Capítulo 46: "Estar enamorada." Parte 1/3

253 29 8
                                    


—Sí las cosas hubieran sido así desde el inicio nada de esto hubiera pasado, hubieras venido conmigo nuevamente al instituto, te hubiera llevado a casa, estaríamos justo como ahora, pero sin tanto dolor de por medio.

—¿Sientes dolor? —cuestioné atemorizada.

—El dolor de que nuestro pequeño mundo perfecto haya sufrido un desastre natural, nuestras placas choraron, Carol.

—¿Estamos muy metafóricos? —sonreí volteando mi rostro hacia él, aún permanecíamos recostados sobre mi cama, yo sobre su pecho y él con sus brazos alrededor de mi cintura. ¿Había posición más cómoda? Puedo sentir la relajación desbordar de cada poro de mi piel.

—Pues que te digo, así como las golondrinas vuelan al sur en invierno, mi corazón vuela hacia ti en cada momento —recitó con voz gruesa y exclamando con su brazo.

No pude evitar carcajearme ante aquel pequeño verso tan bizarro —Eso fue lo más patético que he escuchado en mi vida —alegué riendo aún.

—¿No te gustó? Pero si me ha salido del alma —rio conmigo y me abrazó con fuerza— ¿Estás riéndote de mí, Manson?

—No me rio de ti, me rio contigo —respondí.

Rápidamente y sin mucho cuidado, se removió al punto de quedar encima de mí, sus rodillas encerraban mi cintura y sus maños apresaban mis delgadas muñecas sobre la cama —A mí me parece que estás riéndote de mí, Manson, entonces yo te haré reír con ganas.

No me dejó analizar su amenaza para entender a qué se refería, pero lo demostró cuando acercó su nariz a mi cuello respirando con suavidad, no pude evitar por un segundo reírme a todo pulmón.

—Matt, no, Matt por favor.

Rogaba tras risas y suspiros, el no dejaba de respirar de esa manera sobre la piel sensible de mi cuello, provocando, además de las carcajadas, la sensibilidad de todo mi cuerpo y mi piel erizada.

Su nariz descendió de mi cuello por mi pecho hasta llegar a mis costillas derechas, me retorcí, la risa empezaba a causar dolor en mi estómago.

—Eres mía, Manson, terriblemente mía, ángel.

Volvió a subir hasta llegar a mis labios donde una sonrisa que descansaba plácida fue borrada con el dulce sabor de sus labios sobre los míos.

En un parpadeo, el sol asomaba nuevamente mi ventanal, la luz ya reinaba cada lugar de mi habitación, y el perfume de este hombre embriagaba mis fosas nasales. Pues mi rostro descansaba radiantemente sobre su pecho desnudo, durante la noche había decido que su camisa no le era necesaria por ahora, al igual que sus calcetines y el mantener abrochado su pantalón.

Por mi lado, cohibida en mis inseguridades, había dormido entre las ajustadas telas de mi jean y camiseta. Pero, ¿cómo no sería capaz de ser tan fresco y cómodo? Su cuerpo es una obra de arte digna de admirar, jamás lo he visto hacer ejercicios, sin embargo, es un jugador de basquetbol, no puede renegar de su físico y de su maravillosa altura.

Con mi dedo índice repasé su abdomen marcado, sus pectorales e incluso la base de su cuello, realmente no sé si el movimiento fue apropósito o no, pero decidió aprisionarme aún más poniéndose de lado frente a mí, se acomodó aún con los ojos cerrados aferrando mi cuerpo al suyo y mi rostro a la altura de su pecho mientras su cabeza descansaba su otro brazo.

No me detuve, seguí paseando mi mano sobre su cuerpo, saboreando el deleite en mis dedos de sus músculos tensionados ante mi toque, en la posición en la que estaba, sus pantalones se abrían mostrando el elástico de su ropa interior y sonreí ante la perversión de mis pensamientos al tocar sus oblicuos, este hombre lo tenía todo, y estaba simplemente durmiendo a mi lado, en mi cama, en mi habitación, en mi casa, en mi vida.

Lo abracé con fuerzas con intenciones de despertarlo, era tarde ya y aún esta semana de exámenes no había terminado.

—No necesito nada más en esta vida que la dicha de despertar así cada día.

—Tus frases son tan...

—¿Románticas?

—Empalagosas.

—¿No las amas?

—Llenas de puro verbo, hasta miedo me causan —me burlé a lo que él reaccionó con un estúpido puchero—. Eres un idiota.

—Pero soy lindo, eso lo recompensa todo.

—Hay que pensarlo —dije acercándome a sus labios para besarlo y así fue por varios minutos hasta que reaccionamos que nuestros exámenes no se rendirían solos.

Bajó por mi ventana como ya se había acostumbrado a hacerlo, yo salí corriendo a su encuentro cruzando la puerta como la gente normal lo hace después de un rápido proceso de arreglo femenino, rogando al cielo para no cruzarme con mis padres, había sido un hermoso amanecer como arruinarlo con sus regaños y desprecio hacia mí.

Para cuando crucé el portón, él ya reposaba su peso sobre la motocicleta que tanto amaba, al llegar a él hundió sus dedos en mis cabellos, justo en la parte trasera de mi cabeza, atrayéndome hacia sus labios.

Llegamos tarde al instituto, pero lo suficientemente a tiempo para separar nuestros caminos y rendir nuestros exámenes con normalidad, al salir del tedioso y por demás complicado examen de Física, me encontré por los pasillos a Yuko, la que al verme sonreír corrió hacia mí dejando de lado a su patético novio Bratt junto a su amigo Jack.

—¿Qué ha pasado? Parece que te has comido un payaso, ¿es por Matt?

—¿Tanto se me nota? Es que no qué tiene, pero siento cosas que me dan miedo. Con él todo ha ido demasiado a prisa y eso es lo que me asusta, el que todo esto sea sólo una ilusión porque realmente no quiero que termine.

—¿Estás enamorada? —preguntó curiosa.

—Pues... Yo creo que sí, si estoy enamorada de Mattías River.

—Vaya, eso es nuevo —se burló de mí bastante emocionada.

—Estúpida, necesito ayuda.

—Nada que ver, Manson, esto es genial. ¡Salgamos los cuatro! No, no, no ¡Salgamos los seis con Jay y Kate! No, mejor aún, ¡seamos ocho con Ash y Alex!

—La última vez que estuvimos los ocho juntos no salió nada bien, chinita.

—Eres de lo peor —rio—. Te convenceré luego, tengo examen.

Y con ello regresó con su chico a quien haló consigo hasta el final del pasillo, recordé lo sucedido con Leyla y el hecho de que ella aún no lo sabía y Dani peor.

—¿Qué tan malo puede ser? —solté en un leve murmuro volviendo a retomar mi camino.

Con amor, una estrella entre planetas.

🌏💫🌏

🌏💫🌏

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Infiltrada [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora