La Chica Detrás del Blog. - [Libro I]

(12) Momentos Incómodos.

Momentos Incómodos.

****

Son las 3:30 de la mañana y yo aun no puedo pegar un ojo. Paris parece tener el sueño pesado ya que desde que su cabeza tocó la almohada no se ha movido. Mientras que mi cabeza da vueltas y vueltas. Sigo pensando.

¿Y ahora que voy a hacer? Evan me besó enfrente de Nate y Rebecca. Y luego siguió actuando como si nada hubiese pasado. En el camino a la moto tomó de mi mano con normalidad. En la moto manejó con normalidad. Al llegar a la casa lo único que me dijo fue un "Ugh, mañana hay escuela", y lo dijo con normalidad. Como si el beso fuese algo de poca importancia.

Como si yo solo fuese otra chica a la cual el puede llegar y besar ¡tres veces! Y luego actuar con ella con una maldita normalidad.

No sé que es lo que va a pasar dentro de unas horas, no sé como voy a hacer para hablarle.

¡Estoy nerviosa, maldita sea!

Evan solo tuvo que hacer un simple movimiento para quitarme la virginidad de labios. ¡Si, lo sé! Soy virgen de labios... o bueno... lo era.

Richard jamás se atrevió a darme un maldito beso en los labios, y se que es vergonzoso que una chica a mi edad no haya dado su primer beso. Niñas de 12 años ya lo dieron.

Sé que cuando Evan me dio ese beso no fue el mejor que él haya dado. No sabía donde colocar mi lengua, ni como mover los labios. Cuando se lo devolví solo me acordé como lo describían en los libros e imité el movimiento.

Fue un desastre.

Lo que tengo que hacer es actuar con normalidad, como si nada hubiese pasado, como él actúa conmigo.

Aunque no sé como es que él actúa así. Actúa como si no se hubiese dado cuenta que le dio vuelta a mi mundo por completo.

****

Con normalidad, con normalidad.

Eran las cosas que me decía mientras me levantaba para irme a bañar. El baño estaba ubicado en una puerta (la cual no había notado) enfrente de mi habitación y al lado de la de Evan.

Salí de mi cuarto silenciosamente para no despertar a Paris y mucho menos a cualquier otra persona en la casa. Con mi toalla en la mano y mis jabones en la otra me dirigí al baño y cerré la puerta.

Me quité la ropa y la coloqué cerca de el lavado. Me sentía incomoda estar desnuda estando en otra casa que no sea la de Issie o la de mis abuelos. Se sentía muy inadecuado.

Me metí en la ducha y puse los jabones en los estantes que tenían ahí mismo. Abrí la ducha en el agua caliente y el vapor se hizo notar después de un rato. Miré que en los estantes también había un shampoo de hombre y no dudé dos veces antes de oler su aroma.

Cerré la ducha y escurrí mi cabello mientras lo colocaba a un lado de mi cuello. Me amarré la toalla por encima de mis pechos y agarré mi ropa. Vi que el espejo estaba empañado y me tenté a escribir en él como siempre lo hacía.

Salí de el baño mientras cerraba la puerta detras mío. Me di la vuelta cuando choqué con un cuerpo y me deslicé para casi caerme, pero éste me agarró de la espalda y quedé inclinada perdiendo completamente el equilibrio. La ropa fue la única que tocó el suelo pero yo estaba casi desnuda cerca de Evan.

Apreté mis manos en la toalla mientras lentamente levantaba la mirada a él.

- Ay, Dios... - murmuré.