34. Volver

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Elizabeth
Llegamos a casa después de estar en el hospital casi 2 semanas, Charly sólo se fue a sentar y prendió el televisor y yo me fui a dormir a mi habitación. En la noche tome mi bolso y fui a cenar a un restaurante lejano, y al llegar Charly estaba hablando por teléfono.

-Eli, adivina quien se va a casar- yo sólo me reí y pregunté sin interés "¿quién?-

-Zeta, tenemos que ir a su boda, vos conoces a Zeta y estaría bien ir, va a hacer en una semana así que yo digo que preparamos unas cosas y vayamos de vacaciones a Argentina.-

-No lo sé Charly, no me siento animada, ¿no te das cuenta de lo que acaba pasar?- Charly se quedó callado y yo me fui al living tomando un libro y empezando a leer.

-Eli, cariño, sé perfectamente lo que acaba de pasar y te puedo decir que tenemos que salir adelante, mirar hacia enfrente y seguir hasta dónde podamos pero juntos, parece ser el fin del mundo pero podemos salir adelante Elizabeth, no es imposible y sos una heroína y todo lo podes. No estás sola, estás conmigo amor.-

-Está bien Charly, iremos a la boda de Zeta. Es como empezar de nuevo.-

A los pocos días Charly y yo nos encontrábamos haciendo las maletas para ir a Argentina, todo parecía estar bien, habían risas, abrazos y mucho cariño, a pesar de que había momentos en los que recordabamos al pasar por afuera de la habitación de aquel bebé que nunca pudimos tener, pero a veces la nostalgia nos acompañaba.
Tal vez el viaje era una señal para librarme de aquel momento y empezar de cero con Charly.

Llegamos a Argentina y estuvimos en el viejo departamento de Charly, yo llegue a acostarme inmediatamente.

-No, para nada Eli, levantate que iremos de compras, vos serás la más bella de la boday para eso se necesita un vestido bello y radiante como vos.-

Llegamos a una boutique en donde todos los vestidos eran bellísimos, era primavera y el auge de los 90 estaba al full porque ya casi terminaba la década, pero no se debía de perder clase, escogí un vestido azul, con unas zapatillas que le lucían bien al vestido, todo esto había hecho que me olvidará de todo lo malo pero también hizo que recordará que en ese día muy probablemente me encontraría con alguien.
Al salir se la tienda Charly se compró un traje que yo le escogí para que ambos relucieramos, élestaba conforme con la idea que elegí y nos fuimos satisfechos porque al día siguiente sería la boda.

Al levantarnos Charly y yo compartimos un baño completamente relajante, y estábamos, ambos salimos y empezamos a vestirnos, después de un par de horas estábamos listos para ir a la Iglesia, cuando llegamos habían demasiados reporteros así que entramos por la parte de atrás pero adentro ya no habían medios, pero a lado de nosotros estaba la persona que marcó mi destino. Gustavo.

Amor AmarilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora