Dos semanas después
Charly
Hoy iba a ver de nuevo a Eli. Ella por la escuela y yo por las presentaciones casi no nos hemos podido ver pero hoy ambos teníamos la tarde libre así que decidí invitarla a un parque.
Cuando toqué a su puerta ella no tardó mucho en salir. Ella iba vestida casual pero aún así se veía bellísima.
Hola Eli. -dije al darle un pequeño beso en los labios.-
Hola Charly, perdón por vestir así pero como dijiste que un parque quise estar un poco más cómoda. -Dijo sonriendo tímida.-
No importa que ropa tengas, sos hermosa.
*
En el parque estábamos acostados sobre el pasto, mirando el cielo tan azul, ella por un momento cerró sus ojos.
Eli...-mencioné dudoso.-
¿Qué pasa Charly? -Dijo aún con los ojos cerrados.-
Estás semanas que he estado con vos han sido las mejores, como siempre te he dicho me has conquistado, sé que mañana me regreso a Argentina pero quiero seguir frecuente con vos, no quiero que esto quede como un experiencia y ya. Tal vez somos jóvenes pero me encantas en todos los sentidos. Tal vez vuestros caminos están predestinados a estar separados, vos terminar tu carrera y yo seguir con Soda pero no quiero perderte. Bueno, si deben ser menos palabras para no confundirte ¿Deseas ser mi novia? -mi corazón casi salía por saber cual era la contestación de Eli.-
¿Si deseo ser tu novia? Si, si lo deseo pero no sé si tu quieras ser mi novio. Charly, ¿Quieres ser mi novio? - Me empecé a reír por lo que ella dijo.-
Yo quería preguntarte eso. Pero si, si quiero ser tu novio Elizabeth. -Sonreí y ella aún con los ojos cerrados me acerqué a su labios para besarla cautelosamente.-
Después fuimos a la casa de Eli para ver una película tranquilos.
Al llegar no se encontraba nadie así que preparamos unas palomitas y subimos a su cuarto.
Estábamos en el clímax de la película, Elizabeth me abrazó del brazo fuertemente para no ver aquella escena de suspenso.
Toda la película fue así al terminar, nos quedamos acotados contando anécdotas de cuando ambos éramos niños. De pronto ya nos encontrábamos en un beso. Yo estaba encima de ella sin dejarla de besar, acariciaba su cabello que era tan suave, de pronto mis manos bajaron a su pecho ella gemía, ambos sabíamos que podría pasar. Ella tocó un poco mi intimidad no aguantaba por estar en ella.
Al momento de quitar su blusa la observé detenidamente pero ella me abrazó para decirme algo al oído.
No puedo. No sé Charly. -Dijo muy bajo por lo que paré.-
No he tenido relaciones. Ni un encuentro así. -Dijo sonrojada y mirando a otro lado.-
Por mi no hay problema si no querés. No quiero hacerte sentir incómoda. -me sentía un estúpido.-
Mejor, cuando me sienta preparada. En serio perdón Charly.
Yo sólo besé sus labios rosas. Ella se volvió a poner su blusa. Al poco tiempo Eli se quedó dormida en mis brazos. Su lunar en el pómulo en forma de corazón se le veía tan hermoso, casi perfecto. Al poco rato yo también me quedé dormido.
Eli me despertó con un beso al que yo respondí de la misma manera.
¿Tienes hambre? -preguntó con una sonrisa resplandeciente.-
No diré mentiras. La verdad es que si, algo.
Voy a preparar algo. -ella se levantó de la cama acomodando su cabello.-
Te ayudo.
Bajamos a la cocina, ella empezó a sacar algo de verduras del congelador, yo las lave mientras ella ponía carne en aceite. Terminamos de cocinar. En la comida casi no hablamos pero el silencio no significaba estar incómodos. Más bien nos conocíamos en silencio.
Mire el reloj, ya era tarde y al día siguiente tenía mi vuelo temprano. Tenía que llegar al hotel a acomodar todo y a descansar.
Eli. Tengo que irme, es un poco tarde, mañana tienes escuela y yo mi vuelo. -el desánimo y algo de tristeza era notable en sus ojos.-
¿A qué hora es tu vuelo?
A las 9:00 am. -No me quería ir.-
Oh, entiendo.
Ella miró al suelo, yo sólo me acerqué para abrazarla.
¿Qué será de nosotros? -preguntó ella sin mirarme a los ojos.-
Te llamaré cada día, excepto cuando haya concierto, pero cuando tengamos descanso te juro que vendré a México. -posee un beso en su frente.-
Te quiero Charly. -ella dijo abranzandome más fuerte.-
Yo te quiero más Elizabeth.
*
Llegué al hotel un poco desanimado. Subí a mi habitación y empecé a empacar todo sinceramente no me quería ir de México. Temo lo peor para Elizabeth y para mi.
Me duché y me fui a dormir para al día siguiente despertar temprano.
*
Al llegar al aeropuerto estábamos Gustavo, Zeta y yo sentados esperando el vuelo. Gustavo estaba escuchando música del Walkman, Zeta estaba leyendo un libro y yo sólo veía pasar a la gente. De repente vi a Elizabeth parada a lo lejos mirando a todos lados hasta que levanté la mano para que me viera. Ella me encontró y sonrió enormemente, corrió hacia mi. Me abrazó fuertemente.
Aún no te has ido. -mencionó feliz basándome profundamente.-
Al parecer el destino atraso el vuelo.
Que generoso es el destino, -Dijo riendo.- te traje algo. Para que no te olvides de esto.
Sacó de su bolso una carta poniéndola en el bolsillo de mi gabardina pero venía una nota con tinta roja "abrir cuando estés solo". También sacó llevaba con ella una caja de chocolates.
Espero que te gusten. Son mis favoritos. -está mujer me mata de ternura.-
Eli, muchas gracias no tenías que traerme todo esto, también no tenías que venir cuando tenías clase.
Eso no importa, lo que importa es esto. -Al terminar esa frase me besó y yo sentí una ola de emociones, sentía cariño, pasión y sentía lo que nunca había sentido por alguien.-
No me olvides Charly. -Dijo al oído.-
Nunca lo haré. -susurré a su oído.-
Al parecer va haber capítulo por día.
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