(13) La Exagerada.

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La Exagerada.

***

Todos los chicos que habían estado en sus propios asuntos ahora estaban formando un pequeño círculo de personas alrededor de Rebecca y Evan. Yo, por mi lado, me había quedado en mi cómoda silla, ya que ahí mismo era donde Evan estaba apoyado.

Rebecca reflejaba enojo e ira en su mirada pero se notaba que estaba disfrutando tener la atención de todos nuestros compañeros y compañeras. De eso se trataba su vida en la escuela: atención.

- ¿Pero qué...? - escuché decir a Evan, que al parecer estaba igual de confundido que los demás.

No sé que era a lo que se estaba refiriendo Rebecca pero era algo frustrante ver como se alimentaba con todas las miradas intrigantes que habían a nuestro alrededor.

- ¿Ah, no te acuerdas? - le dijo ella acercándose más a él. Realmente parecía furiosa. - ¿Quieres que te refresque la memoria? - puso una sonrisa de exasperación.

Evan quito las manos que tenía reposada en mi mesa, y solo pude ver como su espalda se alejaba de la misma para acercarse más a Rebecca. Los dos quedaron cara a cara, y el recuerdo de como se habían besado aquel día de trabajo en grupo rebotó en mi mente por si solo. Aún recordaba ese movimiento de labio contra labio, y esa inexplicable desilusión que sentí no más y llegue a casa.

Luego recordé lo que había pasado ayer... y al ver que primero la había besado a ella y luego a mi no me puso de un buen humor.

- ¿Rebecca, de que estás hablando? - dijo Evan.

Issie me hecho una mirada de "¿y ahora?" mientras fruncía el ceño. No estaba muy interesada en lo que estaba pasando en verdad, era por veces que ella levantaba la vista de el libro que estaba leyendo.

- Primero me besas a mi. - se apuntó a ella misma con el dedo índice. - Y luego la besas a ella. - su dedo viajo hacia a mi al igual que todas las miradas a nuestro alrededor.

Mis mejillas no tardaron en tomar su color carmesí y me ardieron las mismas al saber que todo esto se trataba de ese beso.

Me percaté que también Rebecca había visto eso, pero no me había quedado tiempo de pensarlo con más profundidad ya que cada vez que lo recordaba solo volvía a sentir las mariposas que había sentido en el estomago.

Había estado tan ocupada con el mismo pensamiento que no me había dado tiempo de pensar quien más lo había visto. Ahora venían las consecuencias.

Hubieron diminutos uuuy inundando el aula, esos que solo significaban "hay amor en el aire", y me avergoncé mucho más por que hacer eso era más que innecesario y patético.

Issie me hecho una mirada de sorpresa, enfado, confusión, incredulidad...

Obviamente iba a estar enfadada de que no le conté sobre lo que había pasado, y más ahora porque se dio cuenta de otra boca y no de la de su mejor amiga.

Al ver que Evan no respondía Rebecca siguió hablando. Evan parecía estar analizando lo que estaba pasando en su mente.

- ¿Vas a hablar? ¿Dirás algo?

Evan levantó la vista a ella y luego sus ojos color chocolate buscaron los míos. Él estaba consciente de como me sentía en ese instante, todos en el aula lo estaban. Sabían perfectamente que no me gustaba la atención de los demás, Rebecca lo sabía y por eso estaba haciendo todo este show.

- Rebecca... - dijo al fin. - Lo que haya pasado entre Effie y yo no te debería de interesar.

Me sobresalté un poco al oír esas palabras.

- Tú me besastes. - exclamó.

Las chicas que estaban a un paso detrás de ella miraban a Evan como si éste fuera un mujeriego que le acaba de romper el corazón a Rebecca. Creo que una de ellas se llamaba Silvia... no estoy segura... Solo sé que se les reconoce por ser las súbditas de Rebecca.

- ¡Fue un reto! - grito Issie desde su silla y las miradas recayeron en ella. - Deberías de superarlo ya, Evan no te quiere.

La mire sin poder creer lo que estaba diciendo. Al parecer estaba más frustrada que yo.

- Ahora callate y dejame leer. - dijo por último y volvió a su libro.

- ¡Tú me besastes Evan! ¿No significó nada para ti? - continúo Rebecca haciendo caso omiso a lo que Issie había dicho segundos atrás.

- No... - dijo Evan algo dudativo.

¿Porqué la duda? ¿Acaso si significó algo para él ese beso? No debería de haber duda en esa respuesta. Y no es como si me interesara en absoluto.

Rebecca dio un chillido y para mi sorpresa, para la sorpresa de los chico alrededor, y aun más, para la sorpresa de Evan; su puño hizo impacto con la nariz de dicho chico.

Aguanté la respiración al igual que toda la clase y por instinto propio empujé un poco la silla por si tenía que levantarme a interferir o algo. Mis ojos no daban credito a lo que miraban.

Evan llevo su mano hasta su nariz y dio un pequeño suspiro apenas audible. Realmente me impresioné a lo exagerada que era esta chica, por que no importa cuantas veces yo habría querido darle ese puñetazo, no se lo merecía. Él simplemente no sentía lo mismo por ella pero esa no es razon para hacer tanto escándalo.

Su mirada se fijo en la mía, al parecer no le dolió tanto ese puñetazo pero si se cabreo. Eso era mucho más que notable. Cualquiera en este universo estaría enojado si alguien le diera una bofetada sin razón. Además, sé que los puñetazos de Rebecca son fuertes, ella ha estado en karate desde que tiene nueve años.

Evan salió de el aula de una manera algo brusca segundos después de verme directamente a los ojos. Nadie dijo nada por eso, parecía como si a todos aquel golpe les hubiese tomado de sorpresa.

Dejé salir el aire que no me había dado cuenta que estaba reteniendo y busqué la mirada de Issie.

- ¿Qué acaba de pasar? - soltó un chico rubio para desaparecer el silencio.

Fue ahí cuando todos empezaron a susurrar y murmurar cosas entre ellos.

Rebecca en cambio quedo en medio de la clase completamente impactada, al parecer aquello ella tampoco se lo esperaba.

Issie se acercó a mi y me vio entre cerrando los ojos y con su mirada fulminante.

- ¿Me vas a contar? - dijo con indiferencia.

Tragueé saliva y jugueteé con mis uñas antes de fijarle la mirada.

- Um... - dude antes de hablar. - Besé a Evan.

- No me digas. - dijo con ironía. - los detalles, eso quiero oír.

Suspiré y golpeé un poco la mesa cuando me enderecé en mi silla. Empecé a contarle los detalles de lo que había pasado la noche anterior y de como Rebecca nos había encontrado ahí mismo. Cuando la clase dio comienzo y yo ya había terminado de contarle todo, me di cuenta de algo, algo realmente importante.

Aún no le decía a Issie que me estaba quedando donde Evan. Y si se daba cuenta de alguien más nadie la iría a soportar.



La Chica Detrás del Blog. - [Libro I] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora