Mascarilla de aguacate.
*
La tarde siguiente Evan no estaba en la casa, Catherine dijo que lo habían elegido para el equipo de football y que todos los jueves y martes él no vendría a la casa hasta las seis de la tarde. Pues, la tarde de ese jueves yo me quedaría sola en su casa. Aún no le decía a Issie que la niñera de Paris era hermana de Evan. En algún u otro momento le tenía que decir antes de que se diera cuenta por otra boca, ni siquiera me imagino el desastre.
Llegué a la casa y me acomodé en la sala para empezar a releer algún libro que agarré a ciegas de mi librero. Todo estaba tranquilo. Apenas y se oían las voces de Paris y Catherine jugando a las muñecas, en ese silencio me hubiese podido leer más de un libro, pero en verdad no podía ni empezar el que tenia en mis manos. No había pasado tanto tiempo en la casa de Evan, con Evan, pero me hacía falta que él estuviese ahí. De alguna manera era divertido que me molestara con mis apodos o que tratara de saber más de mi. He pasado simplemente cuatro días con él y ya me siento de esa extraña manera.
Raro e inadecuado, pero cierto.
Traté de concentrarme leyendo otra vez el mismo párrafo de hace algunos diez minutos, pero no pude. Decidí dejar el libro atrás y poder explorar los pequeños rincones de la primera planta. Camine hacia la cocina, hasta la parte de al fondo de la misma, donde me encontré una puerta de vidrio que se deslizaba para abrirse y dejarme pasar a el patio trasero. Sin pensarlo mucho me dejé pasar por la misma. El patio trasero era mediano, con una área verde y otra de cerámica donde habían colocado unos muebles y un techo de madera. Ese era un lugar perfecto para leer.
Volví a adentro mientras cerraba la puerta detrás mío con un pequeño desliz. Regresé a la sala donde me encontré las gradas y mi primer instinto fue empezarlas a subir. Arriba había una sala en medio y al parecer un balcón al fondo. A los extremos de la sala habían pequeños espacios donde se unían las puertas para los cuartos. Me fui al extremo izquierdo, que es donde oía las voces de las chicas. En ese extremo solo habían dos puertas, de la cual solo una estaba abierta. Me acerque a la misma y logre ver a Paris y Catherine en una habitación grande, decorada como para una chica de 20 años. La habitación de Catherine.
-Oh Effie. - dijo ella. - ¿Ocupas ayuda?
Entré un poco más a la habitación y pude sentir la esencia a fragancia de mujer.
-Umm... - empecé a decir.
No le podía decir que andaba explorando la casa, seria inadecuado.
-Me preguntaba si, ¿puedo servirme un poco de Cereal? - puse mi mejor intento de una sonrisa inocente.
-Obvio. Considera esta casa como tu segundo hogar.
Le sonreí otra vez e hice mi dirección otra vez a las escaleras. Antes de bajar, el extremo izquierdo llamó mi atención. Mireépara atrás para estar segura de que Catherine no venía hacia mi y seguí caminando hacia enfrente. En una repisa habían retrateras con fotos de un pequeño niño con pelo oscuro y ojos color chocolate; Evan.
Habían fotos familiares de su hermana, su mamá y supongo que su papá y él. Evan se miraba tan adorable de pequeño, era el mismo chico con la sonrisa radiante. Más al fondo habían tres puertas de las cuales se me hacía difícil adivinar cual me llevaba a la habitación de él.
Bajé las gradas para volver a ir a la cocina y servirme un poco de jugo de naranja en un vaso de vidrio. Me apoyé en la encimera mientras dejaba vacío el vaso y lo colocaba en el lavaplatos.
Minutos después que terminé de beber el jugo tocaron la puerta. Catherine estaba ocupada con mi hermana como para abrir la puerta así que decidí ir a hacerlo yo.
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La Chica Detrás del Blog. - [Libro I]
Ficção Adolescente- [ Libro I ] - Effie Holbein es una chica que vive en su propio mundo mental la mayoría del tiempo. Tiene la palabra distraída tatuada en la frente, y siempre ha sido solo una más en la escuela. A ella no le gusta dar sus opiniones o forma de pe...