la actitud que llevaba con él, pero tal vez estaba pasando un mal día. 

Hola hermosa ¿querés venir conmigo a un ensayo de soda para el concierto de mañana? -Dijo algo apurado.-

Si, está bien, me encantaría. Vamos. 

*

Llegando al estudio estaba Zeta conectando el bajo al amplificador y Gustavo estaba concentrado en su guitarra, practicando algunos acordes. Sinceramente tenía pena porque no sabía que podría pasar en un ensayo de Soda. 

Ya llegué. -Dijo Charly algo enojado, el ambiente se torno incomodo, no había nadie más ahí, sólo yo y no quería ser una Yoko Ono.- 

Charly, me siento un poco mal. Yo creo que me voy. -Dije en voz algo baja.-

¿Querés que te lleve a un hospital o algo? -preguntó Charly preocupado.- 

No, yo me... -me vi interrumpida por Zeta.- 

Hola Eli ¿cómo te encontras? Que gusto que hayas venido. Espero que te guste como tocamos. -Zeta era muy amable.- 

Se siente mal. -mencionó Charly algo preocupado.- 

¿Te sentiss muy mal Eli? -cuestionó Zeta.-

No, nada grave. 

En ese momento Gustavo fue a otra habitación, Charly y Zeta se miraron y sólo alzaron los hombros. A los 2 minutos llegó Gustavo con un té. 

Hola Eli, toma esto, te hará bien. -Zeta y Charly se quedaron petrificados ante tal acto de Gustavo.- 

Hola Gus. Muchas gracias, que amable.

De pronto el ambiente se empezó a sentir más ameno, me senté en un sofá y los vi ensayar. Gustavo me miraba tan dulce que por un momento me quedé perdida en su mirada pero después despertaba para mirar a Charly pero él mejor volteaba a otros lados. Miraba con detalle cuando eran los solos de guitarra pero cada uno en su respectivo papel eran asombrosos pero en conjunto eran mágicos.

Cuando terminaron de tocar alguien llegó tocando la puerta, le traía un mensaje a Charly en un estilo telegrama. Nadie sabía que decía. 

¡No! Ahora regreso chicos. -Dijo antes de irse y dándome un beso en la mejilla.-

Todos nos miramos extrañados, de pronto Zeta y yo quedamos hablando y él preguntaba sobre lugares turísticos que habían en México, le recomendé unos lugares y él quedó fascinado por la región.
De pronto Zeta salió del estudio y sólo me quedé con Gustavo. El silencio era incomodo así que sólo veía los cuadros que se encontraban en el estudio, miré mi reloj ya eran las 20:00, voltee pero Gustavo se encontraba justo enfrente de mi por no decir que a centímetros. Lo aprecie como nunca lo hubiese hecho, de repente sentí sus labios con los míos y las lenguas se encontraban en un baile sincronizado, me dejé llevar por un momento pero después me alejé, sin decir nada tomé mi abrigo y salí del estudio. 

 Me sentí confundida por todo aquello que paso. Después el teléfono sonó.

¿Hola? -pregunté algo desanimada.-

Hola Eli, soy yo Charly. Disculpa por salir así pero tuve unas llamadas por algunos problemas familiares que hubo por eso tuve que salir tan rápido y sin avisar.  

Me quedé muda unos cuantos segundos. 

  ¿Todo bien? -preguntó Charly.- 

Si, todo bien. No te preocupes ¿pero ya todo está bien con tu familia? -cuestioné tratando de borrar el encentro con Gustavo.-

Todo bien Eli, gracias por preguntar sos un amor, ¿cómo te fue con los chicos? 

Ah... Todo bien, Zeta es muy amable, preguntó por unos lugares de la Ciudad para salir, después se fue, al poco tiempo me despedí de Gustavo -"¡Y qué despedida!" pensé.- y me fui.

¿Gustavo no te dijo nada ofensivo o algo mal? -dudo con curiosidad Charly por lo que empece a sospechar que el mal ambiente.-

No, muy amable y casi no habló ¿por?

No, por nada Eli. Bueno tengo que irme ¿te veo mañana en la tarde?

Vale Charly, hasta mañana en la tarde.

Subí a mi habitación a escribir un ensayo de la escuela de pronto alguien tocó el timbre por lo que bajé rápidamente porque mis padres ya estaban durmiendo. Vi por la mirilla de la puerta sólo pero había una rosa que no me dejaba ver quien era por lo que supuse que era Charly. Al abrir estaba Gustavo.

Hola Gus ¿Qué pasa? -pregunté indiferente.-

Vine a traerte una rosa.

¿A mi?, ¿Por qué? -el misterio de Gustavo era extraño.-

Porque sos hermosa Eli, quiero matar a Charly cuando dice que te tiene, cuando te vi a través de ese retrovisor te vi tan bella que me hubiese encantando haber saltado primero que Charly. Muero de celos por tenerte. -decía Gustavo acercándose cada vez a mi.-

Pero no sería correcto. Estoy con Charly. -dije para poner una tipo barrera entre él y yo.-

¿Ya sos su novia?

No, aún no Gustavo. Vamos lento para conocernos.

¿Entonces qué te impide conocerme?

De pronto escuché a alguien bajar por las escaleras y preguntar "¿Quién es Elizabeth?" Era la voz de mi padre.

Gus, creo que no podemos hablar a esta hora, mi padre te sacará de aquí. Mejor regresa al hotel. -en verdad temía que lo padre bajará e hiciera todo un show.-

¿Puedo verte mañana?

No lo sé Gustavo. Por favor anda.

Amor AmarilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora