27. En la Ciudad de la Furia

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Gustavo
Eli y yo nos encontrábamos a la mañana siguiente acostados, ella seguía dormida pero yo sólo ñe contemplaba, se veía tan hermosa y perfecta como no he visto a absolutamente nadie que no fuese ella. Antes de que ella despertará llamé al mánager y le pedí un boleto extra para el regreso a Argentina. Cuando Elizabeth despertó mirándome a los ojos, feliz y eso me hizo sentir un momento único.

Después de desayunar juntos, ella ya se encontraba dispuesta a irse.

-Bueno Gustavo, no sé si tienes que hacer algo pero te veo antes de irte, espero que ya podamos estar juntos muy pronto, en serio ya no aguanto estar sin ti.-

-No tengo nada que hacer, y como dije ayer mismo que no vamos a separarnos nunca más, y quiero que hoy mismo vos y yo nos vamos a Argentina, juntos y nunca más separarnos.- Elizabeth se quedó pasmada pero después empezó a reír demasiado.

-No es mentira Eli, es más vamos por maletas a tu apartamento.- me paré abriendo la puerta de la habitación y salimos en dirección a su apartamento.

Cuando hicimos las maletas salimos del mismo y después fuimos al aeropuerto a tomar el vuelo. Llegando a Argentina habían demasiados medios en lugar, tuvimos que huir por la presión de los medios, de los fans y Elizabeth se espanto demasiado, habían chicas llorando y casi arrancando su cabello, medios sobre el auto, costó demasiado salir de ahí.
Llegando a mi apartamento prendimos la televisión y todos hablaban de lo que había dicho la noche pasada en México, sacaron unas fotos de Elizabeth pero en ninguna se veía bien si rostro. En ese preciso timbro el teléfono y me dirigí a contestar en lo que Elizabeth seguía viendo la televisión.

-Bueno, ¿qué pasa?- contesté aturdido esperando que no fuese algún medio.

-Soy yo Gustavo, necesito que vos calmes a la prensa, están con una joda tremenda, no hay minuto en que no estén llamando a mi teléfono para confirmar una fecha para que aclares todo esto que pasó ayer en México, confirma algo o al menos concede una entrevista.- mi mánager estaba cabreado de todo lo que estaba pasando y más porque le estaban jodiendo con el teléfono.

-Si, pues vos te diste cuenta en el aeropuerto, todos estaban que estallan y sé como está Argentina por esto, pero está bien acuerda una fecha y yo doy una entrevista, pero aún no es momento para que Elizabeth se enfrente a toda la gente, sólo yo y contestaré todas las preguntas pero sólo yo, ¿correcto?-

-Está bien Gustavo, yo hablo con los medios y organizó algo para que esto ya se calme un poco, estoy se acuerdo con que no querés exponer aún a Elizabeth, bueno Gustavo, pasa una buena noche y mañana te hablo para saber si confirmó algo.-

Amor AmarilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora