(8) No Te Muerdas El Labio, Laffy.

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(8) No te muerdas el labio, Laffy.

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La siguiente semana paso de lo más rápido, sin darme cuenta ya era jueves otra vez. Íbamos a español con el profesor Isaiah (uno de mis maestros favoritos) así que no me sentía tan perezosa como los demás días. Él era el típico maestro al cual nosotros le teníamos que tener "respeto". Era joven, de algunos 25 años y siempre vestía con camisas de botones. 

Nos empezó a explicar el tema de las exposiciones. Decía que eran muy importantes en la universidad y que él nos iba a enseñar como hacerlas en grupo.

-Effie, venga a anotar los grupos en la pizarra. -dijo y no me sorprendió que me llamara a mi de voluntaria ya que siempre lo hacía aunque yo mucho lo odiaba. 

Una vez me dijo que lo hacía para reforzar la confianza en mi misma. No pude voltear los ojos aquel día, por mucho que quise hacerlo. 

Escribí la división de los grupos en la pizarra y me incliné al profesor que tenía su cuaderno de la lista de todos nosotros en su mano.

-Grupo uno. -empezó a dictar. - Amber, Felipe, Juan, Georgia y Loan.

Lo escribí lo más rápido que pude en la pizarra para no perder ni un segundo de el tiempo. Miré a algunos de mis compañeros que estaban cruzando los dedos para que estuvieran en el mismo grupo. Yo no me tenia que preocupar por eso, el profesor sabía que Issie prácticamente la única persona a la que yo podía considerar una amiga, y por eso siempre nos ponía juntas.

-Grupo dos. - continúo. - Rebecca, Alex, Issie, Effie y Noah.

Effie y Noah. Escribí eso en la pizarra cuando...

-Profesor. -dijo una voz al fondo de la clase. No me di la vuelta para saber que era Evan.

-Diga señor Bosh. -dijo el profesor.

-Creo que sería una buena idea que Effie y yo estemos en el mismo grupo.

-¿Porque dice?

Apreté el tapón de el marcador y mordí mi labio con la vista aun en la pizarra, dándole la espalda al resto de la clase. Mantuve la respiración cuando espere que hablara, ni siquiera me imaginaba que diría. 

-Pues, ella y yo pasamos la tarde en mi casa todos los días. -le escuché la sonrisa y parecía que estaba saboreando cada una de las palabras.

Oh no. No. No.
¿Qué acababa de hacer?

La clase se inundó de pequeñas risas y murmullos. Había vergüenza otra vez inundando mi inútil ser cuando el profesor me hecho una mirada de sorpresa con una coqueta sonrisa. 

-¿Eso es cierto? -me preguntó.

Me di la vuelta para fijarle la mirada a todos mis compañeros y encontrarme a Evan sonriendo, disfrutando cada segundo que pasaba. Estaba esperando una respuesta al igual que toda la clase. Decir una mentira era una opción, pero quien sabía que podía hacer Evan como para comprobarlo. Respiré hondo y al empezar a hablar traté de no tartamudear.

-Um... si... um... -respiré hondo. - Cr-creo.

Fallé.

La clase se lleno de pequeños uuuy  haciendo que mis mejillas tomaran un color carmesí. Evan me tiró una sonrisa de burla y me guiñó el ojo. Yo lo fulmine con la mirada y me voltee otra vez para ver al profesor. Esté solo movió la cabeza y sonrió en burla. No pensé que alguna vez podía sobrepasar los limites de la vergüenza, pero ese día me di cuenta que si.

La Chica Detrás del Blog. - [Libro I] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora