(33) Él Y Yo.

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Si hace dos meses me hubiesen dicho que yo me terminaría enamorando de Evan probablemente lo negaría. Si me hubiesen dicho que el día de hoy yo estaría ansiando por verlo, también lo negaría. Pero como es la vida ¿cierto? Nunca imagine que no podría estar en paz solo porque no lo he visto por tres días. Si, tres malditos días desde que lo vi por última vez, y dos desde que hablamos por mensajes. ¿Qué tanto te puede ocupar un partido? Lo bueno es que ya mañana es el partido y después de eso les van a dar un mes y medio de descanso, lo que significa que él va estar libre de football por ese tiempo. 

Ya era una de las últimas horas del día y aunque supiera que no miraría a Evan en la casa de los Bosh, ya me quería largar de la escuela. Además porque ya no soportaba la manera en la que Rebecca me tiraba miradas de burla y se reía cada que me miraba voltear los ojos. 

Como en este preciso momento por ejemplo. Era como una guerra de miradas para ver quien se intimidaba primero. 

- Eff. - escuché que Issie me llamó a mi lado, haciendo que me volteara para verla. Ella era ajena a todo lo que estaba pasando. En realidad, no le había contado nada a nadie sobre lo que me dijo Rebecca ayer. Y no estoy segura si lo haré. - Creo que me iré de viaje.

Mis ojos de repente se salieron de órbitas y mi boca cayó al suelo. Todo lo demás pareció esfumarse de mi mente y solo me concentré en lo que acababa de escuchar. Issie no se podía ir ahora que más la necesitaba. ¿De viaje? No, no, no. Si se va de viaje me va a tener que llevar en la maleta con ella. 

- ¿Qué? - pregunté en seguida y estoy segura que me puse más pálida de lo usual. - ¿De viaje? ¿Cómo? ¿Cuándo? 

Ella paró de escribir lo que sea que estaba escribiendo en su cuaderno (probablemente lo que estaba escrito en la pizarra) solo para verme a la cara por primera vez y reírse un poco por mi expresión. Yo no le miraba la gracia. 

- Tranquila... -dijo entonces por encima de su delicada risa. -Dentro de dos meses creo, por dos semanas. A la casa de mi abuela al otro lado del país. 

Dejé salir un largo suspiro de alivio cuando la escuché decir eso último. Al menos no era mañana o la semana próxima, porque si hubiese sido así, no creo que lo hubiese soportado. 

Issie ha sido mi mejor amiga desde siempre, desde mucho antes de que nos conociéramos en el kinder, pues ella se mudo a la casa de enfrente cuando tenía apenas como tres años y desde el día que su mamá y mi mamá se hablaron, hemos sido inseparables. Al igual que mi madre con la suya, lastima que la madre de Issie tuvo que fallecer tres años después de eso. Pero me salgo de tema. Lo que quiero decir es que son pocas las veces que estamos separadas, o que nos peleamos, y estoy segura que cuando se vaya de viaje dentro de dos meses voy a caer en una pequeña depresión. La quiero como a una hermana, ella es mi mejor amiga y no creo que la cambiaría por nada en éste mundo. 

-¿Al otro lado del país? -le pregunté incrédula. Mis cejas estaban muy arriba de mi frente de tanto que las alzaba. 

-Si, ya días no la miramos y mi padre la extraña. 

Asentí y traté, enserio que puse todo mi esfuerzo para no reprocharle la loca idea de su papá de tratar de llevarla al otro lado del país, sin mi. No me gusta el termino de "separadas" en esta amistad. 

La Chica Detrás del Blog. - [Libro I] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora