La Chica Detrás del Blog. - [Libro I]

(15) Completamente Inevitable.

Completamente Inevitable.

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Aún habían chicos en el aula que después de el espectáculo de Rebecca seguían hablando de lo mismo. No podía evitar ponerme en vergüenza cada vez que alguien me preguntaba si Evan besaba bien. No era como si a ellos en verdad les importará.

Después de clases, y después de que Rebecca nos informará que había hablado con el maestro de español para que le dejará un trabajo individual, nos fuimos a reunir a la casa de Evan. Casi no habíamos trabajado en nada de nuestro proyecto y ya iba a ser viernes.

Cuando Catherine nos llegó a abrir no había rastro de Evan, no sabía si es que en verdad después de clases él había venido a devuelta a su casa. Aún me molestaba al ver como las piernas largas de Rebecca le había dado aquel puñetazo.

- ¿Y Evan? - me dijo Issie en un susurro apenas audible para mi y Alex.

- No estoy segura. - respondí.

Colocamos nuestras mochilas cerca de la entrada ya que ninguno de los tres se atrevía a alejarse de la puerta de entrada. Todo estaba completamente silencioso, como si en verdad no hubiese nadie en la casa, y pues, no nos íbamos a poner a trabajar en un lugar donde no era ninguna de nuestras casas.

Me adentré a la sala pero no había nadie, luego fui a la cocina y estaba vacía. Menos el lugar del fondo, donde estaba mi perfecto lugar para leer.

Salí hacia ahí y me encontré con un Evan pensativo, con su mirada perdida en el suelo.No sabía que pasaba en su cabeza pero en verdad parecía intrigado en sus más profundos pensamientos, ni siquiera se dio cuenta cuando me fui a sentar a su lado.

- ¿Qué es lo que tanto viaja por tu mente? - le pregunté en una dulce sonrisa.

Él dirigió sus ojos chocolate a los míos y luego volvió a ver al frente. Levantó la comisura de su labio marcando su hoyuelo.

-Effie... - suspiró.

- ¿Todo anda bien?

Frunció sus labios y regresó la mirada al suelo.

- ¿No estas enojada? - me preguntó después de algunos segundos más de silencio.

- ¿Porqué lo estaría? - fruncí el ceño.

Se incorporó en la silla para verme de frente y se rió algo confundido.

- Porque te hice pasar vergüenza enfrente del todo el mundo y sé que eso a ti no te gusta.

No pude evitar que una sonrisa de ternura se cruzara por mi labios.

Eso era lo de menos. No podía superar que haya recibido ese puñetazo por tratar de aclarar lo nuestro. O lo que sea que había entre nosotros. Era de lo más complicado. Apenas y nos conocíamos en verdad, no habían pasado más de algunas semanas pero sin darnos cuenta y aunque quisiera negarlo, habían sentimientos. Completamente inevitable.

Pero Evan y yo eramos algo muy extraño. Pues me da miedo sentir algo de esta manera con alguien, jamas lo había sentido. Ni con Richard. Esto de el hormigueo o las mariposas en el estómago, era algo complicado para aceptar. Me daba miedo que Evan llegará a lastimarme y siento que si lo dejo entrar lo va a hacer. Se va a aburrir de mi, va a encontrar otra y finalmente, me va a dejar.