40. El Fin de Amar sentirse más Vivo

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Elizabeth

El lunes por la tarde fui de compras para comprar un vestido para la boda, compré un vestido color vino, lucía realmente hermoso y me había enamorado de el, llegué al departamento y ya era algo noche así que decidí descansar porque al día siguiente era el vuelo.

Ya era exactamente martes en la mañana y ya me encontraba en el aeropuerto para documentar las maletas y esperar el pase para abordar, estaba leyendo un libro y ya faltaba poco para abordar el vuelo era directo así que ya me sentía preparada para ir a Chile. Después de unos minutos miré mi reloj de pulso y me dirigí hacía la puerta, revisaron el ticket, subí al avión y me quedé completamente dormida, al despertar todavía faltaba una hora y decidí pedir algo de comer, cuando llegué me fui a la zona de restaurantes en donde le envié un mensaje a Gustavo que ya me encontraba en Chile y le dije en la zona en donde estaba. 

Él llego unos 20 minutos después aproximadamente. 

-Disculpa la tardanza pero aquí afuera se hace un completo desastre.- dijo Gus con una gran sonrisa. 

-No te apures Gus, afortunadamente llegaste.-

-¿No venis con Chalry?-

-No, Gustavo, vine yo sola.-

-¿Por qué no vino Charly?-

-Porque hace algunas semanas nos separamos, y desde ese momento ya no supe nada de él.-

-¿Puedo saber por qué se separaron?-

-Claro, pues cuando regresé de México lo hice días antes de lo esperado porque me habían cancelado un contrato así que cuando llegué al departamento sin duda Charly estaba ahí pero yo ya había llegado algo noche por lo que me supuse que ya estaba durmiendo, entonces yo llegando a la habitación con el único propósito de dormir pues  Charly estaba con otra mujer, sin duda muchísimos años más joven que yo, me fui a un hotel en donde pasé la noche y al día siguiente no quise hablar con él y solo le pedí que se marchará del departamento, y desde aquella mañana no lo he visto, así que solo vine yo y espero que en tu boda tenga algo de suerte.-

Gustavo se quedó callado y su rostro se torno serio pero no dijo nada más.

-Bueno Eli, pues vamos a una casa que tengo en Chile, en lo que Cecilia esta con su madre y su hermana.-

-No, claro que no Gustavo, no quiero ser un estorbo, mejor me hospedaré en un hotel.-

-Claro que no eres una carga, así que ven que tú serás como mi dama de honor, si eso existiera para los hombres.- 

Accedí quedarme en la casa de Gustavo, y cuando llegamos su casa realmente era hermosa y se notaba que estaba muy bien cuidada, Gustavo tomó mis maletas.

-Ven Eli, te mostraré tu habitación.-

Subimos las escaleras y se detuvo en un cuarto abriendo la puerta del mismo en donde la habitación que lucía realmente hermosa, puso las maletas cerca del closet y abrió las ventanas para que entrará la luz del atardecer. 

-Tu casa es demasiado hermosa Gustavo, ¿aquí vivirás con Cecilia cuando se casen?-

-Muchas gracias Eli, y no lo sé.-

-Si quieres hay que salir a cenar porque seguramente has de tener hambre.-

Regresando de cenar nos quedamos en el living mirando una película realmente vieja, y nos estábamos divirtiendo demasiado, comiendo pop corn, dulces y un par de malteadas, básicamente era la despedida de soltero de Gustavo porque mñana sería su boda. Ya era algo tarde, el reloj marcaba más de la media noche.

Amor AmarilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora