Dos Palabras.

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(53) Dos palabras. 

*

Las vacaciones de navidad se fueron tal y como llegaron. Literalmente, solo parpadee y ya era Enero. Rosa y Erick se casaron días después de que celebraron navidad, y su boda la verdad es que estuvo bien bonita; sencilla pero bonita. Me pidieron ser una de las damas de honor de rosa con Issie y así fue. Esa noche traté de evitar a Evan a toda costa y la verdad es que no me resultó tan sencillo que digamos. Habían veces en las que Issie se iba con Alex y yo me quedaba sentada sola en mi mesa comiendo todos los postres que habitaban en ella ya que nadie más quería. 

Después de eso me agarró un resfriado y no pude salir a ningún lado sin temer a que la fiebre regresase. Así que si, no disfruté nada las anheladas vacaciones de navidad. 

En el camino a la escuela, mientras escuchaba a Issie hablar de como se iba acostumbrando a la nueva vida que tenía ahora. Ya hace dos semanas del año que la familia de Issie se había mudado a la casa de los Bosh. Me dijo que al principio era extraño pues no sabían como convivir bien con aquellas personas y que se la pasaba la mayoría del tiempo encerrada en su cuarto (el de invitados que compartía con Mateo) leyendo o escuchando música, pero que evitaba a toda costa tener que dirigir la palabra a cualquiera. 

Sin embargo, en aquel instante, yo solo podía pensar en como después de las vacaciones los chicos de la escuela (o la mayoría) habían olvidado el tema de mi blog. Y eso me alegraba pues mi teoría que después de navidad todos lo olvidarían eran ciertas. Admito que la primera semana habían unos cuantos que me seguían molestando, pero ya después las burlas cesaron. 

-Lo bueno es que ahora me estoy llevando bien con todos. -escuché que dijo Issie y voltee mi cabeza para dirigirle cada pizca de mi atención. -Hasta con él, espero no te moleste.

Negué varias veces con la cabeza. 

-Para nada, tienes que. -dije. -Además, él y yo ya no somos nada. 

Bajó la mirada a nuestros pasos y elevó la comisura del labio. 

-Suele ser muy chistoso. -informó y relamí mis labios ante eso. 

-¿Ah si? -cuestioné y ella solo se encogió de hombros. 

-Me di cuenta que no le gusta que lo llamen Alexander... ¿raro, cierto? 

Un sentimiento raro habitó mi estómago al escuchar decir cosas de Evan a Issie; cosas que yo, por supuesto, ya sabía. 

-Tal vez solo no le gusta el nombre. -dije y dejé que aquel sentimiento raro en mi se encargara de mi tono de voz. 

-No, hay algo más. -dijo ella. -Le preguntaré. 

Parpadee varias veces ante eso y quise decir algo pero para entonces ya estábamos entrando a la escuela. Nos fuimos a sentar a nuestra sillas mientras esperábamos que el timbre sonara para que el día diera comienzo. 

La idea de que Issie y Evan estuvieran conviviendo juntos no me empezaba a agradar mucho. Si, era mi mejor amiga y tenía novio, pero eso no evitaba que se llevaran mejor que yo me llevo con él. No podría estar celosa, ya terminamos, y se trata de Issie... y ya terminamos, sobre todo. Y entonces porque ese sentimiento no me dejaba ya. Ellos podían hablar de lo que quisieran, semanas atrás acababan de convertirse en hermanastros, los hermanastros se tienen confianza. Deben aprender a convivir juntos y eso indica que se van a empezar a contar cosas. Estaba bien y no debería de importarme. 

Para cuando el timbre del primer recreo tocó aquel sentimiento completamente inadecuado e innecesario no había abandonado mi ser así que le eche la culpa al hambre. Bajé las escaleras hasta la cafetería con Issie a la par y me odié a mi misma cuando no me agrado el hecho de verla sabiendo que hace rato había estado hablando con Evan. 

La Chica Detrás del Blog. - [Libro I] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora